Imagen: Gojko Franulic
¿Por qué no entendemos lo que leemos y qué podemos hacer al respecto?
Para solucionar un problema, hay que comprender su origen. Tenemos a más del 80% de la población sin entender bien lo que lee y respetables investigadores ya han logrado descifrar cuáles son los principios básicos que debemos adquirir para bajar ese porcentaje.
Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2014-06-27 | 12:10
Harto revuelo generó el estudio de la Universidad de Chile donde se revelaba que el 84% de los chilenos entre 16 y 65 años no entendía bien lo que lee. Una ola de críticas al ministerio de Educación, los docentes, el precio de los libros y algunos análisis de los trabajos a los que podríamos optar y cuánto se elevarían los ingresos si las cosas fueran distintas, fue más o menos el sabor que dejó el develador porcentaje.
Con iniciativas como "Lee Chile Lee", el método Matte (aplicado en algunos colegios) y una serie de ferias y actividades para acercar los libros a la gente, nuestro país está trabajando gradualmente para mejorar el indicador. Pero este no solamente es un problema nuestro. En muchos países, la comprensión lectora ha resultado un objetivo difícil de alcanzar, al punto que se sigue investigando cuál podría ser la solución para facilitarle a los niños un mayor entendimiento de los textos que estudian.
El Centro de Estudios Públicos (CEP), publicó un estudio realizado por E.D. Hirsch, fundador de Core Knowledge Foundation y profesor emérito de educación y humanidades de la Universidad de Virginia, llamado "La comprensión lectora requiere conocimiento de vocabulario y del mundo". El investigador examinó desde distintos ángulos el problema de la falta de comprensión de lectura durante tres décadas, haciendo tres hallazgos fundamentales, que además generan consenso entre los especialistas:
1. La fluidez permite a la mente concentrarse en la comprensión.
Si la decodificación (cuando identificamos signos gráficos con un nombre o un sonido) no se produce rápidamente, el material decodificado se olvidará antes de ser comprendido. La fluidez aumenta con el conocimiento del tema, permitiendo que el lector haga conexiones rápidas entre contenidos nuevos y contenidos previamente adquiridos; esto facilita tanto como profundiza la comprensión. Los estudiantes superan las limitaciones de la memoria de corto plazo captando rápidamente qué tipo de texto es, identificando ágilmente las palabras y entendiendo las conexiones gramaticales entre ellas y el nivel básico de la oración.
Leer en voz alta. Es lo que más sirve para ejercitar la lectura rápida. Para eso... tiempo. Date el espacio de escuchar a tus hijos leyendo en voz alta y luego hazle preguntas al respecto y con qué temas lo relaciona.
2. La amplitud de vocabulario aumenta la comprensión y facilita un mayor aprendizaje.
En la adquisición de vocabulario, una pequeña ventaja inicial se convierte en una mucho mayor (a menos que intervengamos inteligentemente para ayudar a los estudiantes más atrasados a aprender palabras a un ritmo acelerado). No basta saber el significado de una palabra para "adquirirla", las denotaciones y connotaciones de la palabras se aprenden gradualmente, hay que tener muchas experiencias con el lenguaje. De hecho, la mayor parte del crecimiento del vocabulario ocurre incidentalmente, a partir de una inmersión masiva en el mundo del lenguaje y de los conocimientos.
Un buen método para ayudarle a tus hijos a ampliar el vocabulario, es pedirles que te ayuden a escribir. Si tienes que hacer la lista del supermercado, o ciertos recordatorios, hazlo en conjunto. Ahí surgirán espontáneamente dudas sobre lo que está escribiendo y conocerá nuevas palabras. Lo mismo a la hora de enfrentarse con el envoltorio de un producto o instrucciones a seguir en alguna actividad. Hazle preguntas a tu hijo que obliguen a utilizar palabras aprendidas durante la semana. Y cuando ya estemos grandes, el diccionario siempre es la mejor fuente de aprendizaje.
3. El conocimiento del tema aumenta la fluidez, amplía el vocabulario y permite una comprensión más profunda.
Este principio ha sido comprendido sólo recientemente. El conocimiento del tema permite a los lectores dar sentido a las combinaciones de palabras y escoger entre los múltiples posibles significados de una. El conocimiento del tema es necesario para dar sentido a oraciones que de otra forma serían confusas. Cuando alguien lee (y escucha), debe hacer deducciones que dependen de conocimientos previamente adquiridos, y no de habilidades "deductivas" contextualizadas.
El estudio de la CEP asegura que Hirsch termina citando las conclusiones del célebre sociólogo James S. Coleman, luego de una vida profesional dedicada a estudiar las características de los colegios y programas efectivos: Un programa deficiente afecta más adversamente a los alumnos provenientes de familias de bajos ingresos, que a los procedentes hogares de medianos ingresos, ya que estos últimos dependen menos del colegio para adquirir conocimientos. Pero un buen programa escolar es inherentemente igualitario debido al efecto compensador que tiene, precisamente, en los alumnos de hogares de bajos ingresos.
Únete al Desafío Lector
Desde comprar un producto en el supermercado que entendimos que era algo distinto a lo que resultó ser hasta responder lo que no te preguntaron en una entrevista de trabajo, es parte de cómo nos afecta en la cotidianidad no entender lo que leemos. Pero pareciera que los indices lectores quedan en los libros y los seguimos viendo como algo totalmente ajeno. Por esto es que el portal EducarChile de la Fundación Chile, lanzó la campaña Únete al Desafío Lector. Durante 2 meses, el sitio recibirá las propuestas de los estudiantes que busquen apoyar la toma de conciencia acerca de la importancia de comprender lo que se lee.
"No es que no haya propuestas de solución, pero no se le da la importancia. Es como cuidar el agua... Nosotros gracias a muchas a campañas hemos tomado conciencia que no hay que dejar corriendo el agua. Esta es una campaña, de muchas esperamos, que busca concientizar que no da lo mismo no entender lo que leemos", dice Verónica Herrera F., Sub Directora TIC´S y Educarchile.
Comprender comienza con acciones tan cotidianas como leer con frecuencia y poner atención.
Por eso, el concurso invita a participar a estudiantes de 7° básico a IV° medio de todos los establecimientos del país, en un desafío de 2 pasos: en el primero deberán sensibilizar a sus compañeros, amigos, familia, etc., sobre la importancia de la lectura en la vida cotidiana, con ejemplos concretos de situaciones en que salimos perdiendo cuando no entendemos lo que leemos; y en el segundo, ayudarles a experimentar en carne propia la falta de comprensión lectora.
Para participar deben entrar al sitio del desafío, donde encontrarán las bases, acompañadas de ejemplos para inspirarse y viralizar sus trabajos en las redes sociales. El mejor trabajo ganará un iPad Air Wifi de 16 Gb para seguir leyendo y testimoniando la importancia de la comprensión.
Los profesores están especialmente llamados a participar en esta causa, ya que por su labor son quienes pueden llevar el desafío lector a sus asignaturas o ayudar a los niños a tomar conciencia temprana sobre la importancia de comprender lo que se lee, a través del ramo de orientación. También habrá una mención honrosa a los cursos que se fotografíen con sus trabajos y compartan las imágenes en redes sociales con el hashtag #DesafíoLector
Tanto la campaña como el concurso se extenderán hasta el 14 de agosto de 2014.
