Entre tanta comida chatarra y otros alimentos de bajo valor nutritivo, no es de extrañar que hayan quienes buscan volver a lo natural y prefieran recurrir a frutas y otros alimentos sin procesar para obtener los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Es por eso que puede que hayas oído sobre los superalimentos: comidas naturales que aportan gran número de beneficios.

La quínoa, la chía, el cacao y otros se alzan con su capa de superhéroes en este mundo malnutrido y muchas personas los están incluyendo con cada vez más frecuencia en su dieta diaria. 

Un superalimento, según la revista Time, posee características como ser alto en proteínas, bajo en grasas, libre de gluten, rico en omega 3, antioxidantes, fibra, folatos y fitonutrientes. Pequeñas perlas llenas de beneficios para nuestra salud.

Sin embargo, antes de contarles más detalles y para no "vender pomadas" es importante aclarar que de acuerdo al European Food Information Council ningún superalimento por sí sólo puede compensar la necesidad de una alimentación variada, basada en alimentos ricos en nutrientes, que incluya abundante fruta y verdura. Así que no sería una buena idea obsesionarse y dedicarse a comer solamente estos alimentos.

Hay algunas discrepancias sobre si algunos alimentos son simplemente saludables o si realmente son merecedores de entrar en la lista de "superalimentos", debido a la popularidad que el término recientemente ha tomado. 

En El Definido les mostramos 5 que realmente son merecedores del título, nuestra fina selección:  

Quínoa

^{Imagen: Luis Tamayo/Flickr}

Este grano proveniente de nuestra región de Los Andes es rico en proteínas, bajo en grasas y libre de gluten. Al ser alto en fibra, ayuda a la digestión regulando la función intestinal y contiene calcio.

Exceptuando a las legumbres, la quínoa es una de las plantas que entrega un mayor aporte en proteínas. ¿Y esto por qué es importante? Porque las proteínas están compuestas de aminoácidos, algunos de los cuales son considerados esenciales, ya que nuestro cuerpo no puede producirlos y necesitamos obtenerlos de nuestra dieta. ¿Y adivinen qué? La quínoa contiene todos los aminoácidos esenciales que necesitamos.

El hecho de poseer tantas bondades y ser adaptable a distintas condiciones agrícolas (puede sobrevivir en cualquier altura soportando un amplio rango de temperaturas y requiriendo poca agua), hicieron que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara el año 2013 como "El Año Internacional de la Quínoa".

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), expuso que "posee el balance de proteínas y nutrientes más cercano al lo que sería el ideal de alimentación de un ser humano”.

Chía

^{Imagen: Glenn/Flickr}

Este alimento es rico en ácidos grasos omega 3, algo importante para nuestro cuerpo ya que éste no los puede producir por sí sólo y son necesarios para numerosas funciones de nuestro cuerpo. Además, son una buena fuente de calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, vitaminas del complejo B y vitamina E.

Las semillas de chía provienen de América Central, donde las tribus indígenas las consumían desde hace más de 6.000 años. Su consumo previene el envejecimiento de los tejidos ya que son ricas en antioxidantes. Son una fuente natural de fibra y no contienen gluten, por lo que las personas celíacas las pueden consumir sin problemas.

Investigaciones realizadas por del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica revelaron que la chía podría ser una buena opción para combatir la obesidad. Sus principales hallazgos se relacionan a las características de la semilla y las propiedades del mucílago de la chía, una sustancia vegetal viscosa que se produce cuando ésta es hidratada.

“Lo relevante es que al hidratar la chía se genera de inmediato el mucílago, capaz de absorber hasta 30 veces su peso en agua. Al tener la capacidad de aumentar su viscosidad, puede formar una barrera física que disminuye la absorción de los carbohidratos”, explicó Loreto Muñoz, ingeniera UC que lidera los estudios sobre los potenciales de la semilla.

La investigadora ejemplifica que al consumir el mucílago de la chía y al mismo tiempo beber agua, aumenta su volumen y ocupa espacio en el estómago, lo que genera sensación de saciedad.

Arándanos

^{Imagen: Jeff Kubina/Flickr}

Los arándanos son un potente antioxidante y antiinflamatorio, que al ser un antiséptico de las vías urinarias, ayuda a prevenir infecciones. Además poseen un alto aporte en fibra y vitamina C.

Un estudio realizado por la Universidad de Harvard, apunta a que esta fruta, además de ser deliciosa, puede mejorar nuestra memoria y las funciones cognitivas en general gracias a que contienen flavonoides. Estos son un compuesto que protege a nuestro cuerpo de los radicales libres, que pueden dañar el tejido sano así como disminuir la capacidad de nuestra memoria, por lo que los arándanos podrían ayudar a evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como el Alzhéimer.

Investigadores de la Universidad de Maine revelaron que los arándonos ayudan a la salud cardiovascular, en especial al flujo sanguíneo hacia y desde el corazón. Su estudio mostró que el consumo de esta fruta ayudó a regular y mejorar el balance en entre los factores de relajación y constricción en la pared vascular en ratas obesas.

Espirulina

La espirulina es un alga microscópica azul-verdosa. Entre sus bondades se incluyen una alta concentración de proteínas y su aporte en calcio, magnesio, zinc, potasio y ácidos grasos Omega-3. Se le atribuye la capacidad de mejorar el metabolismo, favorecer la absorción de nutrientes, fortalecer el sistema inmune y actuar como antialérgico y descongestionante natural. Además contiene fósforo y tiene incidencia positiva sobre la glándula tiroidea.

La espirulina fue declarada en la Conferencia Mundial de la Alimentación de las Naciones Unidas de 1974 como el mejor alimento para el futuro. Esto se debe a que fue considerada como una buena ayuda para combatir la desnutrición global y la escasez de alimentos ya que puede ser cultivada en climas cálidos y soleados produciendo veinte veces más proteína que la soja cultivada en zonas de igual tamaño. La ONU la ha incluido en una resolución como un alimento para luchar contra la desnutrición por su alto contenido de vitaminas y nutrientes.

Esta alga es fácil de asimilar para nuestro organismo y es rica en vitaminas del complejo B. Se ha reportado que podría ayudar a tratar la anemia y disminuir el colesterol.

Cacao

^{Imagen: Graham Crumb/Wikimedia}

¿A quién no le gusta comerse un delicioso chocolate? Si bien no todos los chocolates tienen el mismo valor nutritivo, y algunos apenas tienen cacao, aquellos que poseen un alto porcentaje de cacao (70% o más) han demostrado tener varios efectos positivos para nuestra salud.

El cacao posee antioxidantes que evitan el envejecimiento prematuro del organismo mejorando el flujo sanguíneo que llega al cerebro, lo que también favorece el mantenimiento de las habilidades cognitivas. Es una gran fuente natural de magnesio y rico en cromo, manganeso, t hierro. Contiene Teobromina, que mejora el ánimo y las funciones cerebrales. Es ideal para la contracción muscular y los síntomas premenstruales.

Un estudio de la Universidad Estatal de Louisiana reveló que microbios en el estómago fermentan el chocolate incentivando la producción de nuestro cuerpo de compuestos que aportan a la salud cardiovascular, incluyendo el butirato, un ácido graso que desacelera el comportamiento de genes vinculados a la resistencia a la insulina y la inflamación. 

Si bien los superalimentos no son una solución mágica para todo y no es recomendable que durante la próxima semana te alimentes exclusivamente de chía y quínoa, pueden resultar un buen complemento alimenticio dentro de una dieta equilibrada, ya que poseen estos varios beneficios de los que puedes gozar al consumirlos regularmente, ya sea como condimentos, postres o acompañamientos.

¿Consumes alguno de estos alimentos? ¿Qué otros recomendarías?