Como les contamos anteriormente, para enfrentar la preocupante desaparición de las abejas en el mundo, una organización chilena sin fines de lucro, llamada Plan Bee, además de estudiar los factores que dificultan la proliferación y las causas de muerte de las abejas en Chile, busca generar conciencia y educar a la sociedad en la conservación casera de abejas, a través de su campaña “Polinicemos Chile”, para lo que acaba de crear un manual para hacer más fácil la tarea.
“Las abejas están muriendo a una tasa fija de un 8% anual en nuestro país y a un 35% en todo el mundo. Si esto continúa así, en Chile, la especie se extinguirá en 15 años, lo que producirá déficit alimenticio para el ser humano y todos los seres vivos en nuestro territorio y en el planeta entero”, señala Paula Pedreros, ingeniera agrónomo y fundadora de Plan Bee.
El fenómeno de la extinción de las abejas ha sido llamado Síndrome de Colapso de las Colmenas (CCD),y hoy ataca a las abejas de todo el mundo. EnEstados Unidos, el 60% de las abejas han desaparecidosin dejar rastro, mientras que en Francia, Austria e Inglaterra, las cifras llegan a un 50%.
El 80% de las plantas que florecen en el planeta dependen de la polinización para sobrevivir, la que ocurre tanto gracias a fuerzas naturales, como el agua y el viento, como gracias a la acción de animales como colibríes, mariposas, polillas, moscas, avispas, abejorros y murciélagos y, fundamentalmente, las abejas.
Se estima que de las más de 300 mil especies de plantas que son polinizadas por animales, las abejas participan en alrededor de 250 mil. Pero es en los cultivos humanos donde se aprecia su mayor importancia, pues poco más de 1.200 tipos de cultivo en el mundo (71%) las utilizan ―en menor o mayor grado— como vehículo de polinización. En algunos casos, como en los arándanos, manzanas, cebollas, paltas, almendras y naranjas, los cultivos pueden depender hasta en un 90% de la acción de las abejas.
En definitiva, su existencia es sumamente importante para el sano desarrollo de nuestro ecosistema, y aún estamos a tiempo de hacer algo para evitar que éstas se extingan.
¿Cómo ayudarlas?... ¡Siguiendo la guía interactiva de Plan Bee y plantando!
Como la idea es ir más alá de generar conciencia, sino también ayudarnos a ayudar, Plan Bee acaba de crear una guía interactiva que tiene varias secciones útiles para entender el problema y se parte de la solución.
1) La guía abre con datos duros sobre la importancia de las abejas en la polinización y en el desarrollo de los cultivos, su impacto en nuestra alimentación, las características de la miel y de su producción, y el estado de las abejas en Chile.
2) Además presenta las razones por las que están muriendo, algunas de las cuales detallamos en el recuadro de más abajo.
3) A continuación ofrece 9 pasos para que ayudemos a prevenir su muerte, desde cosas tan básicas como no matarlas por miedo y no usar pesticidas, hasta otras más complejas como preferir alimentos orgánicos y tener un refugio de abejas (ofrece un manual al respecto).
4) Finalmente ofrece una guía de plantas melíferas según la zona de Chile donde vives,con el fin de atraer a las abejas al néctar y polen de sus flores, especificando qué especies nativas y foráneas son ideales para plantar en cada zona. La guía permite seleccionar la zona del país en que vives (norte, centro y sur) y luego seleccionar entre plantas nativas y foráneas. Para cada uno indica la familia a la que la planta pertenece, las regiones en que se puede dar, la época de floración y su producción.
Una alternativa para conseguir las semillas es a través de intercambiarlas en la Red de Semillas Libres de Chile, que busca rescatar la diversidad agrícola y las tradiciones culturales mediante la unión y colaboración de personas, con el fin de multiplicar y proteger las semillas chilenas.
Otra medida que se ha tomado a nivel nacional, (que no tiene relación con PlanBee) es la inseminación artificial de abejas reinas, medida que se aplica en Chile desde el 2008, por Abejas del Bio Bío Limitada y consiste en introducir semen de zánganos seleccionados a través de un micro quirófano que permite contralar todas las etapas de la inseminación, y así obtener abejas reinas 100% puras a sus razas.
La crioconservación de semen de zánganos de las abejas productoras de miel, busca potenciar la producción de abejas reinas seleccionadas, alargar los procesos de producción de abejas reinas con fines exportables, industrializar las abejas reinas inseminadas para la producción de miel, polen, jalea real, propóleos, destacando además, que el proyecto permitirá constituir un banco de semen de zánganos para apoyar la conservación de las abejas.
- Los monocultivos son grandes extensiones de un sólo tipo de cultivo. Al plantar de esta forma, las abejas sólo tienen un tipo de flor a la cual polinizar y de donde recolectar néctar. Estos cultivos florecerán por un corto período de tiempo y luego las abejas ya no tendrán nada más con que alimentarse.
- El cambio climático. Primaveras más cálidas están causando que las abejas vuelen antes de lo que normalmente harían, lo que provoca una desincronización con las flores que ellas polinizan. Por otra parte, el cambio climático también ha traído intensas sequías en zonas nunca antes registradas. Estos cambios, entre otros, afectan directamente la disponibilidad de néctar y pólen para las abejas, lo que se traduce en una disminución de la producción de miel y por ende, en una falta de alimento para ellas.
- La sobreexplotación. Algunos apicultores ven a las abejas como un factor productivo, ya que pueden conseguir dinero comercializando los productos miel, propóleo, jalea real y polen, sin destacar el trabajo de polinización que realizan. Las prácticas apícolas modernas crean gran estrés en las abejas causando baja resistencia a enfermedades.
- El uso excesivo de celulares y wifi. Algunos estudios apuntan a que las radiaciones electromagnéticas de los celulares y wifi desorientan y afectan la vida de las abejas, ya que ellas generan verdaderos mapas topográficos gracias a la radiación electromagnética del sol y de la tierra. Con esta información, ellas saben dónde están, hacia dónde van, dónde se encuentra el alimento y cómo regresar a la colmena; por lo que al percibir radiaciones como las de los celulares y wifi, se desorientan y no logran regresar a casa con el alimento.