Imagen: Gojko Franulic

¡Deja de comprar yogures digestivos y haz esto!

Para una digestión sana, existen soluciones naturales, simples y gratuitas, que nos ahorrarán comprar una serie de productos digestivos. Basta que sigas esta sencilla guía.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2014-04-09 | 12:30
Tags | alimentación, comida, digestión, salud

Compramos yogures súper especiales, tomamos laxantes, comemos fibra a morir y nada. Se ha generalizado el malestar digestivo y el "tránsito lento", proliferando por todas partes los súper yogures y otros héroes que prometen solucionar el asunto. ¿Por qué no está funcionando?

Gran parte del problema es que vivimos corriendo, dormimos poco, comemos menos sano, lo hacemos apurados y estamos poco atentos a las cosas simples que necesita nuestro cuerpo para digerir en paz. ¿Cómo evitar sobrecargar nuestro sistema digestivo y ayudarlo a ser eficiente? 5 consejos simples y totalmente gratis de hacer, que nos enseñan cómo comer para facilitar la digestión. 

1. Mastica… Pero de verdad

La digestión empieza en la boca, no en el estómago. Y es simple: mientras menos masticamos, más trabajo le damos a nuestro intestino, sobre todo si son cosas difíciles de digerir.  Hoy en día comemos tan apurados, que sin darnos cuenta tendemos a tragarnos la comida casi entera. ¿Te has fijado alguna vez? Haz la prueba e intenta masticar más. No solo el alimento estará más blando, sino que la saliva hará otro trabajo que le corresponde en este proceso, como ayudar a disolver el almidón y eliminar gran cantidad de bacterias. 

2. Come más lento

Esto se relaciona con la cantidad de comida que ingerimos por minuto que, aunque no afecta directamente la digestión, sí es un exceso que carga de tarea extra a nuestro sistema digestivo, haciéndonos sentir malestar y alentando el proceso, asegura la nutricionista Francisca Bustos. Comer más lento le da más tiempo a nuestro cuerpo para digerir adecuadamente. Además nos ayuda en varios aspectos:

- Podemos masticar: Mientras más lento comamos, más tiempo tendremos para masticar con calma y más seguido, lo que facilita la digestión, como recién aclaramos.

- Sentimos más saciedad: Según nos explica Francisca, desde que empezamos a comer, nuestro cuerpo tarda 20 minutos en sentirse saciado. Por lo que si comemos rápido, nuestro cuerpo va a aceptar toda esa comida sin darse cuenta, notando que era mucha cantidad cuando ya es demasiado tarde. 

- Libera de gases: Comer demasiado rápido puede generar "meteorismo" (sí, ese el nombre científico), porque hace más probable que traguemos aire y haya distensión abdominal.  

3. Disminuye la cantidad

Sentirse "lleno", sin ganas de comer más, no es el objetivo de la alimentación, sino quedar "satisfecho". El cuerpo se satisface con cantidades estables y la comida se debe disfrutar, pero no de manera desbordante. Si comemos demasiado, más de lo que necesitamos, cargamos a nuestro sistema digestivo con tarea extra que obviamente afectará la digestión. Pero ¿Cómo lograr achicar las porciones sin sufrir? 

Sírvete menos comida, pero cómela más despacio, masticando conscientemente y tómate unos minutos antes de comer nuevamente. Aplicando el punto 1 y 2 te darás cuenta que es mucho más fácil comer menos de lo que acostumbras.

4. Hidrátate

Muchas veces olvidamos un simple elemento que es clave para que nuestra digestión funcione: el agua. Es la que echa a andar todos los elementos de nuestro cuerpo, por eso también es buena para el sistema digestivo. Hace más fluida la digestión, facilitándola, pero en cantidades normales, ya que su exceso la alarga de forma molesta. Y otra cosa: no esperes que el café o las bebidas gaseosas hagan ese trabajo, porque no hidratan. Toma agua.

- ¿La fibra no hace el efecto que promete? Hay algo que pocos saben de este elemento, recalca Francisca. Cuando queremos mejorar nuestra digestión, se nos viene siempre a la cabeza la fibra: panes integrales, cereales, frutas y otros alimentos que la contienen. Nos sentimos ayudando a nuestra digestión cuando preferimos estas comidas, pero la verdad es que la fibra es totalmente inútil si no se combina con agua. Necesita ser emulsionada, porque en seco no ayuda e incluso puede entorpecer la digestión. Por eso es muy importante mantenerse siempre hidratado, Francisca indica que uno o dos vasos de agua antes de las comidas es muy recomendable. 

- ¿No se debe tomar comiendo? Existen muchas recomendaciones sobre no tomar agua o bebidas mientras comemos, ya que dificultaría la digestión agregando saciedad, afectando los jugos gástricos o porque el frío impediría una absorción correcta de los alimentos. En realidad, esto no está comprobado científicamente que genere problemas, nos explica Francisca, algo que también corrobora la Clínica Mayo.

5. Haz ejercicio

Hay que aceptarlo (y empezar a practicarlo más): el deporte es beneficioso en demasiados ámbitos y no solamente nos ayuda a tener mejor defensas, ánimo, figura. Realizar deporte con frecuencia ayuda a acelerar la digestión, al aumentar el flujo de sangre a todos los órganos, ayudando a que funcionen de manera más eficiente. Francisca explica que el ejercicio también aumenta los movimientos peristálticos, movimientos de contracción que realiza nuestro esófago e intestinos de manera rítmica, para hacer transitar los alimentos por el tubo digestivo.

Eso sí, prefiere siempre el ejercicio antes o un buen tiempo después de haber comido, ya que si el cuerpo está digiriendo un almuerzo, pero le exiges que a la vez se dedique a atender a tus piernas que están corriendo, eso inevitablemente afectará tu digestión. Hay que dejar al cuerpo tranquilo para que ocupe sus energías en procesar esos alimentos. 

¿Conoces otros hábitos simples que ayudan a la digestión?