Imagen: Gojko Franulic

Siete opciones para aprovechar este año si te fue mal en la PSU

Se habla de las carreras más solicitadas, de los colegios mejor rankeados, de las diferencias entre privados y los públicos, pero nadie dice nada de quienes no les dio el puntaje para estudiar lo que querían. Aquí, ocho consejos sobre qué hacer si eres uno de ellos.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2015-01-22 | 07:00
Tags | PSU, puntaje, mal, alternativas, universidad, institutos técnicos, vocación,e lección, sabático

Seguramente esto te lo han dicho harto, pero cuando hay creencias tan formateadas en nosotros, es difícil escuchar y por sobre todo creer: No se acaba la vida si te fue mal en la PSU. No se acabaron los sueños ni se esfumó la idea de llevar a cabo tus proyectos. Esta sensación de frustración no es eterna y existen alternativas. Lo importante es hacer algo al respecto. No quedarte en la pieza pensando qué hubiera pasado si..., sino que hacerte cargo de la situación y definir el próximo paso a seguir.

Como durante toda la enseñanza media nos hablaron sobre lo que venía después de la Prueba de Selección Universitaria, se hace difícil adaptar el plan cuando los resultados no fueron lo esperado y estudiar "esa carrera" en "esa universidad" ya sabes que no va a pasar. Por eso, con la intención de orientarte un poco en el proyecto personal de cara al próximo año, te mostramos el abanico de posibilidades que hay para hacer con este año de vida, que puede ser igual o incluso más enriquecedor, que un año estudiando lo que siempre quisiste.

1. Confirma tu vocación

Si estás convencido de que la ingeniería/arquitectura/mecánica o lo que sea, es lo tuyo y nada más te causa ni una gota de placer, entra a una carrera, que sea prima hermana de la que sueñas. Así, durante el año podrás confirmar tu vocación, tener ramos que podrían convalidarte y por sobre todo, tiempo para estudiar y rendir nuevamente la PSU. Ahí tendrás tu segunda oportunidad para entrar a tu carrera predilecta o cambiarte internamente, si estás contento con la institución.

2. Las universidades del Consejo de Rectores no son la única alternativa

Es entendible que queramos entrar a las universidades estatales y privadas tradicionales por su alto prestigio. Pero ojo, que desde que estas se consolidaron, han salido nuevos actores al camino, que de forma silenciosa han estado construyendo una buena casa estudio. Revisa los rankings de las privadas, cuántas carreras tienen acreditadas, grado de estudios de los profesores, empleabilidad de ex alumnos, valores de matrícula, arancel, posibilidades de beca, etc. Y con un buen fajo de información, revisa si se torna una alternativa conveniente para tu primer año y puede que para toda tu carrera. Si tienes vocación, vas a llegar lejos desde donde partas.

3. ¿Has considerado una carrera técnica?

En los últimos años, los IP y CFT han diversificado sus programas de estudio, volviéndose más atractivos para los jóvenes y alegrando a la sociedad que necesita mando de obra técnica y especialidades distintas. Y se necesitan cada vez más y se pagan cada vez mejor. Para muchos estudiantes, le resulta más rentable estudiar una carrera técnica que una privada en niveles de proyección de salario. Si no lo has evaluado, revisa las alternativas que ofrecen. Además, las carreras técnicas son altamente competitivas y con excelente empleabilidad.

4. Tantear terreno desde dentro

Si no entraste a tu carrera o no tienes un área de interés definida, las opciones de bachillerato o college, sirven mucho para conocer lo que significa la universidad y estudiar los ramos de distintas carreras, características que pueden ser de gran utilidad para orientarte. Es importante conocer las restricciones de este tipo de opciones, porque hay algunas universidades donde solo los alumnos con mejor rendimiento pueden luego optar a una carrera por dentro y el resto se ve obligado a realizar la PSU de nuevo.

5. Hacer cosas nuevas

Pensaste que ibas a ser un novato en la universidad, pero lo puedes ser fuera de ella. Si de frentón elegiste dar la prueba de nuevo el próximo año y no tienes ganas de entrar a ningún establecimiento educacional, complementa tus preparación para retomar la PSU con algo que siempre quisiste hacer y no has hecho. Un curso de karate, estudiar inglés con los grupos de políglota, armar un proyecto para un emprendimiento. Lo que más tendrás será tiempo, así que sácale el jugo, que después no sabrás en qué se te fue el día.

6. Trabajar

Una buena alternativa cuando te encuentras repentinamente con todo un año libre por delante, es trabajar. Ojalá relacionado el rubro de tu interés, pero asume una responsabilidad y siente las gratificaciones y frustraciones del mundo real. Esto puede ser de gran ayuda para madurar respecto a lo que significa tener un "cartón" y entender mejor de qué te están hablando cuando tus profesores te hablen del ejercicio profesional. Si bien mucha gente trabaja en algo distinto a lo que estudió, sí abre muchas puertas ser un profesional: contactos, experiencia, colegas, cultura. Sin mencionar que siempre es bueno reunir un poco de dinero para ayudar a pagarte la carrera y valorar todo el esfuerzo que hacen tus viejos para que estudies.

7. Hacer un voluntariado

Hacer algo por otros le entrega sentido a muchas decisiones, aclara la mente, te enfrenta con la realidad y te hace sentir mejor contigo mismo. Eso, puedes hacerlo durante todo un año, sin problemas de compromisos ni horario. Desde construir plazas junto a la fundación Mi Parque, hasta construir proyectos sociales con El Techo. Puedes buscar una iniciativa en www.ayudando.com o en El Definido, donde publicamos constantemente actividades de este corte.

Y no lo olvides, muchos profesionales han encontrado su vocación, un sentido para su vida y una idea de emprendimiento, participando en este tipo de actividades.