Imagen: Gojko Franulic

¡Que las bicicletas hablen! El sistema que ayuda a planificar ciclovías en base a tus recorridos

RUBI es un dispositivo que registra los recorridos de los ciclistas de manera anónima y sin necesidad de un celular, sirviendo de importante base de datos para la construcción de ciclovías que se planean en la capital al 2025.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-03-23 | 17:00
Tags | bicicleta, ciclovía, transporte, Plan Maestro de Transporte 2025, Santiago, RUBI

Dicen que se planean construir más de 800 kilómetros de nuevas ciclovías en Santiago al 2025, lo que tiene expectantes a los capitalinos. ¿Dónde es mejor hacerlas?

Lo más sabio sería preguntarle primero a los mismos ciclistas urbanos y a sus bicicletas, para que la inversión no acabe en un desperdicio de rutas que no se aprovechan. Antes que cualquier técnico, los expertos son quienes realizan sus viajes a diario pedaleando, eligiendo los recorridos más convenientes de un punto a otro en la capital. Puede que las primeras veces, lanzándose a la selva automovilística, los ciclistas tomen las vías más tranquilas, pero pronto, con el paso de los meses, van a preferir las rutas más eficientes para llegar a su destino.

Rastrando las rutas de los ciclistas

"¿Por qué no juntar esa información antes de lanzarse a construir ciclovías?", es la pregunta que se hizo un estudiante de Ingeniería de la Universidad Católica, quien diseñó un sistema para rastrear de forma anónima todos estos recorridos de los ciclistas y así entregarle a las autoridades información confiable sobre las necesidades de los pedaleros capitalinos. Le llamó Proyecto Santiago 2020.

Sebastián Salinas es el autor de este proyecto y de RUBI, un dispositivo simple que se instala en la bicicleta de forma gratuita y voluntaria, que registra los viajes, destacando los recorridos más utilizados en la ciudad.

“Cada dispositivo móvil que se instala una bicicleta, captura la trayectoria del pedalero y el horario en que se moviliza. Toda esta información anónima es procesada por un programa que simula el recorrido y el tiempo del viaje”, explica Salinas.

¿Cómo funciona? Al instalarse en la bicicleta, RUBI guarda el recorrido del ciclista en su memoria interna y apenas detecta un punto de WiFi abierto (distribuidos por la ciudad) envía los datos a un servidor de forma segura. Como estos puntos son escasos aún, es posible y se recomienda descargar los datos cuando la bicicleta está en la casa del usuario o en la oficina. Para esto, se puede configurar RUBI a las redes que se utilizan comúnmente (aunque sean cerradas).

RUBI no tiene un sistema de tracking en tiempo real, las coordenadas son guardadas en forma de rutas en una memoria interna que espera constantemente el contacto con alguna red WiFi. Está pensado como un dispositivo para marcar las rutas de los ciclistas y no como un geolocalizador, pero en caso de perder la bicicleta, será posible encontrarla solamente si el dispositivo se conecta a un punto WiFi.

Proyecto Santiago 2020 pretende determinar el flujo de ciclistas por las diversas arterias de la ciudad, para darlo a conocer a las autoridades que deciden la construcción de las ciclovías. Hasta el momento, la Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra) está al tanto de la iniciativa que hoy cuenta con 50 voluntarios que están probando el sistema, pero mientras más usuarios existan, más precisa será la medición.

Otros países lo han hecho con éxito

Otras iniciativas similares se han estado usando alrededor del mundo, como es el caso de las ciudades de Oregon en Estados Unidos y de Wiesbaden en Alemania.

En Oregon utilizaron la app Strava que registra rutas, tiempos y otros datos de corredores y ciclistas, para determinar los sectores de riesgo para los últimos. Detectaron, según los cambios de velocidad, los tramos donde los ciclistas caminaban por su seguridad o cuando salían de la ciclovía a la calzada. Esto ayudó a decidir en qué lugares de la autopista 26 debía reforzarse las ciclovías con más luces y señales.

Wiesbaden, por su parte, es la ciudad que se (des)luce en Alemania por ser la menos amigable para andar en bicicleta, según un club nacional de ciclismo. Para solucionar esto, una agencia local creó Radwende, una app que compila en un mapa las rutas recorridas por los ciclistas, mostrando los tramos de mayor tráfico con líneas gruesas y oscuras. Así, esta información de los mismos ciudadanos se le presentó a los planificadores de la ciudad y el alcalde.

"Creemos en el cambio porque mucha gente del Ayuntamiento, al igual que los ciudadanos, quieren que suceda", comenta el fundador de la agencia Michael Volkmer, "Pero es un problema similar al del huevo y la gallina: la ciudad no quiere invertir si la gente no pedalea y la gente no pedalea porque no es seguro. Creemos que el diseño y la tecnología puede cambiar eso."

¿Y por qué RUBI no considera una app?

Con la idea de integrar a toda la comunidad, tenga celular inteligente o no, RUBI está pensado independiente de teléfonos móviles. La idea de que el dispositivo sea autónomo es también para que la muestra esté libre de errores humanos, como apagar o prender la aplicación.

Por otro lado, las apps que utilizan el GPS de forma constante, agotan la batería mucho más rápido y desde el punto de vista informático, esto afectaría también el consumo de los bytes de navegación, disminuyendo el saldo de los voluntarios que tienen planes que cobran por la cantidad de datos descargados o subidos. Dos aspectos que podrían ser un obstáculo para masificar la medición.

¿Cómo participar?

¡Recuerda! Mientras más datos de los recorridos se tengan, más realista será el mapa y mejores ciclovías se podrán diseñar en Santiago. Si eres un pedalero en Santiago y quieres ser voluntario de este proyecto, inscríbete gratuitamente aquí.

Actualmente se encuentra en período de prueba y cada voluntario lo debe tener por un periodo de 7 días seguidos. Se espera que en un futuro cada ciclista pueda adquirir un RUBI y ocuparlo de forma indefinida.

¿Usarías RUBI? ¿Crees que esto ayudará a planificar mejor la ciudad?