Marcia Haydée: la leyenda del ballet que inspiró esta versión de "La fierecilla domada"

Marcia Haydée, directora del Ballet de Santiago, conoce mejor que nadie a Katherina, protagonista de “La fierecilla domada”. Una relación mutua en que Haydée aportó sensibilidad, recibiendo a cambio una fuerza que ignoraba que tenía dentro.

Por Romina Diaz | 2018-12-03 | 07:00
Tags | ballet, teatro municipal, fierecilla, Shakespeare, comedia
“Para mí fue muy bueno tener a la fierecilla en ese momento de mi vida, porque de verdad ponía toda la rabia que tenía de esa separación y me tiraba en ese papel de Katherina. Me ayudó mucho a liberarme de todo y me convertí totalmente en ella” (Marcia Haydée, directora Ballet de Santiago).

Yo soy la persona que soy hoy gracias a la Katherina. Aprendí a ser cómica, aprendí a usar la fuerza, la violencia”, dice con su acento brasilero la directora del Ballet de Santiago, Marcia Haydée (81). Y quién mejor para contarnos sobre la protagonista de La fierecilla domada, el ballet inspirado en la obra de Shakespeare, que se tomó el Municipal entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre. ¿Por qué esta mujer es la indicada para hablarnos de la rebeldía y la potencia de “la fierecilla”?

En El Definido conversamos con Marcia, verdadera leyenda del Municipal, y esta es la historia que nos contó.

500 años de fuerza femenina

La fuerza, la violencia, la desobediencia, el desinterés, la independencia, eran características que sorprendían en las mujeres 500 años atrás. En 1590, cuando una mujer debía limitarse a una cantidad específica de “atributos”, Shakespeare escribió una comedia que rompía con los cánones de la época, y que hasta el día de hoy se sigue presentando en distintos formatos.

La obra trata del cambio de Katherina, una joven que ahuyenta a cualquier hombre que se interese en ella, a diferencia de su hermana menor, Bianca. Esta última quiere casarse y aunque hay varios interesados, no puede si es que su hermana mayor no lo hace primero. Su padre, Bautista, se niega a entregarla hasta que Katherina encuentre marido.

Los pretendientes de Bianca convencen a un joven llamado Petrucchio de conquistar a la protagonista y así, uno de ellos tres puede acceder a tomar la mano de su hermana menor. Petrucchio acepta por dinero, pero no sabe nada sobre la fierecilla. Y definitivamente no tienen un buen comienzo...

Apenas Petrucchio intenta conquistar a la joven, ella enfurecida le pega, lo empuja y se escapa, sin ningún miedo ni interés en él. Decidida, Katherina se aleja, aunque secretamente sí está interesada, igual que el joven, quien se asombra con su fuerte personalidad. Así, la sigue tratando de conquistar. “Con mucha delicadeza, mucha inteligencia, lo consiguió. Petrucchio finalmente le dice ‘Para de jugar, yo te amo y tú me amas’”, explica Marcia. Y así, Katherina cambia de actitud, se suaviza y acepta su amor.

Andreza Randizek y Rodrigo Guzmán (Katherina y Petrucchio), ensayo general de “La fierecilla domada”. 

Cuando la fierecilla se puso zapatillas de ballet

La obra ha sido interpretada miles de veces en el teatro, se han hecho películas, musicales y ballets. La versión de John Cranko, el famoso bailarín sudafricano, coreógrafo y quien puso al Ballet de Stuttgart entre los mejores del mundo con su dirección, fue creada a finales de los 60s, después de lanzarse al estrellato en 1962, con el estreno de su versión de Romeo y Julieta, ballet que también fue altamente elogiado por la crítica y el público.

Los pasos de La fierecilla domada fueron especialmente hechos para ser representados por Marcia Haydée, como Katherina, y para Richard Cragun, como Petrucchio. Juntos bailaron todas las obras principales de Cranko y más de una fue creada específicamente para ellos dos. “Marcia y Ricky”, son considerados una de las parejas artísticas inolvidables del siglo XX, una pareja legendaria.

Esta versión, mostrada por primera vez el 16 de marzo de 1969 en Stuttgart, Alemania, fue un éxito total. Dos horas de ballet divididas en dos actos de “puro entretenimiento”, como dijeron en The New York Times en 1971: “Su narrativa es cristalina y teatralmente presentada”.

Y esta semana volvió a Chile, por tercera vez desde que Marcia es directora del Ballet de Santiago (1992). Solo que ahora es interpretada por Andreza Randisek y Rodrigo Guzmán, en los roles de Katherina y Petrucchio (y se alternarán con Natalia Berríos, José Manuel Ghiso, Katherine Rodríguez y Lucas Alarcón, respectivamente).

“Las tres parejas son increíbles, se conocen tan bien y no tienen miedo de ir off limits, ya que para hacer este ballet uno tiene que pasarse de la línea, uno no puede quedar con miedo de hacer cualquier cosa, uno tiene que pasar”, explica Marcia.

 Andreza Randizek y Rodrigo Guzmán junto al resto del elenco en el ensayo general de “La fierecilla domada”

Marcia y Katherina, Katherina y Marcia

Marcia bailó como la fierecilla en más de 400 presentaciones durante 20 años. No hay ningún paso que no se sepa y aunque no baila más, ahora pasa todo lo que aprendió de John Cranko a los bailarines que se toman el escenario del Municipal.


“Ensayé con Marcia y ella me dio todas las herramientas como para poder sacar el personaje, porque yo igual soy tímida entonces que salga así como una bestia era difícil”, nos dice Katherine Rodríguez, quien hizo el papel de fierecilla por primera vez esta semana.

Marcia Haydée conversando con Andreza Randizek y Rodrigo Guzmán antes del ensayo general. 

Marcia ha tomado el rol de la fierecilla un cuarto de su vida. Esta mujer fuerte y orgullosa, cambió para siempre su personalidad. Ambas, el personaje de ficción y la bailarina, saben lo que quieren y lo consiguen. Hace casi 50 años, cuando le tocó representar a esta mujer por primera vez, sí fue difícil, nos cuenta. Un día en un ensayo estaba tan frustrada que se enojó y empezó a gritar, y ahí fue cuando el coreógrafo (Cranko) le dijo, “ahí tienes a tu Katherina”.

“Una vez que yo encontré el camino, yo pasé esa línea y me cambió como persona. Yo no soy la misma que era antes de hacer la fierecilla domada, yo no sabía que podía ser cómica y hoy día soy muy cómica. Me encantó ser la fierecilla, es uno de los personajes que de verdad me dio una libertad como mujer muy grande”, recuerda.


Marcia hoy en día y en el papel de fierecilla, en la década de los 70.Fuente: Gramilano

Complicidad que trascendió del escenario

¿Cómo un baile tan delicado se convierte en una pelea con golpes, patadas y empujones? Solo con la fuerza, confianza y magnetismo que destellaban Marcia y Ricky. Una confianza que no solo sentían sobre las tablas del escenario, sino también fuera del teatro, pues fueron pareja.

Él era siete años menor y tuvieron una intensa relación que duró 16 años; Marcia lo considera una de sus grandes pérdidas emocionales. “Esos 16 años fueron 300% conmigo. Pero llegó un momento en que la vida nos dijo que debíamos separar caminos. Y nos separamos, pero continuamos bailando quince años más. Hasta el día en que falleció, él fue como mi brazo derecho”, comparte con El Mercurio.

Pero no querían romper esa pareja en el escenario, por lo que la separación fue aún más fuerte, nos cuenta: “Fue difícil para nosotros dos, pero no queríamos separarnos en el escenario de ninguna manera. Para mí fue muy bueno tener a la fierecilla en ese momento de mi vida, porque de verdad ponía toda la rabia que tenía de esa separación y me tiraba en ese papel de Katherina. Me ayudó mucho a liberarme de todo y me convertí totalmente en ella”.

Un hilo muy fino

Además de la fuerza que representa Katherina en La fierecilla domada, esta no es la única dificultad de este ballet. Marcia nunca había estado en una comedia. Había bailado papeles dramáticos en El Lago de los cisnes y Romeo y Julieta, entre muchos otros. Pero la comedia requiere un nivel mayor de dificultad, explica la prima ballerina (uno de los títulos más altos que se puede ganar una bailarina). Hay que hacer todo de una manera muy distinta a un ballet clásico, encontrar una manera de caminar, de moverse, una manera de ser furiosa en este caso. “La comedia es un hilo muy finito, si haces demasiado, es ridículo, si no haces suficiente, no es cómico”, dice Marcia.

Especialmente en un ballet en el que no solo se baila, sino que requiere de mucha interpretación y actuación. “La fierecilla domada es más una pieza teatral que un ballet convencional”, fue parte de lo que se dijo en una crítica de The New York Times, en 1981 aún cuando Marcia bailaba.

Y lo mismo considera Katherine Rodríguez, una de las nuevas fierecillas. “Este papel no es tan clásico para la que hace de fierecilla, es más interpretación, requiere más conexión entre el uno y el otro”, nos explica.

Andreza Randizek y Rodrigo Guzmán, ensayo general de “La fierecilla domada”. 

Un ballet que llegó en el momento justo

La obra no solo se trata sobre distintos tipos de amor de pareja, como el que hay entre Bianca y su pretendiente, y el de Katherina con Petrucchio. Uno es rápido y superficial, mientras que el segundo se va consolidando y creciendo hasta que logra triunfar. Este ballet también analiza a la mujer en la sociedad, mostrando a opuestos —la protagonista y su hermana—distintas formas de concebir lo femenino.

“Esa fuerza de Katherina es lo que las mujeres en Chile tienen que tener, hay que saber lo que uno quiere y dejarlo claro. Es un ballet para el momento de hoy, yo aprendí con la fuerza de la fierecilla. Digo lo que pienso y nunca tuve problemas con los hombres, porque para mí somos iguales o yo soy mejor que ellos”, dice riendo, pero con la seriedad de quien parece dictando una TED Talk que todos debiesen escuchar. Marcia considera que las mujeres tienen mucha fuerza, solo tienen que aprender a usarla, como ella hizo 50 años atrás, cuando conoció la potencia, el humor y el poder que había dentro de ella, mientras interpretaba a la famosa fierecilla.

Andreza Randizek y Rodrigo Guzmán junto al resto del elenco en el ensayo general de “La fierecilla domada”. 

¿Crees que cada mujer debiese conectarse con su propia “fierecilla”?