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Lo dulce y lo amargo de la Ley Super 8

La cuestionada ley de alimentos que busca incentivar una alimentación saludable comenzó a regir este martes. ¿De qué se trata y qué cambios hace? ¿Qué critican algunos expertos?

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2013-12-19 | 17:00
Tags | ley, super8, alimentos, Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, 20.606, Ministerio de Salud, obesidad, salud, alimentación

Los chilenos no hemos estado comiendo bien. Tal vez estemos comiendo cosas ricas, pero no saludables. Hace dos días se hizo efectiva la nueva legislación sobre alimentos envasados, que busca transformar los hábitos de los chilenos por medio de advertencias en envases y otras medidas, la cual no ha estado exenta de polémicas. ¿Demasiado exagerada? ¿Insuficiente? ¿Poco efectiva? 

En El Definido les daremos a conocer de qué se trata, en qué nos afecta, el impacto que podría generar y cómo se podría mejorar en opinión de los más entendidos en el tema.

Tres cifras para cambiar

Hay que empezar por la realidad que alarmó a la autoridades. El informe de la FAO y OMS, sitúa a Chile como el segundo país con mayor sobrepeso de Sudamérica (29% de su población), a sólo 2 puntos de Venezuela. Además el 9,5% de los menores de 5 años tiene sobrepeso.

Otras cifras muestran que un 84% de la carga de enfermedades que afecta a la población, son patologías crónicas digestivas, cardiovasculares, cerebrovasculares y cánceres. Todas están relacionadas con malos hábitos de vida como fumar, beber alcohol en exceso, falta de actividad física y alta ingesta de sal y grasas.  

Algo había que hacer al respecto.

¿A quien mira la ley?

La nueva Ley de Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad (20.606), busca cambiar estas cifras, especialmente en las edades más tempranas. Uno de los principales objetivos del reglamento es estimular a la industria para que voluntariamente reduzca sus contenidos de nutrientes críticos en los alimentos. ¿Cuáles? Azúcar, grasas saturadas y sal.  

Las colaciones y snacks que tantos nos gustan a grandes y chicos, pueden estar siendo en parte los responsables de nuestra alimentación poco equilibrada y por eso se decidió poner en la mira a cerca de 30 tipos de productos envasados muy comunes en nuestra dieta. 

Por ejemplo, leches saborizadas, yogur endulzado, mantequilla o margarina, helados, masas horneadas, cereales, confites o dulces, refrescos en polvo, kétchup, mayonesa y bebidas gaseosas, entre otros. Para estos alimentos, sin distinción de marca, el Ministerio de Salud fijó ciertas reglas que pretenden cambiar el juego.

Los cambios concretos que veremos

Hay 4 aspectos a los que estamos hoy acostumbrados, pero que veremos cambiar en muchos alimentos envasados. Como consumidores nos vamos a encontrar con lo siguiente:

1. Advertencias de alimentos altos en grasas, azúcares y sodio: 

Cada alimento de los que antes nombramos, que supere los índices establecidos por el Ministerio de Salud en cada uno de estos tres componentes, deberá llevar un rotulado que indique que es "alto en". Tanto los fabricados en Chile como los importados. 

Los plazos para que la industria los introduzca son: de aquí a 6 meses para las grasas saturadas, que son las más fáciles de modificar, según explica el Jorge Díaz. Luego en un año los azúcares y en 18 meses más la sal (Sodio). Las empresas que no cumplan con la rotulación, podrán recibir multas de entre 0,1 y 1000 UTM ($4 mil a $40 millones) y medidas según lo establece el Código Sanitario.

Jaime Mañalich, ministro de Salud, explicó que este etiquetado no pretende prohibir el consumo de ciertos alimentos, sino informar a las familias para que tomen las decisiones correctas. El foco de la ley es orientar a la comunidad. 

2. Mensaje saludable: 

Todos los alimentos que estén marcados por ser "altos en", deberán incluir en su envoltorio el mensaje "Comer Sano y Hacer Ejercicio es Bueno para la Salud", para estimular y educar en la vida sana a la población.

3. Prohibición de venta de esos alimentos dentro de los colegios: 

Estos alimentos que queden rotulados por su alto contenido, no podrán ser vendidos en los kioscos ni casinos dentro de los establecimientos educacionales de enseñanza pre básica, básica y media.

4. Restricciones de publicidad y ganchos: 

Estos mismo alimentos no podrán ser ofrecidos gratis a menores de 14 años de edad. La publicidad deberá incluir un mensaje que estimule hábitos saludables del Ministerio de Salud y no podrá usarse ningún tipo de gancho comercial, como regalos, concursos, juegos, figuritas, personajes u otro elemento de atracción infantil.

Según explica el Ministerio de Salud, la rotulación regirá para el 90% de los snacks salados y las bebidas gaseosas con azúcar; al 89% de las galletas y snacks dulces; al 87% de las barras de cereal; al 79,4% de los helados; y al 70,5% de los cereales para el desayuno. Los demás alimentos no entrarán en esta categorización. Por ejemplo aquellos que por su constitución no pueden modificarse para rebajar algún nutriente crítico, como la miel, que NUNCA va a ser ‘bajo en azúcar’. O los frutos secos o el arroz, donde no hay forma de modificar su condición porque no depende del productor ni de procesos de fabricación.

¿Qué opinan los entendidos?

Pero no todo lo que brilla es oro y aunque esta ley es un primer paso importante, a juicio de muchos, aún tiene que perfeccionarse. Esto es lo que opinan algunos expertos en el ámbito de la alimentación.

El Dr. Ricardo Uauy, experto en nutrición y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas (2012) explicó al El Definido que esta ley sí es una "puerta de entrada". Si es bien aplicada, puede tener impacto. Pero se necesita un movimiento ciudadano que apoye su implementación y reaccione frente a aquellos que buscan derrotarla en la aplicación. 

Mariane Lutz, Subdirectora del Observatorio de Obesidad Observacción, nos comentó que "aunque la forma en que se implementó no es la que recomendaron los expertos, aún así se espera que se logre la posibilidad de que los consumidores hagan elecciones de compra de alimentos más informadas (…) Esto debiera impactar en la industria alimentaria de forma positiva, estimulando que desarrollen más productos saludables accesibles para los consumidores". Para ella, lo que hay que fortalecer es la educación en la alimentación y enfrentar desafíos como avances en la información  del etiquetado en algunos alimentos que no fueron considerados en la reglamentación actual, como los alimentos no envasados. Este último aspecto fue también la principal crítica del doctor Jaime García, coordinador de la Liga Contra la Obesidad.

Daniel Stern, Ingeniero Comercial y socio de Sano Snack, considera la ley es insuficiente y tímida. Reconoce que es un primer paso, pero cree que evidentemente no resuelve el problema del 68% de sobrepeso y en 25% de obesidad en la población chilena. Le cuesta creer que el comportamiento de la industria vaya a cambiar: "Los máximos que se establecieron originalmente en línea con los expertos se flexibilizaron mucho, porque la industria no quería cambiar sus recetas". No hay que confiarse tanto, advierte. 

Desde la vereda de un sector que sí está interesado en producir alimentos más saludables, siente que falta el incentivo a la producción. Y también "incentivos a las grandes empresas para que hagan alimentos más saludables: fondos para investigaciones de mercado, buscar oportunidades, comunicar ofertas de alimentos más saludables".

Además, ¿Qué pasa con los alimentos que se encuentran justo bajo los índices de rotulación? ¿Significa eso que de por sí serán "sanos"? Por eso Daniel ve esta ley como un primer paso para una larga ruta y una evolución que hay que generar. "Le pondría un horizonte con información transparente para el consumidor". Propone también que se agregue un rotulado opuesto, para destacar los alimentos bajos en azúcar, sodio, grasas saturadas. Y que junto a esto haya un trabajo conjunto con el Ministerio del Deporte y programas como Elige Vivir Sano.

La Gerente de alimentos de ChileAlimentos, Marisol Figueroa también apoya esta complementación de la ley: “Se requieren políticas que van mucho más allá de una ley o un decreto. Necesitamos promover el deporte, el desarrollo de alimentos, la educación nutricional y sumar fuerzas públicas y privadas". Defiende a la industria considerando que la responsabilidad no es solamente de los alimentos, sino los de hábitos de la población. A diferencia de Daniel, Marisol cree que los índices de rotulación "son tan estrictos que dejan poco espacio al desarrollo de nuevos alimentos”.

¿Generará algún impacto?

Chile es pionero en el mundo con esta ley. Primera vez que se establece la obligación para toda la industria de este grupo de alimentos envasados, por lo que no hay ninguna experiencia internacional que pueda servir de muestra. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud, se estima que estas medidas inducirán a un cambio en la fabricación de los alimentos y también en la conducta de los consumidores.

Según Jorge Díaz, "la industria muy rápidamente busca caminos para ir optimizando sus recetas y en definitiva ofrecer productos con mayores alternativas y más saludables (…) Va a tener que hacer un esfuerzo y yo creo que no está muy lejos de alcanzarlo". Es una invitación a reducir los índices para no tener que rotularse.

A pesar de las críticas y propuestas a la ley, es importante considerar que significa un avance. La discusión sobre la calidad de nuestra alimentación está instalada formalmente y esta ley da pie para un trabajo de perfeccionamiento de las medidas que conviene implementar y avanzar en otras para hacer más sana la forma de alimentarnos.

¿Cómo se determinó el "Alto en" de cada producto? 

En el Minsal explican que se realizó categoría por categoría, dependiendo de la cantidad de porciones que una persona consume al día. Como los niños comen entre 5 y 7 veces al día, obliga a ser más estricto en limitar las calorías por porción (porque hay más porciones consumidas en una jornada), a no ser de que haya actividad física intensa. Se consideró también la dieta estándar de 2000 calorías diarias recomendada por la FAO/OMS, con límites máximos permitidos en porcentaje en cuanto a sal, grasas y azúcares. 

Se definió que los productos no pueden tener más de 10% de calorías provenientes de grasas. Con respecto al azúcar, varía en cada categoría. En el caso de las leches saborizadas, se definió un límite de 180 calorías por porción de 240 ml.  Los yogures, quedaron con un límite de azúcar de 22,5 miligramos por porción (225cc).