Ayer se cumplieron dos años desde que empezó la Ley de Etiquetado en Chile (Ley 20.606), una política que tiene como objetivo volvernos personas más saludables y conscientes de lo que estamos consumiendo. Con este aniversario empezó también la segunda fase de la normativa, que restringe aún más a los alimentos si es que quieren no ser marcados con los sellos negros.
¿Por qué se creó la ley en primera instancia? Porque un 60% de los chilenos tiene sobrepeso, y ese mismo porcentaje de gente no comprende (por lo menos cuando se hicieron los estudios pertinentes) qué dicen las etiquetas nutricionales. Además, la publicidad dirigida a niños no estaba siendo regulada y no había restricciones a las ventas de alimentos poco saludables en los colegios.
Pero todo estaría cambiando con la Ley de Etiquetado y debiera cambiar más aún con su segunda fase. ¿Cómo es esto? ¿Esta ley tiene fases? Así es. Y las restricciones serán aún mayores desde junio de 2019, cuando esté implementada en un 100%.
Te contamos cómo estábamos funcionando, cómo funcionaremos ahora y las implicancias de esto.
Hace dos años empezó la ley que revolucionó la industria alimentaria en Chile y llenó a miles de alimentos de sellos negros, advirtiendo sus altas cantidades de calorías, azúcares, grasas saturadas y/o sodio. Por primera vez, muchos chilenos empezaron a prestarle atención a la información nutricional de los alimentos y a tomar conciencia de lo que consumían.
Desde junio de 2016 hasta ayer, los alimentos se rotularon con sellos negros octagonales cuando superaban una cifra determinada de elementos (que señalamos más abajo) cada 100 grs., siendo marcados como “no saludables” por el Ministerio de Salud. Pero desde ayer, esa cifra cambió y ahora es más baja, tanto para los alimentos sólidos como líquidos. Es decir, los sellos negros ahora se pusieron más exigentes, y aparecerán en alimentos que aún tienen menos cantidades de azúcar, sodio, calorías y grasas saturadas, de las que tenían hasta ahora.
La cosa ahora es así para los alimentos sólidos:
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Cantidad permitida ahora (cada 100 grs.) | Cantidad permitida antes (cada 100 grs.) |
Calorías | 300 kcal | 350 kcal |
Azúcar | 15 grs | 22,5 grs |
Grasa saturada | 5 grs | 6 grs |
Sodio | 500 mg | 800 mg |
Y así para los alimentos líquidos:
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Cantidad permitida ahora (cada 100 grs.) | Cantidad permitida antes (cada 100 grs.) |
Calorías | 80 kcal | 100 kcal |
Azúcar | 5 grs | 6 grs |
Grasa saturada | 3 grs | 3 grs |
Sodio | 100 mg | 100 mg |
Este video del Ministerio de Salud también lo explica.
Como bajaron aún más los límites, serán muchos más los alimentos que tendrán sellos negros. Alrededor del 10% de los productos que no tienen sellos, ahora sí los tendrán, dijo la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza (a no ser que las empresas reduzcan las cantidades de estos nutrientes cada 100 grs. en sus productos).
Como se puede ver en la tabla, además, los productos más afectados serán los que tienen más azúcar y sodio, que son los límites que más disminuyeron en esta segunda fase.
En la primera fase, alrededor del 20% de los productos afectos a la ley reformularon sus composiciones para evitar ser marcados por los temidos disco pare. Y las autoridades esperan que ahora se produzca un efecto similar.
La ley se creó pensando en que fuese implementada en tres fases, con el fin de que las empresas tuvieran el tiempo necesario para adecuarse a las exigencias. Así, esta segunda fase funcionará hasta el 27 de junio de 2019, cuando empiece a funcionar la tercera y última, con limitaciones aún mayores a los productos.
“Eso significaba que íbamos a tener límites un poco más altos al inicio de la ley en 2016, que ahora este 2018 bajaríamos esos límites, haciéndolos más estrictos, y recién en el 2019 llegaríamos a los límites que originalmente se plantearon”, dijo la doctora Camila Corvalán, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, que ha estudiado el impacto de la Ley 20.060.
La opinión en torno a esta ley es tanto positiva como negativa. Por un lado ha sido alabada mundialmente, afirmándose que “es el intento más ambicioso de cambiar la cultura alimentaria de un país”, según The New York Times. Pero también ha generado críticas negativas, como que no mide realmente lo saludable que es lo que estamos comiendo, que los límites se debieran fijar por porciones y no por 100 grs., o que se debieran hacer más campañas de educación nutricional, entre otras críticas.
Estas opiniones ya se están acentuando con esta segunda patita de la ley, y probablemente se acentúen aún más. En esta nota puedes conocer en mayor profundidad las dos posturas en torno a este tema.
El presidente del gremio de Alimentos y Bebidas (AB Chile), Rodrigo Álvarez, dijo que con esta segunda y tercera fase “se verán más productos con sellos y productos con más sellos por envase”, lo que se daría, según él, por la naturaleza de algunos alimentos. “Es complejo o derechamente inviable técnicamente seguir reduciendo nutrientes a través de una reformulación, sin afectar la calidad y características propias de estos alimentos”.
Además, aclara que hasta la fecha no existe ninguna evaluación real y profunda, solo encuestas de opinión, sobre el impacto que ha tenido la ley sobre la alimentación de los chilenos. “Esto es grave, pues no sabemos cómo están interpretando los consumidores la norma y cómo está afectando su decisión”. Aún hay mucho en lo que trabajar.