Atención: Este artículo se escribió en junio de 2014, por lo que algunos aspectos de la reforma pueden haber cambiado durante su tramitación en el Congreso.
Chile tiene una piedra en el zapato, lleva años cojeando, pero ya no puede caminar más: ¿Dónde está la calidad e igualdad de oportunidades en la educación? El sistema actual permitió corregir el déficit de cobertura que existía, pero hoy queremos más, tras años lamentándonos por los resultados deficientes en pruebas estandarizadas nacionales e internacionales. Sabemos que las cosas deben cambiar y mientras se piensa qué camino tomar, pasan generaciones y generaciones con experiencias educativas que llegan a ser vergonzosas.
El fin está clarísimo, pero ¿cuál es la mejor manera de alcanzar la calidad para todos? El proyecto que propuso el gobierno ha generado un amplio debate entre políticos, expertos en educación, profesores, alumnos y otros actores. Conoce aquí sus principales aspectos, las dudas que han surgido y otros comentarios, para que te formes tu propia opinión.
La primera etapa del proyecto se enfoca en dos áreas, que son consideradas prioridad para comenzar esta gran tarea.
- Institucionalidad Parvularia: Busca ampliar la cobertura y asegurar un mejor proceso educativo en esta etapa. Un aspecto será la gratuidad del nivel medio menor (2 y 3 años) y la obligatoriedad del nivel Kínder. El otro, la creación de la Subsecretaría de Educación Parvularia, para definir las políticas públicas en de 0 a 6 años y autorizar el funcionamiento de salas cuna y jardines infantiles. También la creación de la Intendencia de Educación Parvularia, para verificar el cumplimiento de esos criterios y sancionar o multar en caso de necesidad.
El aprendizaje en los niños en la etapa preescolar es clave, a tal punto que la falta de estimulación y desarrollo cognitivo puede generar consecuencias casi irreparables para sus años posteriores. Son "lagunas" profundas que no se llenan con facilidad y que siempre le van a pesar a en su recorrido escolar, por eso en este ámbito hay un relativo consenso y la mira está puesta en el otro aspecto del proyecto. Cuando de lucro, copago y selección se trata, vuelan dardos y flechas.
- Fin del lucro, copago y selección: Busca acabar con prácticas del sistema actual que, según consideran los autores del proyecto, mantienen la desigualdad y son un gran obstáculo para alcanzar la calidad. Esto afecta directamente a colegios municipales y especialmente a los Particulares Subvencionados (PS), que también reciben fondos públicos, los particulares pagados quedan fuera de esta norma.
¿Cómo está el panorama hoy? Unos 3.400.000 niños asisten al colegio, de los cuales 38% están en municipales, 53,2% en Particulares Subvencionados y 7,3% en particulares pagados. De los particulares subvencionados, 78% son constituidos por sociedades que declaran un fin de lucro (aunque no todos lo hagan), 22% por fundaciones o corporaciones y un 64% de ellos son gratuitos, mientras el 36% cobra un monto extra a las familias (copago). ¿Qué se quiere cambiar en cada aspecto?
Les explicamos aquí de la manera más simple posible en qué consisten y, según la postura oficial, qué pasaría con cada uno de ellos. Más abajo, explicitaremos la discusión que estas ideas han detonado.
¿Qué significa en educación? Ganar dinero impartiendo educación que está subvencionada por el Estado. Existen colegios particulares que reciben esta subvención y pueden lucrar o no, según el origen de su sostenedor, que es el "dueño" del Proyecto Educativo. Si son una corporación o fundación no generan utilidades, pero si se trata de una sociedad que declara un fin de lucro, pueden generar ganancias (aunque no todos de ellos lo hacen). El 78% de los Particulares Subvencionados pertenece a este grupo.
¿Por qué se quiere eliminar? Para quienes lideran la reforma, es inconcebible que existan establecimientos generen utilidades a partir de recursos públicos, y más aún cuando hay varios de ellos que entregan educación de mala calidad a sus alumnos. Si se busca concebir la educación como un derecho de la ciudadanía, el lucro debiera terminar.
¿Cómo se acabará? Quienes quieran seguir en el rubro educacional, tienen la obligación de transformarse en persona jurídica sin fines de lucro en un plazo de 2 años. Si no están dispuestos, deberán convertirse en un colegio particular pagado (perdiendo la subvención del Estado) o cerrar el recinto, vendiendo el terreno para que sea usado para otros fines o a otra comunidad educativa que pueda hacerse cargo.
Para evitar la triangulación de dineros para obtener lucro, se exigirá a los sostenedores que sean propietarios de los inmuebles donde funcionan, en un plazo de 12 años. Si no pueden comprarlo, el Estado lo hará, y el sostenedor se lo arrendará y podrá seguir administrando el establecimiento. Según estima el Mineduc, 1/3 de los colegios haría esto y se fijaría un costo total máximo de US$ 5.000 millones para esa compra.
¿Qué significa en educación? Es una cuota mensual que pueden cobrar los colegios Particulares Subvencionados o municipales a las familias. Este financiamiento compartido es posible desde 1994 y la mayoría se da en establecimientos PS, aunque también se pueden incorporar algunos municipales si hay acuerdo mayoritario de apoderados. El 36% de los colegios PS cobran un monto por alumno, que en algunos casos llega hasta los $84.000 aproximadamente, tope máximo permitido por ley.
Pero hay una excepción importante: los alumnos prioritarios suscritos a la SEP ( Subvención Escolar Preferencial) y los considerados dentro del 15% de matrícula vulnerable de cada colegio que recibe subvención estatal, están exentos de todo pago.
¿Por qué se quiere eliminar? Quienes quieren acabar con él, consideran que genera una fuerte discriminación y contribuye a la desigualdad. Las familias con menos recursos quedan excluidas de estos establecimientos por no tener la posibilidad de pagar, estratificándose la educación según capacidad de pago.
¿Cómo se acabará? En un plazo de 10 años, el gobierno irá asumiendo gradualmente parte del copago que hacen las familias, hasta cubrirlo por completo. Al mismo tiempo se irá aumentando la subvención del Estado a los colegios municipales, para igualar los ingresos de ambos tipos de establecimiento. Además, los colegios que exigen copago no podrán cobrar más de $84.000 aprox. durante todo ese período.
- ¿Si queda el pago en manos del Estado, serán lo mismo que los colegios municipales? No. Los colegios particulares subvencionados seguirán existiendo como tales y en el caso de poder mantenerse como lo hacen actualmente, los sostenedores seguirán con su Proyecto Educativo específico.
- ¿Qué pasará con la Subvención Escolar Preferencial (SEP)? Se mantendrá este aporte extra a los alumnos más vulnerables que asisten a colegios con financiamiento compartido, que hoy es de máximo $35.000, pero además se ampliará a la clase media. Se creará también una subvención de Gratuidad, un aporte extra para aquellos colegios que sean gratuitos durante el proceso (municipales y algunos particulares subvencionados), buscando generar incentivos a aquellos colegios con bajo copago para que lo eliminen. Ambos montos irán aumentando de forma gradual.
¿Qué significa en educación? Elegir los alumnos que entran al colegio según sus características. Ante el exceso de demanda, algunos colegios sortean la entrada de los niños, pero muchos seleccionan según diversos criterios como rendimiento o vinculación con el proyecto educativo.
¿Por qué se quiere eliminar? Es una medida discriminatoria del sistema, porque elige arbitrariamente a los alumnos según sus características intelectuales, económicas o según la vinculación de las familias al Proyecto Educativo. Actualmente, si un colegio que recibe aportes del Estado tiene cupos, debe aceptar a los alumnos que postulen. Pero cuando hay una sobredemanda, no todos sortean sus cupos entre los postulantes, sino que muchos seleccionan según diversos criterios.
¿Cómo se acabará? Se prohibirá la selección en cualquier recinto que reciba aportes del Estado. Se creará un sistema de admisión centralizado y aquellos colegios que se vean sobrepasados en su capacidad, deberán realizar un sorteo aleatorio entre los futuros alumnos. Los padres postularán a los colegios con orden de prioridad y una vez seleccionados, deberán adherir al proyecto educativo. Habrá prioridad para la admisión en tres casos: el 15% de los alumnos prioritarios, los hermanos de quienes estudien en el establecimiento y los hijos de profesores y administrativos.
- ¿Y los colegios emblemáticos? Los alumnos también postularán a ellos a través del sistema de admisión centralizado, pero sólo podrán ser aceptados quienes se encuentren entre el 20% de mejor desempeño de su generación. La selección será aleatoria.
- ¿Y los artísticos? Podrán aplicar sus propios sistemas de admisión y realizar pruebas de habilidades específicas.
Gonzalo Muñoz, jefe de la División de Educación General del Mineduc, considera que acabar con estos tres puntos tiene un impacto directo en la calidad de la educación. Primero, porque a su juicio, financiar con recursos públicos a entidades sin fines de lucro es la mejor manera de asegurar que se utilicen exclusivamente en mejorar la calidad de la educación y de los estudiantes. Segundo, porque los recursos invertidos por las familias serán más que duplicados con la ampliación de la ley SEP y de la Subvención de Gratuidad. Una vez aprobada la ley, los sostenedores contarán con más recursos. Para conocer en detalle el proyecto, puedes entrar aquí.
Las medidas planteadas han generado diferentes reacciones, por todas las consecuencias que podrían generar, según las distintas experiencias, donde críticas e incertidumbres se han tomado el protagonismo ante este tema que a todos nos preocupa.
La reforma está impulsada por la noción de que para partir hablando de calidad en educación pública y comenzar el gran proceso que esto implica, debe haber primero igualdad y para esto no puede seguir existiendo selección, lucro ni copago.
Ante esta propuesta que parece beneficiosa, aunque costosa, se han planteado preguntas importantes desde los mismos colegios involucrados, expertos en educación, la oposición, etc. en cada uno de esos aspectos. Aquí cuatro dudas generales que han surgido a partir del proyecto:
1. ¿Por qué “castigar” a los colegios que sí lo están haciendo bien y no intervenir solamente a los que funcionan mal?
Si un colegio tienen una buena gestión, ha logrado construir una comunidad educativa de calidad, consigue buenos resultados académicos ¿por qué cambiarle las reglas del juego cuando lo hacen bien? Es la pregunta que se están haciendo muchos con respecto a los colegios particulares subvencionados, que verán alteradas sus condiciones de funcionamiento, lo que afectaría considerablemente su capacidad de continuar de la misma manera.
"La política educativa debería atacar los malos desempeños ahí donde estos ocurran, pero no perder energía en tensionar a un grupo específico (…) Los buenos colegios, más que amenazados, deberían ser potenciados, incluso si sus sostenedores obtienen una legítima ganancia", propone Harald Beyer. Y agrega que en el caso de los colegios que no cumplan los estándares de calidad tengan la obligación de ser entidades sin fines de lucro.
Otro modo de ver la reforma es que, para empezar a trabajar la calidad de la educación pública en Chile, se debería probar interviniendo un grupo de establecimientos con bajos logros y demostrar un buen modelo de mejoramiento que se pueda aplicar a todos, antes de pretender extender la reforma a todo el sistema.
2. ¿Por qué cambiar el estatuto jurídico de los establecimientos mejorará la calidad?
" Los colegios deberían juzgarse por resultados, no por la naturaleza de sus sostenedores", sostiene el centro de estudios Libertad y Desarrollo, que afirma que según la encuesta CEP 2006, los padres no desaprueban el lucro, siempre y cuando se informe, los colegios tengan buenos resultados y se cumpla con las leyes.
Entendidos en educación como Beyer y Ricardo Paredes, explican que al poner los resultados SIMCE sobre un gráfico, se puede observar que combinándolos con el índice de vulnerabilidad y según el tipo de establecimiento, éstos se distribuyen heterogéneamente sin importar si los alumnos son de colegio municipal, particular subvencionado con lucro o particular subvencionado sin lucro.
A partir de esto, varios expertos cuestionan el hecho de que la calidad de la educación dependa directamente de la categoría del colegio, sino que a fin de cuentas se relaciona con su capacidad de gestión y la calidad de sus profesores, entre otros factores. ¿Asegurarán estos cambios la calidad?
3. ¿Qué hay de los profesores y su rol en las aulas?
Por mucho que los colegios dejen de lucrar, seleccionar y cobrar copago para permitir un acceso más igualitario, si sus profesores siguen siendo deficientes y las metodologías no evolucionan para estar a la altura del modo de aprender en el siglo XXI, los esfuerzos nada valen.
José Joaquín Brunner, investigador de políticas educacionales y académico, comentó en La Segunda que la reforma educacional "debería concentrarse en lo que nos interesa a todos -cómo mejorar la calidad de los aprendizajes- en vez de enredarse con medidas que generan discordia y poco aportarán a mejorar los resultados de la educación".
A su juicio, el proyecto es una agenda de múltiples cambios que no responden a un diagnóstico compartido. A fin de cuentas, si todos los colegios entregaran educación de calidad, no sería tan relevante si el colegio es municipal, particular subvencionado con lucro o no.
Patricia Schaulsohn, de Educación 2020, está de acuerdo con que totalmente necesario comenzar la reforma eliminando el lucro, copago y selección, pero concuerda con la importancia de ver qué va a pasar con los profesores en ejercicio: "Estamos ansiosos de que se presente rápidamente el proyecto que llamamos de carrera docente. Nos interesan dos temas que hay que abarcar: formación (donde estudian, currículum, etc.) y carrera, el ejercicio de la profesión", nos cuenta.
Este aspecto es algo que viene en una segunda etapa de la reforma educacional y está contemplado junto al proyecto de desmunicipalización, entre otros más. Pero serán discutidos una vez resuelto el problema copago, lucro y selección.
4. ¿Por qué gastar miles de millones de pesos en comprar infraestructura y no en educación?
Una de las medidas más criticadas, pues hasta cinco mil millones de dólares le podría costar al Estado hacerse cargo de aquellos establecimientos que los sostenedores no puedan comprar en un plazo de 12 años. Generó sorpresa y disgusto, pues todos esperan que los grandes montos que se invertirán (y que según se planea, se recaudarán de la reforma tributaria) se inyecten en medidas que contribuyan directamente a la calidad de la educación.
Junto a estas interrogantes han surgido otras dudas, relacionadas con los Proyectos Educativos Institucionales de los colegios. Por ejemplo, ante la medida de que no se podrán abrir nuevos colegios en una comuna, si es que la demanda está cubierta, ¿Y qué pasa si esos colegios no son de calidad? ¿Qué pasaría con la diversidad de proyectos educativos? O frente al fin de la selección, ¿Por qué dejar de priorizar a familias o alumnos afines al proyecto educativo que responda a sus necesidades? Si quieres ver uno de los informes críticos a la reforma, puedes leer este documento de la Fundación Avanza Chile.
Hay mucha discusión, pero también hay consenso cuando se trata de enfoques y medidas. Sin embargo se han generado opiniones desde todos los sectores (estén a favor o en contra) ante este proyecto: que falta participación de la ciudadanía, que es absurdo invertir recursos comprando infraestructura si eso no asegura la calidad, que el enfoque está desviado, que no hay medidas a corto plazo para enfrentar la crisis de la educación pública, que se está olvidando a los principales actores en el aula, que es insuficiente, que no acaba con el mercantilismo, entre otras… El ministro Nicolás Eyzaguirre ha tenido que enfrentar muchísimas críticas de parte de los principales actores en la educación.
En una reunión con los diputados de la Comisión de Educación en Santiago, se manifestó la incertidumbre entre los mismos parlamentarios. Dentro de la discusión de las medidas, la más criticada fue la de la compra de los colegios por parte del Estado. El diputado PPD y presidente de la comisión, Mario Venegas, dijo que le hubiera gustado "que se empezara por fortalecer la educación pública primero e inyectar esta cantidad de dinero en esos alumnos". También Ignacio Walker (DC) dio que hablar por su comentario: "Nunca imaginé que el Mineduc se transformaría en un gestor inmobiliario", cuando invitó a no perder el norte. Finalmente en la reunión el ministro señaló: "Si a ustedes no les gusta esa opción (la de que el Estado compre), la borramos".
Bastantes dudas ha generado también lo que comentó hace algunos días el ministro, cuando al comparar la educación en Chile con una cancha de patinaje donde unos están descalzos y otros en patines afirmó: "Me dicen: '¿Por qué no entrenas más, por qué no le das comida al que va descalzo?'. Bueno, porque primero tengo que bajar al otro de los patines". ¿No sería mejor brindarle patines al que no los tiene y nivelar hacia arriba?
Giorgio Jackson sí cree que este proyecto nivela hacia arriba, según nos explicó, pues exige más recursos para atender la educación pública. Está de acuerdo en comenzar con el fin del copago, lucro y selección: "Yo soy bastante partidario de terminar con estas tres anomalías del sistema actual. Sin embargo creo que no son las únicas cosas que hay que hacer (…) Sin duda la carrera docente va a ser fundamental (…) también el fortalecimiento a la educación pública con la desmunicipalización, inyectar recursos en temas de infraestructura, la innovación en prácticas pedagógicas. Eso tiene que venir pronto", aseguró.
Cree que intervenir solamente a los que no entregan calidad no es una opción, pues ante la complejidad del sistema actual, se debiera hacer una reforma sistémica para que realmente los niños de distintos orígenes puedan encontrarse en un mismo lugar, si es que se busca integración e igualdad de oportunidades, destaca.
Patricia Schaulsohn dice estar de acuerdo con comenzar por este aspecto, pues los tres afectan la calidad y además son decisiones más técnicas que otras, sin embargo, considera que removerlos no resolverá el problema. “Lo que sí nos preocupa mucho (a Educación 2020) es que la implementación de este proyecto debe ser con mayor gradualidad, incluso partir con planes piloto. Por ejemplo, el sistema de postulación centralizada en una región. Somos partidarios de la mayor gradualidad posible y en la medida de lo posible”, subrayó.
Dentro de todos los ataques y diferencias de opinión, el ministro ha defendido la validez del proyecto con fuerza, independiente de las modificaciones que pueda haber en algunos puntos.
Hace pocos días, los diputados hicieron una lista con 130 expositores para conversar sobre las medidas que se implementarán, pues el fin al lucro, el copago y la selección, se discutirá con tiempo. En un principio dijeron que las exposiciones de expertos e instituciones se extenderían incluso hasta el 6 de enero de 2015 en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Pero según la bancada de la Nueva Mayoría, “se dilataría de manera excesiva”, sin embargo en la Alianza aseguraron que es necesario escuchar la mayor cantidad de opiniones posibles antes de tomar tan importantes decisiones. Los diputados oficialistas consideraron esta medida como una excusa para alargar la discusión y que seguir hasta enero no era una opción.
El gobierno no puso urgencia al proyecto, un gesto para dar espacio a la discusión y a la participación de distintos actores, pero en el ministerio también advirtieron que “si esto se va a usar para dilatar la tramitación, el Ejecutivo va a emplear las herramientas con que cuenta”.
¿Qué camino elegir para llegar a la calidad de la educación? La discusión sobre la reforma tiene que ver, a fin de cuentas, con una diferencia de enfoques. ¿Qué es lo primero que hay que atender y cuáles son los mejores medios para ello? Por el momento es bueno que esté en discusión y que se busquen consensos entre los sectores, pues se trata de cambios profundos que van a alterar notablemente la educación del país.
Es importante que se establezca de la mejor manera el uso de los recursos públicos que se busca destinar, para que estén bien enfocados y se tomen las medidas más eficientes para alcanzar una verdadera calidad en la educación. Y al más puro estilo El Definido, creemos que sería positivo tomar en cuenta dentro de la discusión, aquellas experiencias de éxito que existen en la educación de hoy en nuestro país, ¿Qué podemos aprender e imitar de ellas?