Imagen: Gojko Franulic

9 cosas que estás haciendo mal en el trabajo. Y que es hora de cambiar

Girando en la rueda de la rutina repetimos una y otra vez conductas que están afectando directamente nuestra calidad de vida. ¿Con cuál de ellas te identificas más?

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2014-10-13 | 07:00
Tags | trabajo, oficina, calidad de vida, rutina, salud, descanso, diversión

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A veces nos sentimos como robots. Nos guste o no nuestro trabajo, la rutina nos come fácilmente y sin querer queriendo terminamos con malos hábitos que le roban un poco de gracia a nuestras vidas. Y no hacemos nada al respecto.

Eliminar esos errores que cometemos a diario en el trabajo es mucho más fácil de lo que creemos y el primer paso es identificarlos. A fin de cuentas, somos nosotros mismos los que nos quitamos la libertad con nuestras acciones mal enfocadas.

Nos basamos en una lista del diario The Huffington Post y en artículos que hemos publicado en El Definido, para definir los más clásicos errores laborales. Por eso, si quieres una mejor calidad de vida dentro y fuera del trabajo, debes darte cuenta que:

1. Estás llegando tarde (o casi casi)

Una enfermedad incurable para muchos. Cuando despiertas tarde y atrasado, no tomas desayuno o lo haces muy rápido, afectando tu productividad. Además estás más tenso, lo que influye también en tu disposición. Piensa de qué manera empieza tu día cuando llegas sin correr a la oficina, descansado porque despertaste en paz (y no con ese sobresalto desagradable del atraso). Es diferente. Pero no solamente eso, la Universidad de Harvard hizo un estudio donde comprobó que incluso en las oficinas con horarios flexibles, era conveniente llegar más temprano, pues existe lo que se llama "sesgo del jefe", que percibe y evalúa mejor a quienes llegan temprano al trabajo, incluso si han trabajado la misma cantidad de horas que los que llegaron más tarde.

Si tu gran obstáculo-tipo-Everest es levantarte, quizás te sirvan estos 3 consejos para superarlo. Y si te motivas con eso de madrugar, puedes ver aquí lo fructífera que fue la experiencia de nuestro columnista Miguel Ortiz, que se considera un noctámbulo.

2. Estás revisando el mail de inmediato

¿Te crees eficiente al comenzar el día revisando y contestando de inmediato los correos que se han acumulado desde el día anterior? Piénsalo de nuevo. Como narramos en este artículo sobre los hábitos de personas exitosas en el trabajo, llegar a revisar mails lo único que hará es distraerte con otros temas que no tienen que ver con tus deberes de primera hora. Así que, a no ser que tu trabajo sea "contestador de mails" o dependa directamente de la comunicación por correo electrónico, ignora esos 23 mensajes que solo te harán perder el tiempo y divagar, revísalos un poco más tarde. Pruébalo, funciona.

3. Y estás mandando mails súuuper largos

Si quieres que lean tus correos, limita la cantidad, pero sobre todo su longitud. No se trata de una declaración de amor en plena época del Romanticismo, necesitas escribir algo apropiado a un contexto de trabajo y todos lo saben. Así que mientras más al grano mejor, como Steve Jobs lo hacía. Limítalos a 5 frases o menos, así te ahorrarás tiempo, harás perder menos tiempo al resto y tus comunicaciones de seguro serán más eficientes para lograr lo que buscas.

Eso sí, mantén la amabilidad y simpatía, además de una ortografía y redacción apropiada, porque a nadie le gusta recibir un telegrama incomprensible o una orden sin siquiera un saludo. Ese tipo de escritura puede provocar resentimientos y malentendidos. Lee lo que escribes antes de dar "enviar".

4. Estás haciendo muchas cosas a la vez

Duele admitirlo, pero no, no eres un pulpo eficiente y ya te explicamos por qué. Estar pendientes de muchos temas y avanzar de a poco en varias cosas a la vez solamente logrará retrasarte, porque para ser productivo en una tarea intelectual tu cerebro te necesita 100% concentrado en ella. Los estudios demuestran que hay que enfocarse en un solo objetivo para lograrlo en el menor tiempo y de la mejor manera posible. Mientras más desafiante sea, más tentador será cambiarse de una ventana a otra para "avanzar" con otras cosas, pero ahí es donde hay que detenerse.

5. Estás (mal) sentado

Como les explicamos en detalle, una mala postura durante 8 horas afecta notablemente nuestra salud, por lo que muchos doctores han recomendado trabajar también de pie para mejorar nuestra actividad física, concentración y creatividad, incluso nos ayuda a ser más entusiastas y estas dispuestos a colaborar, según este estudio de la revista Social Psychological & Personality Science. Otra vía más simple para cambiar, es mejorar la manera en que nos sentamos, por ejemplo con la pantalla del computador a la altura natural de los ojos. Para otros consejos de postura, puedes leer esta guía del Hospital del Trabajador o de la ACHS.

6. Estás postergando tus vacaciones… eternamente

Si crees que saltarte las vacaciones sirve para producir mejor y sin interrupción alguna, estás equivocado. Tomar unos días de descanso para recargar baterías es fundamental para la productividad y la creatividad, además de salvarte de los daños que causa el exceso de stress. Y para que sepas lo que te corresponde y no hagas el loco, puedes ver nuestros consejos para no pedir vacaciones en la oficina.

Además considera unas "mini vacaciones" dentro de tu rutina, no te esclavices. Te recomendamos tomar una caminata de 20 minutos cada día, sus beneficios son increíbles o tómate la hora de almuerzo como corresponde, también te ayudará en muchos aspectos.

7. No tienes un Hobby

Si queremos trabajar para vivir y no vivir para trabajar, debemos recordar que las horas en la oficina no pueden ser lo único que nos pasa en nuestra semana. Agregar alguna actividad fija de algo que te interese no sólo le dará más sabor y disfrute a tu rutina, y te abrirá nuevos círculos de amigos y perspectivas, sino que además te hará mejor en el trabajo. Te ayudará a resolver problemas y a ayudar a los demás, como concluyó un estudio de la Universidad Estatal de San Francisco. Jugar fútbol, ir a un taller de lectura, hacer yoga, tocar guitarra, tejer… Haz lo que sea, en el infinito abanico de variedades encontrarás algo que te guste.

8. Te estás saltando los Happy Hour

Por algún lado hay que liberar las tensiones de la semana y hay varias formas de hacerlo. Algunos hacen deporte, otros cocinan, bailan y otros pintan mandalas… Pero incluso aunque no seas fanático del alcohol, te convendría ir con tus colegasa a un bar después del trabajo de vez en cuando. Es un espacio para acercarte más a tus compañeros de trabajo y conocer sus vidas, conversar de otras cosas. En la revista Forbes puedes encontrar unos consejos sobre qué hacer y qué no, para que el Happy Hour sea un buen momento.

9. No estás haciendo un balance de tu día

Tal como dicen en el Huffigton Post, "los diarios de vida no son sólo para los preadolescentes obsesionados con selfies y Justin Bieber, son para uno también". Es muy fácil tomarse 3 o 5 minutos para pensar aunque sea un momento en lo que fue nuestro día, revisar qué salió bien, qué queremos cambiar, en qué debiéramos esforzarnos más, etc. Después de todo, vivimos soñando con el trabajo-ideal-que-nos-llene-el-alma, pero si no pensamos en lo que estamos haciendo, cómo hacerlo mejor y si es que nos hace realmente felices, es difícil que le encontremos un sentido. Además dejar por escrito tus emociones puede ayudar a eliminar el estrés, identificar soluciones a problemas e incluso llegar a ideas brillantes que no se te ocurrirían de otro modo.

¿Qué otros errores estás cometiendo en el trabajo que te gustaría cambiar?