Imagen: babybemedical.com

Babybe: el colchón que mantiene el vínculo entre bebés en incubadoras y sus mamás

Este sistema chileno, que ganó el Premio Avonni Salud 2014, permite que los bebés en incubadoras reciban señales directas de sus madres ―como el latido del corazón, la respiración y su voz— día y noche. Tal ha sido su éxito, que hoy buscan expandirse a Alemania y Brasil.

Por Macarena Fernández | 2014-12-11 | 14:03
Tags | Babybe, prematuros, incubadora, nacimiento, apego maternal

Dicen que una de las experiencias más fuertes en la vida de un ser humano es el nacimiento y lo que implica dejar de un segundo para otro el confort del útero materno. Es por esto que el vínculo con la madre en la primera fase de la vida es fundamental para el desarrollo tanto físico como sicológico de los recién nacidos. Pero cuando nacen antes de tiempo, la necesidad de los prematuros de pasar un período conectados a máquinas en incubadoras, influye en un  desapego involuntario que perjudica tanto a los bebés como a las madres.

El diseñador industrial Camilo Anablón, creador de  Babybe, cuenta a El Definido que la idea de solucionar este problema surgió a partir de su tesis de magister en Innovación en la Universidad de Stuttgart, Alemania. Él se encontraba trabajando en neonatología en el hospital de Stuttgart y le llamó la atención lo lejana que era la relación entre las madres y sus hijos prematuros, por lo que decidió crear un dispositivo para que el recién nacido ―pese a estar físicamente alejado de la madre— no deje de sentir las señales que ella le entregaría en condiciones normales.

“Para el diseño del dispositivo nos centramos en el clásico cuidado canguro que es el método que actualmente se utiliza para estabilizar al bebé prematuro a través del contacto de piel a piel con su madre. Hay muchos estudios que aseguran que esto es beneficioso para el bebé, ya que baja el nivel de estrés, se regulan la respiración y los latidos cardíacos, se regulan los ciclos de alimentación, llanto, sueño, actividad y todo eso influye en que el bebé se mejore más rápido. Entonces me puse a pensar qué podríamos hacer para que este apego se extendiera durante las 24 horas y no sólo por un par de horas al día. Y así es como ―apoyándonos en todos los beneficios del cuidado canguro— nació Babybe ”, cuenta su creador.

Señales maternas las 24 horas del día

Actualmente, la única opción de contacto real que tienen las madres de niños prematuros, es sacar a sus hijos de las incubadoras para tenerlos en sus brazos por algunas horas al día, exponiéndolos a infecciones y otros riesgos que conlleva este procedimiento para el recién nacido. Y esto sólo se permite cuando los bebés ya han pasado el estado crítico.

Anablón enfatiza en que “ la idea no es impedir el contacto físico real de los bebés con sus madres, sino lograr una combinación para que este contacto pueda ser durante las 24 horas del día. Y en el caso de los prematuros en estado crítico, en el que el riesgo a infecciones les impide tener cualquier tipo de contacto físico con el exterior, la madre puede mantener el vínculo con su hijo a través de las señales que reproduce el aparato”.

Babybe permite que el contacto entre madre e hijo sea permanente, ya que funciona a través de una conexión inalámbrica que recoge, en tiempo real o grabado, las señales de la madre, como los latidos del corazón, la respiración y la voz, y los lleva hasta el colchón donde se encuentra el recién nacido.

El dispositivo cuenta con una especie de mochila, denominada “tortuga”, que debe llevar la madre en la parte delantera. Ésta cuenta con sensores ubicados cerca del pecho de la madre, que replica las formas básicas del cuerpo del bebé. Con un rango de alcance de cerca de 30 metros, le permite interactuar de forma maternal con su hijo. Para ello, el dispositivo toma las señales de la mamá, para enviarlas de forma inalámbrica a una caja que se encuentra al lado de la incubadora y que está conectada a esta. De este modo, la caja toma las señales de la tortuga y las transforma en movimientos que se replican en el colchón ubicado bajo la incubadora, permitiendo que el bebé reciba todas las señales torácicas de su madre, como si estuviese acurrucado en su pecho.

“Cuando, por ejemplo, la madre respire hondo, esa expansión del pecho la toma la “tortuga”, la envía al computador y éste hace que el colchón de la incubadora se infle al miso ritmo de los impulsos enviados”, revela el creador de Babybe.

Babybe en el mercado

Tras recibir el apoyo de Start-Up Chile y de la aceleradora norteamericana Haxlr8r (se pronuncia "hax-el-ar-eight-ar" que es la forma más rebuscada del mundo de escribir "accelerator") y después de ganar el Premio Avonni Salud 2014, Camilo Anabalón logró que Babybe comenzara esta semana la fase de estudios clínicos en el Hospital San Borja, con el fin de determinar los beneficios clínicos del aparato.

Según Anabalón, mundialmente no existe nada parecido a Babybe. Existen cámaras web que se ponen en las incubadoras para que los padres puedan observar a sus hijos cuando quieran, almohadas en forma de mano que simulan los brazos de la madre o incubadoras que cuentan con señales de respiración estándar. “Nosotros nos alejamos de los movimientos estándar, porque los latidos cardíacos, la voz y la respiración son diferentes en persona a persona, como las huellas digitales”.

Una vez que el Hospital San Borja entregue los resultados de sus estudios clínicos, la idea es empezar ―a mediados del 2015— a comercializar el producto en los hospitales tanto públicos como privados dentro de Chile, Brasil y Alemania, ofreciéndolo como un servicio más a aquellas familias que tienen un bebé nacido antes de tiempo.

¿Crees que este invento logre mejorar el apego de los bebés prematuros?