Casi un millón de chilenos está diagnosticado como intolerante a la lactosa o al gluten. Todas estas personas, desde el momento en que conocen su condición, deben cambiar totalmente la manera de pensar sus platos: No pueden comer o tomar nada en base a leche común, aunque sea deshidratada o deben renunciar a las cosas hechas a base de harina o que la usen como espesante (incluso algunas salchichas y yogures la usan).
El cambio no es tan fácil. Obligados a buscar nuevas alternativas y explorar ingredientes menos comunes, la quínoa se alza como una de las buenas opciones, pero no solamente por su sabor y potencial gourmet, sino por sus nutrientes.
El grano no contiene gluten ni lactosa y es muy rico en vitaminas, minerales, aminoácidos, fibra y ácidos grasos no saturados. Además es un vegetal libre de colesterol. Eso hace que sea una excelente opción para quienes necesitan más energía, especialmente proteínas, dentro de este grupo de intolerantes a la leche y la harina: deportistas, estudiantes, embarazadas y personas de tercera edad.
Esto motivó a Ricardo Valdebenito a diseñar un suplemento alimenticio hecho a base de quínoa orgánica.
Dieciocho meses le tomó a este ingeniero en gestión pública y técnico agrícola, llevar a cabo el proyecto. Fue cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), para desarrollar un producto en polvo, soluble en agua e instantáneo, el cual enfocó principalmente a los adultos mayores. Su idea es resolver una necesidad que se ha hecho cada vez más común en la actualidad, ya que Chile ha seguido la misma tendencia que ha ocurrido en los países desarrollados.
Según explica Paulina Erdmann, ejecutiva de Innovación de FIA, “se está viviendo una etapa de transición al envejecimiento de la población; asimismo, han aumentado las alergias, tanto a la lactosa como al gluten". Junto a estos dos factores está el aumento del cultivo y comercialización de este alimento propiamente latinoamericano, en parte debido a “la tendencia a una alimentación orgánica, sana e inocua para el ser humano, (que) hace de la quínoa una opción sana y efectiva para el desarrollo del cuerpo humano”, como comenta Valdebenito.
El beneficio de este suplemento alimenticio es que ofrece toda la riqueza de la quínoa, pero en una forma simple y fácil de preparar, especialmente para una sociedad que aún tiene poco conocimiento de cómo usarla en la cocina. Basta con agregar unas cucharadas a un vaso de agua y listo.
En el caso particular de los adultos mayores, el principal aporte de la quínoa son los aminoácidos esenciales, muy necesarios para el cuerpo. La leche es uno de los alimentos comunes que los contiene, pero como la intolerancia a la lactosa aumenta con la adultez y además, más de 2.200.000 personas de la tercera edad requieren alimentos de alto valor nutritivo que sea de fácil deglución, este suplemento es una buena alternativa.
Actualmente en Chile hay dos suplementos más conocidos y de mayor presencia en el mercado, que son genéricos y no están diseñados especialmente para alérgicos al gluten o lactosa. Ambos utilizan mezclas para lograr su aporte nutricional, lo que aumenta los costos y además se elaboran con productos ya procesados, nos explica Paulina Erdmann.
Por otro lado, aunque hay un producto similar que es la harina de quínoa, no es de uso instantáneo y requiere preparación. Por esta razón, el suplemento que desarrolló Valdebenito es único, por combinar la ausencia de gluten y lactosa de la quínoa, con la preparación instantánea, que no existe en ningún otro país.
Actualmente están trabajando en la fórmula final que saldrá a la venta en 2014, a un precio que se espera que sea más bajo que el de otros suplementos, especialmente porque el poder adquisitivo de los adultos mayores es menor. Se venderá en bolsas de kilo y sachet individuales para adicionar al agua u otros alimentos.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), determinó que este cereal tiene altas cualidades nutricionales y se adapta muy bien a diversos terrenos y condiciones ambientales, lo que muestra su potencial en la contribución en la lucha contra el hambre y la desnutrición.
No tiene que ser modificada genéticamente para adaptarse a los suelos, se da de forma natural y presenta diversas características en función de la localidad donde se produce. En el norte de Chile son amarillas o rojas, mientras que en el sur, negras. Su sabor también varía, pero siempre tiene un alto contenido de aminoácidos esenciales.