Imagen: Gojko Franulic

¿Qué hacer para que la vuelta de vacaciones no sea una pesadilla?

No se trata de odiar lo que hacemos, sino de amar cuando lo hacemos y cuando no, como en las vacaciones. Acá te damos nueve consejos que pueden hacer de este proceso, una experiencia menos brusca.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2015-01-05 | 07:00
Tags | Vacaciones, consejos, descanso, vuelta, rutina, tips

Independiente del trabajo que se tenga, ningún empleado le pone mala cara a las vacaciones. Puede que haya algunos que les cueste más desconectarse de sus quehaceres o quizá nunca lo logren, pero el cerebro y el cuerpo siempre agradecen esos días sin toma de decisiones y alejados del escritorio del computador. El punto es que la vuelta a la rutina, para algunos, sí puede ser bien traumática. Con el objetivo de disminuir esa sensación de angustia, seleccionamos varios consejos que te pueden servir si te sientes identificado con la descripción.

En estas fechas en que los feriados fueron varios y las tomas de días para alargar el fin de semana también se hicieron recurrentes, puede que a varios les sirvan desde ya estos tips, pero si todavía no te tomas las vacaciones y se vienen para enero o febrero, te recomendamos imprimir el artículo, pegarlo en tu papel mural y ponerle de título NO OLVIDAR, porque ahí es cuando más lo necesitarás.

1. Planifica antes de partir: Este es el único consejo para el pre-vacaciones. Deja todo lo que puedas resuelto y si tienes empleados a tu cargo, diles específicamente qué esperas de ellos en tu ausencia. Delega tareas que no puedas terminar porque cuando vuelvas será casi imposible retomarlas desde donde lo dejaste y tendrás que volver a hacer todo de nuevo.

2. Acorta la primera semana: Vuelve al trabajo un martes o miércoles, esto hará tu semana más llevadera. Es bueno además si saliste fuera de la ciudad, tener un día de adaptación en tu hogar, hacer cosas mecánicas como ordenar, lavar, cocinar, etc. Es bueno partir dándole tareas sencillas a tu cabeza y aumentar la dificultad de forma gradual. La primera semana trata de hacer actividades recreativas luego del trabajo y si tienes la posibilidad, el primer fin de semana de vuelta de vacaciones, escápate. Todo esto ayudará a que tu reincorporación sea gradual y eficaz.

3. Evita las reuniones: Cuando vienes de vuelta de las vacaciones, puede que pienses más claramente, pero también lo haces más lentamente. Entonces, no apures las decisiones que debes tomar. Intenta no reunirte con clientes la primera semana ni reunirte a tomar decisiones importantes. Es bueno que hagas esto una vez que ya estás a la corriente lo que pasó en tu ausencia.

4. No seas tan exigente: Nadie espera que hagas en un día todo lo que no hiciste mientras te ausentabas. Pero tampoco descanses en eso, tienes que hacer algo productivo igual el primer día. Parte por ordenar tu escritorio, te dará aires de renovación en lo laboral y la sensación motivacional de "empezar de cero". Luego tareas sencillas y a medida de que te vas enterando de los pendientes, arma una lista de los asuntos que son prioritarios a resolver y los que tienen menos importancia. Ponte objetivos concretos por día y táchalos, eso te hará sentir y ser productivo a tu ritmo.

5. El mail: Acá hay dos caminos, cada uno verá cuál le acomoda más. El primero, es ir chequeando de manera poco frecuente el correo de trabajo en las vacaciones para ir borrando todo lo que no sea importante y así no encontrarse con una bandeja de entrada copada el primer día. La segunda, es tener la bandeja de entrada copada y si es así, no contestar o revisar todos de una. Parte de los más antiguos a los más nuevos, destacando los de suma importancia, pero haciendo otras labores entre 10 o 15 correos.

6. Piensa positivo: Si vuelves pensando en lo desagradable que será el trabajo, seguramente te predispondrás a que así lo sea. Piensa en la gente que te cae bien de la oficina, acuérdate de buenos momentos, de tus logros laborales y la cabeza será más fuerte que la hamaca y así se te facilitarán las cosas.

7. Conversa de lo que hiciste: Es un poco frustrante cuando vives una experiencia importante y al día siguiente es como si nunca hubiera pasado nada. Date el tiempo de conversar con tus amigos de oficina y decirles lo que hiciste para las vacaciones. Con un par de anécdotas sentirás que no estás solo en tus placenteros recuerdos y se volverán más reales que soñadores. Eso sí, ojo con sonar como que estás sacando pica y tampoco te vayas en la dinámica de hablar dos horas de lo que te pasó, si el que tiene que volver con gradualidad eres tú, no tus compañeros que se quedaron.

8. Usar recordatorios: La concentración puede tardar 72 hora en volver a su normalidad, así que usa post it con los objetivos concretos que te pusiste y alarmas si es necesario. También date recreos para ti, ir a tomarte un café, salir a tomar aire, para despejar la cabeza si el regreso está muy tedioso, respirar profundo y volver con las mejor de las energías, que están repuestas por muy intensas que hayan sido las vacaciones.

9. Planifica tus próximas vacaciones: Si estás haciendo lo que más te gusta quizá no necesites este tip, pero en general siempre es bueno tener un descanso al final para trabajar por él y en los momentos estresantes pensar que queda menos para las vacaciones. Así que marca en tu calendario qué fecha puedes tomarte unos días libres y si es posible determina un lugar que te gustaría conocer para que luches por alcanzarlo. Lo importante es que no mires para atrás con nostalgia sino para adelante con entusiasmo. Porque lo dormido y lo bailando no te lo quita nadie, pero no lo puedes recuperar.

Si hay tanto trabajo acumulado la primera semana que no te da tiempo para hacer nada de esto, puedes encontrar consuelo en que eres una pieza tan fundamental para la empresa, que en tu ausencia no se hicieron muchas cosas que tú solamente logras que se lleven a cabo.