Chile es uno de los países con más edificios verdes del mundo. Está entre los 10 mejores del ranking, considerando tanto edificios construidos, como futuros proyectos que ya han sido aprobados para obtener el sello LEED (Liderazgo en Diseño Ambiental y Energético, por sus siglas en inglés). Esta certificación se entrega al evaluar el comportamiento medioambiental que tendrá un edificio a lo largo de su ciclo de vida, bajo los estándares ambientales más exigentes a nivel mundial.
Este sello existe desde el año 2000 y es administrado por el Green Building Council, de Estados Unidos (USGBC). Es una organización estadounidense sin fines de lucro, que tiene como objetivo promover y estimular la construcción y el desarrollo sustentable en el mundo. "Desde edificios individuales y hogares, a barrios y comunidades enteras, LEED está transformando la forma en que entornos edificados son diseñados, construidos y operados (...) La participación voluntaria en el proceso LEED demuestra liderazgo, innovación, gestión ambiental y responsabilidad social." señalan en su página web.
Hasta el momento, los proyectos LEED se han establecido con éxito en 135 países alrededor del mundo y la certificación está asociada a una misma comunidad mundial que funciona en redes organizadas por la GBC desde Estados Unidos. En Chile la evaluación está a cargo de "Chile Green Building Council", miembro establecido del World GBC.
Para un edificio, ser LEED es conveniente. El sello certifica que la construcción incluye muchas características que son beneficiosas tanto para el medioambiente, como para los usuarios y encargados del proyecto.
En primer lugar, tienen el reconocimiento mundial de sustentabilidad, que hoy en día llama la atención, valida un proyecto y le da valor agregado. Con respecto al medioambiente, reducen el impacto ambiental en muchos aspectos. Para los dueños del proyecto, hay menores costos de operación-mantención, un mayor valor de los activos y de las tasas de ocupación. Además califican para devoluciones de impuestos, entrega de subsidios, entre otros. Para sus habitantes o usuarios, son más saludables y seguros.
En concreto, una edificación LEED ahorra entre un 30% y un 50% de energía con respecto a los edificios tradicionales, lo que disminuye los costos operacionales. Además aumenta la productividad de sus usuarios al tener un diseño enfocado en la calidad de los espacios habitables, la cantidad de luz natural y los niveles acústicos requeridos, el control de calor, la adecuada ventilación, etc. También reduce los efectos negativos de la construcción en el medio ambiente, los desechos que van a vertederos y las emisiones de gas invernadero (evitando el daño a la capa de ozono y el cambio climático). Así se conservan mejor los entornos naturales.
Ser LEED es también una importante herramienta de marketing, porque demuestra una calidad superior en relación al promedio. Por último, el sello da un valor agregado reconocido mundialmente, que demuestra un especial compromiso y responsabilidad con el medio ambiente y nuestra sociedad.
Las construcciones LEED deben cumplir con varios requisitos. Las categorías que se evalúan en una construcción incluyen en primer lugar la ubicación en sitios sustentables, donde se minimice el impacto sobre los ecosistemas y los recursos hídricos. Además debe haber un uso racional del agua, para reducir el consumo y reutilizarla. Con respecto a la energía y el ambiente, se debe tener un mejor rendimiento energético a través de estrategias innovadoras. Los materiales y recursos de construcción deben ser sostenibles y los residuos reducirse. Por último, la calidad ambiental interior debe incluir una mejor calidad del aire interior, el acceso a luz natural y vistas del exterior. Además se entregan puntos extra por la innovación en el diseño o en las operaciones y por ser proyectos ambientales en regiones con prioridad, según el caso geográfico.
El sello no se exige, sino que es voluntario. Los encargados, junto al equipo de un proyecto, deciden adquirirlo. Para que un edificio nuevo pueda certificarse debe pensarse desde la primera etapa como un edificio verde. En el diseño del proyecto y la construcción deben participar todos los actores involucrados (directores, arquitectos, constructores, paisajistas, etc.) y a través de una consultora son asesorados para cumplir los estándares LEED. Pero quien revisa y certifica es una comisión especial miembro del WGBC. En esta revisión final, el comité revisor define cuántos puntos obtuvo el proyecto y le asigna un nivel. En orden ascendente es: Certificado (40-49 pts.), Plata (50-59 pts.), Oro (60-79 pts.), Platino (80 -110 pts.).
Chile está séptimo en el mundo, con 27 edificios certificados ya construidos y 175 proyectos en proceso: 202 en total. Eso pone al país en una posición destacable a nivel mundial.
Paula Hidalgo, Directora Ejecutiva del Chile GBC, dijo a El Mercurio que nuestro país tiene uno de los gastos de energía más grandes del mundo. Por eso “los mandantes están buscando a través de los proyectos LEED no solo hacer proyectos que velen por el medio ambiente y los aspectos sociales, sino también resguardar las condiciones de ahorro para que el proyecto sea rentable”.
Este ranking incluye todos los proyectos de construcción que han sido diseñados para cumplir los requisitos verdes. Sólo excluye a Estados Unidos, ya que allá hay muchos lugares donde el sello LEED es obligatorio, una medida que sería bueno imitar.
Si tienen curiosidad por los países que acompañan a Chile, aquí la lista con los nueve que la llevan y el número de proyectos:
1) China, 1.156
2) Emiratos Árabes Unidos, 808
3) Brasil, 638
4) India, 405
5) México, 322
6) Alemania, 299
7) Chile, 202
8) Turquía, 194
9) Corea del Sur, 188
Cabe hacer notar que de los seis países que superan a Chile en esta tabla, dos superan los mil millones de habitantes (China e India), dos tienen sobre cien millones (Brasil y México) y Alemania quintuplica nuestra población con 82 millones de almas. Sólo Emiratos Árabes Unidos tiene menos población que Chile, con 5 millones de personas.
Las construcciones en Chile que ya están certificadas por el sello LEED son las siguientes: