Imagen: Gojko Franulic

Endurecieron la norma: La ley aplicará mano dura a los envases alimenticios

Mano dura a los alimentos altos en sal, azúcar o grasas saturadas es lo que buscan los cambios a la Ley de Etiquetado de Alimentos, con el objetivo de disminuir la obesidad de los chilenos y que entraría en rigor en junio próximo. ¿Qué cambió respecto al proyecto original?

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2014-07-10 | 07:00
Tags | Ley de etiquetado de alimentos, modificaciones, ministerio de Salud, estricta, cambios, junio 2015
Leemos que somos el segundo país con mayor sobrepeso de Sudamérica, que el 9,5% de nuestros menores tiene peso extra y que más del 80% de las enfermedades que nos afectan están relacionadas con cómo nos alimentamos, bebemos y fumamos. Claro, nos preocupa, nadie quiere estar dentro de esos índices, pero es difícil tomar medidas concretas al respecto cuando vamos al supermercado: ¿Qué snack engorda menos? ¿O cuál de los cereales es más saludable? ¿Y la mantequilla menos dañina? Para remediar eso, el ministerio de Salud nos dará un empujoncito para que hagamos mejor la tarea y desde el 2015 comprar a conciencia será más fácil.

Hace un tiempo les contamos sobre las características básicas de la Ley de Etiquetado de Alimentos, también conocida como la "Ley Súper 8", con el objetivo de reducir el consumo de alimentos envasados altos en contenidos de sodio, azúcar y grasas saturadas. Pero tras una serie de críticas respecto a su falta de rigidez, se le hicieron nuevas modificaciones y por ende se pospuso su entrada en vigencia para el próximo año. 


¿Qué cambió en la ley?


Anteriormente, se había definido una aplicación progresiva de la ley de etiquetado de alimentos, que disponía originalmente de tres fases, en un plazo de un año, para la rotulación de cada nutriente crítico y su prohibición de venta en establecimientos escolares. Ahora se determinará una fecha única para la total vigencia de todos los aspectos de la norma.

Así que a helados, mayonesas, bebidas gaseosas, masas y varios otros productos más, se les acabó la fiesta. Todos tendrán advertencia, sin importar su marca. Todos deberán tener un mensaje saludable en las caras frontales de sus envases. Todos tendrán restricciones de publicidad y ganchos comerciales, y ninguno se podrá vender en los colegios.

Otra de las grandes modificaciones es una medida universal de 100 gramos para medir si un alimento tiene exceso de sal, azúcar o grasas saturadas. Por ejemplo, un alimento será considerado con exceso de azúcar cuando tenga 10 gramos de este nutriente por cada 100 gramos del insumo. Anteriormente se requerían de 18 gramos por porción para considerarse excesivo, cosa que fue criticada pues la "porción" es algo que determinan arbitrariamente los fabricantes y podía manipularse para quedar bajo la norma.

A propósito de lo mismo, otro cambio es que cuando un producto tenga alto contenido de sal por ejemplo, en vez de decir "alto en" en el envase, saldrá "exceso de", así se evita darle una connotación positiva. Todos los envases tendrán un ícono de advertencia que simule el signo pare de las señales del tránsito. 

La figura con la información nutricional ocupará un 10% de la cara del envase, cuando sólo un nutriente crítico supere la norma (sal, azúcar o grasas saturadas), y aumentará a un 20% cuando sean dos o más nutrientes críticos. Estos productos no se podrán publicitar en programas de televisión, radio o internet destinados a niños o adolescentes, ni tampoco en espacios publicitarios.

¡Sal de nuestros alimentos, sal!


El sodio será el más castigado... de hecho, la idea es que progresivamente vaya disminuyendo su proporción hasta prácticamente desaparecer. La propuesta de ahora es que se aceptan 400 miligramos de sal en 100 gramos de comida, pero se someterá a una disminución que deberá llegar a 150 miligramos por esa porción en los próximos años. Además, la nueva ley especifica que se debe rebajar en un 15% la cantidad de este insumo cada cinco años.

Eso si, hay unos que se salvan. Las legumbres, carnes, leche, semillas, entre otros, tienen chipe libre y no se someterán a juicio. 

Si prosperan las modificaciones elaboradas por el ministerio de Salud, estas debieran entrar en vigencia en junio de 2015, aunque primero deberá sortear las críticas de varios actores de la industria alimenticia, que señalan que este no es el camino para sanar un tema como la obesidad y el sedentarismo y que se debería hacer a través de la educación y el deporte.

¿Tú qué piensas? ¿Te parecen razonables los cambios a la ley?