La presidenta Michelle Bachelet firmó ayer el proyecto de Reforma Laboral que se comenzará a discutir y tramitar en el Parlamento a partir del 5 de enero próximo, y que declara entre sus objetivos el generar un equilibrio en las relaciones entre empresa y trabajadores, mejorar la calidad y productividad del empleo y perfeccionar la negociación colectiva.

Por décadas que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), lleva solicitando al Ejecutivo modificaciones en el Código de Trabajo –creado en 1979 por José Piñera – con el fin de fortalecer los sindicatos y la negociación colectiva, pues ven en ello una manera de disminuir la brecha de poder entre empleadores y trabajadores.

El escenario laboral actual cuenta con diversos puntos que según la CUT “vulneran gravemente los derechos de los trabajadores”,y que los perjudica a favor de los empleadores, como por ejemplo, que las negociaciones colectivas no reconocen como piso mínimo los acuerdos obtenidos en el proceso anterior; que los paros legales pierden su carácter estratégico de presión hacia los empleadores, una vez que los huelguistas son reemplazados; que existen despidos masivos por “necesidad de la empresa” sin dar otra razón al trabajador; que existen importantes inequidades salariales entre hombres y mujeres; y que existe una nula reglamentación legal para trabajadoras temporeras y empleados a tiempo parcial.

Por otro lado los gremios empresariales consideran que Chile es uno de los países más rígidos en materia laboral, y ven la reforma como un riesgo para el crecimiento del país, ya que argumentan que ésta no está enfocada en aumentar la productividad ni a favorecer la contratación de trabajadores. Aseguran que estas modificaciones generan incertidumbre, y ésta sólo disminuiría la creación de empleos.

Aún así, la solicitud de modificaciones al Código del Trabajo ha sido denominada como "la deuda de Chile con los trabajadores", y tras varios meses de trabajo entre la los organismos sindicales, el Gobierno y el sector empresarial; ayer se dieron a conocer los puntos que abordará la Reforma Laboral.

Los 10 puntos de la Reforma

1) Sindicato titular: Se prohíbe la existencia de grupos negociadores en las empresas que cuenten con sindicato, otorgándole exclusivamente a este último el reconocimiento de titularidad en la negociación colectiva de la empresa en representación de sus afiliados. A diferencia de hoy, la reforma permite que sólo aquellas empresas en las que no existen sindicatos, se puedan admitir grupos negociadores.

Esto, pues se entiende que los grupos negociadores paralelos al sindicato minan su poder y lo deslegitiman. La ley busca que las negociaciones se canalicen a través del sindicato.

2) Beneficios para sindicalizados: La extensión de beneficios obtenidos en una negociación, a trabajadores no regidos por el contrato colectivo se deberá acordar entre el empleador y el sindicato. Hoy, la facultad recae unilateralmente en el empleador, quien no requiere aceptación del trabajador ni del sindicato para transferir los beneficios a todos los empleados, lo que les permite beneficiarse de las negociaciones del sindicato, sin participar de él.

La idea es empujar a que un mayor número de trabajadores opte por sindicalizarse y así pueda optar por los beneficios acordados, como la posibilidad de capacitación, aguinaldo, escolaridad, fuero, vacaciones, etc.

3) Más información para los sindicatos:El empleador deberá proporcionar periódicamente a sus sindicatos información sobre balances de la empresa, estados financieros y otros antecedentes de carácter público, con el fin de mejorar la calidad de las negociaciones y la relación entre empresa y sindicatos. Actualmente la información financiera sólo se entrega al comienzo de una negociación.

Esto se solicitó con el fin de que exista una transparencia entre la empresa y sus trabajadores, para que ambos sectores sepan cuándo la empresa entra en período de crisis, o cuándo ésta ha alcanzado o superado sus metas. De esta forma, se espera que no se hagan exigencias a los empleadores cuando no hay posibilidad de cumplirlas, pero a la vez, que los trabajadores se beneficien cuando los recursos abundan.

4) Simplificación del procedimiento:Se simplificará la negociación colectiva, otorgando mayores opciones de mediación a la que se podrá optar en cualquier momento, ya sea de manera voluntaria, obligatoria (una vez votada la huelga y a petición de ambas partes), o forzada (en el caso del incumplimiento del principio de la buena fe, como no responder a la solicitud de equipos de emergencia, inasistencia a reuniones convenidas o falta de entrega de información). Actualmente la intervención de la Dirección del Trabajo puede mediar sólo una vez aprobada la huelga y a decisión de cualquiera de las dos partes.

La idea de esto es intentar evitar las huelgas o crisis internas mayores, a través de una mediación oportuna en las etapas tempranas del proceso de negociación.

5) Derecho a huelga y servicios mínimos: Se elimina la facultad del empleador de reemplazar a los trabajadores en huelgacon trabajadores propios o externos de la empresa; y se consagra el deber de la organización sindical de proveer el personal necesario para cumplir los servicios mínimos. Actualmente los trabajadores se pueden reemplazar desde el primer día respetando el acuerdo vigente y desde el día 15, sin respetar el acuerdo de negociación.

El fin de esta medida es robustecer la huelga como medio de presión, evitando que la empresa pueda bypassearla por medio de reemplazar las labores de los trabajadores en huelga por otros, haciéndola inútil.

6) Piso de la negociación: Establece que los beneficios obtenidos en la negociación anterior serán el piso para el nuevo proceso de negociación. En el caso de que este instrumento no exista, la base será la respuesta del empleador. Eso sí, después de presentada la respuesta del empleador, las partes podrán, en virtud de las condiciones económicas de la empresa, negociar modificaciones al piso de la negociación. Actualmente no existe el piso para inicio de negociación.

Lo que se busca es que se respeten las bases y condiciones laborales existentes al iniciar una negociación, para así no bajar de esos parámetros o perder beneficios producto de una mala negociación.

7) Adaptabilidad pactada: Las partes podrán negociar pactos de condiciones especiales de trabajo, de cualquier materia, sin respetar mínimos legales, en las empresas que cuenten con un mínimo de representación sindical de un 30% del total de trabajadores. Actualmente se pueden negociar materias sólo respetando los mínimos legales.

La aplicación de este filtro será gradual: para poder ampliar las materias a negociar, se exigirá en el primer año de vigencia un 65% de afiliación sindical, en el segundo año de un 50% y en el tercer año de un 40%.

Esto genera un incentivo positivo a la sindicalización, incluso desde la perspectiva de la empresa, pues con el acuerdo de la mayoría de los trabajadores, se podrán modificar aspectos que de otra forma no sería legal modificar, para ajustarse a las características específicas del negocio y las necesidades de sus trabajadores.

8) Permisos sindicales: Se ampliarán las horas de trabajo sindical para capacitación y formación sindical en las grandes empresas, de una semana a tres semanas en el año.

Esto se busca para potenciar a los trabajadores otorgándoles mayores herramientas para que así puedan crecer profesionalmente, para que estén al tanto de sus derechos laborales y puedan administrar sus sindicatos de manera eficiente.

9) Igualdad de oportunidades: Fortalece los derechos de la mujer trabajadora, fijando que en la mesa de negociación tendrá que participar una mujer si en la directiva del sindicato no participan trabajadoras. Actualmente no existe regulación en cuanto a la participación de la mujer.

10) Más cobertura:Se amplía la cobertura de negociación colectiva, eliminando la actual prohibición de negociar a trabajadores aprendices –en grandes empresas–, por obra o faena transitoria y cargos de confianza. Sólo no podrán negociar quienes representen al empleador o apoderados generales.

Esto con el fin de que una mayor cantidad de trabajadores pueda optar por negociaciones con el empleador, aunque no exista un contrato indefinido de por medio; eliminando el incentivo perverso a no formalizar la relación laboral para privarlos de ciertos derechos.

No tienen cambios: Las condiciones para determinar los turnos éticos; el número y tipo de materias que el empleador está obligado a negociar colectivamente, y la prohibición a despedir por “necesidades de la empresa”.

Reacciones del gremio empresarial y de la Alianza

Aunque desde los partidos de gobierno, el proyecto de ley se recibió con entusiasmo y felicitaciones al trabajo de la Ministra, y existe confianza de que se aprobará la ley de manera expedita, pues la iniciativa genera consenso en el oficialismo, la recepción fue bastante más fría desde los gremios empresariales.

Disconforme con las medidas presentadas para la Reforma Laboral, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, indicó que la reforma “no va por el camino correcto, en orden a que no se preocupa de los problemas de todos los trabajadores, así como tampoco de los jóvenes y las mujeres, sino de los problemas de la dirigencia sindical”.

Eldiputado UDI, Patricio Melero, miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara, señaló que “más que una Reforma Laboral, esta es una reforma sindical, que deja fuera a los que no tienen trabajo, y no les amplía las oportunidades de tener trabajo a futuro”.

Por el otro lado de la Alianza, el presidente y diputado RN, Cristián Monckeberg, señaló que “echamos de menos que se le hable a las personas que no tienen trabajo. No desconocemos lo importante del clima laboral, pero falta la otra mitad que es cómo el Gobierno se empeña en generar más empleos en los próximos cuatro a cinco años”.

“Es muy fácil saber cuándo una reforma laboral va a ser buena o va a ser mala, hay que preguntarse una sola cosa: va a aumentar o va a disminuir el empleo. Y hasta ahora no hay ninguna persona que sostenga que la reforma laboral va a aumentar la generación de empleos, todo lo contrario”, sostuvo el senadorRN Andrés Allamand.

El presidente de la UDI, Ernesto Silva, reiteró sus críticas a la reforma laboral, señalando que el proyecto "no va a ayudar al trabajador de clase media", agregando que “esta reforma lo que tiene es una prioridad de establecer el poder negociador, especialmente, de los sindicatos más grandes. Nos parece que ése es un tema importante que se tiene que debatir, pero que no va a ayudar al trabajador de clase media". Esto en relación a que sólo el 4,5% de las empresas pequeñas y el 1,6% de las microempresas cuentan con algún sindicato.

Pero no todo fueron críticas, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Jorge Awad, calificó la propuesta como "pro Chile" que ofrece "una oportunidad de seguir modernizando las relaciones laborales", agregando que "la forma en que se relacionan trabajadores y empresarios es un pilar que todos debemos ayudar a perfeccionar".

Reacciones de las organizaciones sindicales y del Gobierno

La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, expresó que “estamos dando un tremendo paso para avanzar en justicia social”, agregando que “recuperar el derecho a huelga efectivo, sin reemplazo ni descuelgue, es una demanda anhelada por décadas, al igual que recuperar el derecho legítimo que tiene el sindicato a ser dueño de los beneficiados y que, por lo tanto, si va a haber extensión de estos beneficios no pueda sino ser sobre la base del acuerdo del sindicato o la afiliación de los trabajadores a la organización”.

Conforme también con el proyecto de ley, la Ministra de Trabajo, Javiera Blanco, dijo que “la reforma es el cuarto pilar programático de nuestro gobierno que apunta a enfrentar la desigualdad” y agregó que la reforma va a “modernizar las relaciones laborales al interior de las empresas y nos va a permitir generar mejor clima, lo que a la larga generará más empleo”.

Por su parte, el presidente y diputado del PC, Guillermo Teillier, dijo que “los empresarios a la larga se van a dar cuenta que esto es conveniente para elevar la productividad, entonces no sé cuáles son los miedos. No hay estadística que diga que por culpa de los derechos de los trabajadores hay menos empleo, menos productividad, los factores son otros”.

En representación del PS, su líder Osvaldo Andrade desmintió los juicios de la Alianza diciendo que "con la reforma mejorarán los sueldos de los trabajadores y trabajadoras, porque serán parte de una conversación entre iguales, entre pares y personas que podrán conversar a la misma altura no en una cancha dispareja como la que tenemos hoy".

El proyecto de Ley que moderniza el sistema de Relaciones Laborales se ingresará con urgencia simple a tramitación a la Cámara de Diputados. Éste es sólo una propuesta por parte del Gobierno, que deberá ser aprobada o modificada por la mayoría del Congreso, tras escuchar a todos los sectores involucrados; para que finalmente pase al Senado y se logre su aprobación. Se habla de un plazo aproximado de seis meses en total.

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