Ambos, Arturo Merino Benítez y Pablo Neruda, sin duda han sido figuras muy importantes en la historia de Chile. Uno fundó la Línea Aérea Nacional (sí, la que después se conoció como LAN) y el otro tiene un Premio Nobel, además de ser considerado uno de los artistas más influyentes del siglo. Y actualmente ambos se pelean el nombre del alguna vez llamado Aeropuerto Pudahuel.
Nos remontamos 51 años atrás, al 9 de febrero de 1967, el día en que se inauguró el entonces llamado Aeropuerto Pudahuel. En un acto ceremonial se juntaron autoridades políticas, religiosas y de la Fuerza Aérea, al oeste de nuestra capital durante el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva.
En la misma pista de aviación de 3.200 metros de largo, el presidente cortó la cinta para dar inicio al funcionamiento del principal aeropuerto del país. Solo en 2014, este fue usado por más o menos 16 millones de pasajeros y este mes alcanzó un récord de 20 millones de pasajeros al año.
Y los primeros años, o 25 mejor dicho, el terminal no cambió mucho. Solo su nombre, ya que en 1980 pasó de llamarse Aeropuerto Pudahuel a Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez (un verdadero trabalenguas para los extranjeros que nos visitaban y, por qué no decirlo, ¡también para nosotros!) ¿Quién diablos fue este Arturo?
El cambio de nombre se realizó para celebrar los 50 años de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y en homenaje al primer subsecretario de Aviación, el Comodoro Arturo Merino Benítez. A pesar de que años antes (1971) esto ya había sido propuesto por el presidente Salvador Allende, como se explica en la minuta de la Biblioteca del Congreso Nacional.
Este militar chileno nació en Chillán (a 62 km de Parral, donde nació Pablo Neruda). Fue fundador de LAN (originalmente llamada Línea Aeropostal Santiago-Arica), el primer comandante en Jefe de la FACh y un importante precursor de la aviación militar, civil y comercial en Chile. También fundó el Club Aéreo de Chile, que junto a la colaboración de las FFAA, dio vida a los Clubes Aéreos, que tenían el objetivo de promover la aviación entre jóvenes y personas de escasos recursos. Todo un ícono en tiempos en que los chilenos recién nos aventurábamos entre las nubes de nuestro cielo azulado.
Uno de sus principales logros fue la creación de LAN, la primera aerolínea chilena y una de las más antiguas del mundo, fundada en 1929 (la más antigua es KLM, la aerolínea nacional de los Países Bajos, que se estableció en 1919). Comenzó como una empresa de transporte aéreo operada por el Ejército de Chile. En sus inicios los vuelos eran para transportar el correo, ya que la ruta de Santiago a Arica era muy arriesgada y tenía cuatro escalas (Ovalle, Copiapó, Antofagasta e Iquique) y en los años 30 no se contaba con servicios meteorológicos...
De hecho, en la página web de la Asociación de Pilotos en Retiro, se exponen las palabras de Merino en el funeral de uno de sus compañeros y uno de los pilotos de la empresa recién fundada: “Mañana, cuando sean realidad cotidiana los viajes aéreos a lo largo de República, los que recorran seguros en aviones confortables, mirando desde lo alto, el agrio y desolado desierto, la intrincada maraña de sus cerros, y tal vez, no recordarán cómo se ganó eso, a costa de qué esfuerzos, de qué abnegados sacrificios de muchachos valerosos, que quisieron vencer las dificultades, los peligros y la muerte”.
Actualmente se está discutiendo sobre la posibilidad de cambiar el nombre del aeropuerto: de “Comodoro Arturo Merino Benítez”, a “Pablo Neruda”. La primera moción fue propuesta en 2004, con el objetivo de honrar al poeta. Y aunque en el documento ingresado para realizar el cambio se consideró que: “Pablo Neruda tiene un reconocimiento nacional e internacional, que justifica plenamente que el Aeropuerto Internacional, puerta de entrada a Chile, lleve su nombre”, la propuesta fue rechazada, principalmente por el costo, que alcanzaba los 522 millones de pesos.
"Creemos que este es un proyecto que nos hace bien como país, que le hace bien a nuestra memoria cultural, ya que tiene como principal objetivo reconocer a una de las figuras más importantes de las letras no sólo en nuestro país, sino que a nivel internacional", dijo la diputada Carolina Marzán (PPD) este mes.
De todas maneras, el nombre de Merino no sería olvidado. El presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de diputados, Marcelo Díaz, explicó que la idea sería que el Aeropuerto tome el nombre de Pablo Neruda, sin embargo, que la sección de vuelos nacionales siga teniendo el nombre del comandante en jefe de la FACh.
“Aquí se va a mantener el homenaje a quien fue el fundador de la aviación chilena, con el aeropuerto nacional. Nos parece una buena fórmula darle la connotación internacional a quien ha traspasado la frontera, como Pablo Neruda”, dijo Díaz.
Aun así se ha armado una polémica en torno a la iniciativa que fue aprobada el lunes por la Comisión de Cultura de la Cámara Baja y ahora pasará a las Sala de la Cámara de Diputados. Principalmente porque algunas autoridades consideran que no se justifica el cambio de nombre de quien es considerado por muchos el padre de la aeronáutica civil.
“Arturo Merino Benítez fue el fundador y creador de esta Fuerza Aérea de Chile, es el creador de la aeronáutica de nuestro país, es un símbolo en Chile y del mundo, en los comienzos de la aviación (…) No estamos de acuerdo en cambiarle el nombre el Aeropuerto de Santiago. […] No hay justificación para que a un hombre de su trayectoria, liderazgo, se quite el nombre de él por valioso, meritorio y admirado por todos, como es Pablo Neruda”, dijo el ministro de Defensa, Alberto Espina.
Independiente del nombre, que aún es incierto, en 2020 el principal aeropuerto del país será uno nuevo. En dos años más se espera que este terminal sea inaugurado y que pase de recibir los 20 millones de pasajeros que recibe anualmente, a 30 millones. Tendrá más de 200.000 metros cuadrados y se destinarán 900 millones de dólares (600 billones de pesos chilenos), se explica en el proyecto Nuevo Pudahuel. La parte que conocemos del aeropuerto seguirá operando, pero solo para vuelos nacionales, ¡porque nos quedó chica hace rato!
E independiente de cómo se llame nuestro principal terminal aéreo, estamos felices por los cambios que se vienen, pues además del aumento espacial, el aeropuerto será mucho más tecnológico e inteligente que el que conocemos. Tendrá equipos de escaneo de última generación, mejor tecnología especial para que haya un control automatizado de SAG y Aduanas y nuevos sistemas de vigilancia y de monitoreo, entre otras modernas novedades. De seguro algo que Arturo Merino Benítez, no se imaginó.