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¿Qué pasa con la ayuda en el norte? Separando los rumores de la realidad

Informaciones contradictorias, denuncias, mitos, macabras historias y testimonios han plagado las redes sociales tras el temporal en el norte del país, criticando la supuesta falta de ayuda. Hablamos con quienes están con los pies en el barro, literalmente, para intentar aclarar el panorama.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-04-01 | 15:00
Tags | norte, lluvias, alud, catástrofe, emergencias, auxilio, ayuda, ONG, ONEMI

Si la catástrofe en el norte tiene al país impactado, más aún a quienes están en la zona con el barro hasta el cuello buscando auxiliar a las víctimas y coordinar los esfuerzos. Desaparecidos, desabastecimiento, localidades destruidas, caminos cortados, problemas sanitarios, descoordinación y otros problemas han sido parte de esta emergencia.

Y mientras miles de personas trabajan para auxiliar a los afectados, han comenzado a correrse todo tipo de rumores, especulaciones y teorías conspirativas, culpas hacia unos y otros. ¿A quién no le ha llegado algún whatsapp o lo ha visto en twitter? Que el gobierno no está haciendo nada, que se está ocultando el número de muertos y que las morgues están repletas, que nadie ha ido a ayudar o que la descoordinación es total, son solo algunos de los irresponsables mensajes que han hecho nata en las redes sociales.

Todo esto atizado por las informaciones verídicas, pero parciales, que recibimos desde la gente que efectivamente está en la zona. Varios tienen algún amigo, un amigo de un amigo o un desconocido, que ha mandado mensajes comunicando el impacto de estar allá y a veces denunciando inoperancias de varias instituciones, porque no ven el auxilio inmediato a los afectados. Los testimonios personales se han comenzado a mezclar, alimentando incluso la idea de que las autoridades no están actuando y están ocultando datos.

En El Definido quisimos hablar con quienes están trabajando en terreno, coordinando y con instituciones encargadas de la emergencia que saben realmente lo que está sucediendo para que nos aclararan el panorama. Esto es lo que nos cuentan.

¿El gobierno está ocultando las cifras de muertos?

Uno de los rumores que ha estado corriendo es que las cifras oficiales están ocultando la cantidad de personas fallecidas. Hasta hoy la versión de las autoridades es de 23 personas, poco, considerablemente menor a lo que han observado ciudadanos, voluntarios y trabajadores que se encuentran en Atacama y Tarapacá. ¿Nos quiere engañar el gobierno?

La cosa es simple, no se trata de llegar y contar cuerpos fallecidos para anunciarlos. Confirmar la muerte de una persona requiere de un proceso, que aunque no es lento, es exhaustivo, nos explican en el Servicio Médico Legal (SML), el cual se hace cargo en estas emergencias.

Como depende del Ministerio de Justicia, el SML trabaja a partir de una orden judicial con un fiscal que esté llevando la causa. Es decir, por cada persona que alguien encuentra muerta, un fiscal debe generar esta orden. Luego el SML puede hacer un levantamiento del fallecido y una vez en la morgue, identificarlo a través de la huella dactilar, de la dentadura o del ADN, en orden de posibilidades, en conjunto con el Registro Civil. Finalmente se determinan las causas de muerte.

Es importante aclarar que nunca se pueden dar cifras oficiales de muertes, mientras éstas no hayan sido identificadas por el SML. El director del organismo, Patricio Bustos, informó en radio Cooperativa que están trabajando en conjunto con la PDI, el ejército, el registro civil y gendarmería en la identificación de los fallecidos y la red forense regional ha instalado morgues móviles. Hay identidades presuntas que aún no han salido a la luz y las principales causas de muerte han sido anegamiento y politraumatismo.

Por último, si bien no existe certeza aún, cabe la posibilidad de que algunos cuerpos encontrados puedan pertenecer a personas fallecidas anteriormente (hace pocos meses o un año) que se encontraban enterradas en los cementerios, por lo que es fundamental contrastar la identificación en el Registro Civil.

¿De verdad hay poca ayuda?

Nadie está de brazos cruzados en las zonas afectadas, nos informan todas las personas con que hablamos y nos cuentan que todo lo que se ve es gente trabajando, muchas personas y cada vez más coordinadas. Desde el lunes más de cincuenta ONGs se han coordinado en la acción y más de 20 de ellas han participado en reuniones con las autoridades locales y la ONEMI, el Ministerio del Desarrollo Social, el Minvu, Serviu y el INJUV para organizar la ayuda, dividiéndose tareas de acuerdo a la especialidad de cada una y permitiendo una gestión mucho más eficiente. Hay incluso privados colaborando en la restitución de servicios y, por ejemplo, la minera Anglo American ha puesto a disposición su maquinaria para despejar caminos y escombros, que es la principal piedra de tope para brindar la ayuda y brindando combustible otras máquinas.

"Efectivamente estamos en una situación de emergencia, pero es importante entender la magnitud de la catástrofe y la gestión para poder realizar el procedimiento. Hoy hay desabastecimiento, los caminos están aún cubiertos de barro (…) Hay localidades desconectadas, ha habido personas desaparecidos y de a poco se ha ido recabando mas información", indica Valentina Latorre, Directora Social de TECHO.

Actualmente lo que más se necesita son mascarillas o respiraderos, (que filtran todo polvo y partículas dañinas) y botas de agua. Además agua potable, pañales, alcohol gel y alimentos (siempre escasean) en todas las comunidades afectadas como Diego de Almagro, Los Loros, San Antonio, Alto del Carmen, Chañaral, etc. Con respecto a los profesionales, principalmente se requieren del área de la salud.

Las principales causas de la lentitud en la entrega de ayuda son estos cortes en los caminos y las diversas ONG con que hablamos explican en que una de las localidades más afectadas por esto es Alto del Carmen.

Guido Castagna, párroco de Tierra Amarilla y otras localidades de las más devastadas, nos comenta: "Las municipalidades han hecho lo que pueden, ha llegado ayuda externa de distintos tipos, privados, ONG, etc. Todas las personas que han sido tocados andan cargadas, con inquietudes, con miedo, con dolor. Esto hay que acompañarlo, escucharlo y acompañarlo (…) No me parece que han sido dejados solos, por lo menos donde yo estoy. Hay situaciones que han sido atendidas de manera inmediata y otras han tenido que esperar uno o dos días", comenta.

La duda sobre los relaves mineros

Una emergencia importante, que es menos visible, es la de los relaves mineros (desechos tóxicos) y su contaminación, que está denunciando Greenpeace.

Aquí hay incógnitas importantes, pues sólo se han catastrado algunos de ellos. Hasta el momento el único accidente minero que se conoce con certeza es el de una pila de lixiviación (en que se usa ácido sulfúrico) en la mina Zaldívar y que es investigado por las autoridades.

Matías Asun, director de Greenpeace en Chile, nos cuenta que es urgente que el SERNAGEOMIN haga un catastro de todos los relaves, activos, no activos y sin dueño conocido, ya que el colapso significaría una contaminación de metales pesados que afectaría fuertemente la salud de los habitantes. Según narra, durante las primeras horas de la emergencia,se informó oficialmente de 9 tranques de relave con colapso parcial, pero luego la información fue retirada y no se ha entregado más información al respecto. Asun insiste en que no solamente basta con revisar aquellos que contaminen directamente las fuentes de agua potable, sino todos, porque las consecuencias para la población son fuertes debido a la toxicidad de los componentes.

Rapidez y coordinación: ¿Ha sido lenta la respuesta?

La ayuda urge, pero quienes están gestionándola insisten en la importancia de la coordinación y eso requiere de tiempo y puede retrasar levemente las cosas. Además es fundamental hacer diagnósticos rápidos, pero con información certera.

Por ejemplo, TECHO está a cargo de las viviendas de emergencia, catastrando cada comuna para constatar realmente lo que se necesita en cada lugar, buscando información real de cada caso. Valentina Latorre, Directora Social de TECHO, nos cuenta que en las emergencias se tiende a magnificar la magnitud de la catástrofe, en Tierra Amarilla les dijeron que eran 700 las casas afectados, cuando eran 30.

"Es importante llamar a la calma que se requiere para esta situación de emergencia (…) Hemos aprendido que es fundamental tener una gestión súper organizada con las autoridades correspondientes, porque o si no, no se logra entregar la ayuda que realmente se necesita", explica Latorre. "Hay mensajes que están generando mucha histeria en una situación que todas las ONG y el gobierno están buscando como hacer llegar la ayuda de la manera más efectiva", indica Valentina.

Alejandra Castellón, encargada de Emergencias de Desafío Levantemos Chile, destaca la importancia de la coordinación con las fundaciones y entidades para que no haya duplicidad de donaciones.

"Hay ayudas que tienen que ser rápidas. Siempre hay que verlo con una mirada de orden, de etapas, etapas con su objetivo y ordenadamente. En una primera etapa se trata de activar alberges, limpiar a los lugares y alimentar al agente que quedó sin hogar, pero cuando tenemos personas que están aisladas, sin agua, ahí hay que actuar rápido. En lo que hay que moderarse y pensar un poco más es para dónde voy, para qué, con quiénes y cuál es mi objetivo (…) Hay que pensar las cosas antes de actuar, más que un tema de rapidez", declara Alejandra.

Lía Ríos, del equipo Fundación para la Superación de la Pobreza subraya:"El trabajo de reconstrucción es lento, requiere de una planificación importante, primero se trabaja en base a un diagnóstico, que es lo que nos estamos enfocando, para después agilizar la acción en sí misma. Aún hay terrenos que están completamente aislados y hay que focalizarse en tener comunicación con esos sectores (…) No se trata de llegar y llevar voluntarios a terrenos no aptos". Por eso destacan que toda persona que quiera ofrecerse como voluntario, lo haga de manera organizada y coordinada con alguna organización.

¿Y qué ha pasado con las autoridades?

Denuncias a la "inoperancia", la lentitud y otros problemas tienen al resto del país poniendo en juicio a las autoridades y el gobierno en su gestión. Es prudente medir esto de manera independiente de la política, que ha confundido las cosas.

Hablamos con América Solidaria, que está coordinando constantemente a estas 50 ONG unidas en la acción y a pesar de los problemas de transporte y emergencia sanitaria. La Directora de Comunicaciones de la organización, Florencia Zulueta, destaca la enorme movilización que se está generando el torno.

"No nos corresponde polemizar con respecto a la autoridades, todo han sido solo buenas intenciones, nadie puede dudar que todo el mundo quiere ayudar, todo el mundo quiere colaborar, la autoridades, las ONG, las empresas están en ese ánimo", indica Florencia."Es muy complejo actuar, de que no están haciendo nada, eso es falso, creo que hay que tener paciencia, altura de miras y ser colaborativo, sobre todo colaborativo (…) Todos queremos el bien común y que salga adelante los más pronto posible".

Ante la información errada que debiésemos descartar, Alejandra Castellón de Desafío Lenvantemos Chile agrega: "Lo único que te puedo decir que es real, es que la gente ha llegado con muchas donaciones, ganas de ayudar infinitas, obviamente que hay problemas sanitarios, personas desaparecidas, pero estamos trabajando con mucho esfuerzo 24/7 para llegar a más personas posible y a las comunidades más apartadas". Respecto a la información que ha corrido por las redes sociales comenta: "No estoy enfocada en eso, la idea es ayudar". Y agrega: "De la lentitud deben hacerse cargo los que la denuncian. Nosotros no hemos tenido obstáculos".

"El llamado es a ser constructivo. En este momento no hay tiempo para estar apuntándose con el dedo, toda la gente tiene la mejor de las intenciones", subraya Florencia de América Solidaria.

El sacerdote Castagna invita más que nada a una reflexión: "Yo me pregunto y lo pregunto a la comunidad y autoridades, si tal vez podemos crecer a nivel de prevención(…) Invertir más en prevención para gastar menos en reconstrucción. Tomando en cuenta que la vida de la gente ha sido quebrada, la casa, la historia (…) Junto con eso, un tema de la alerta, de el dar la alerta. Valorando el esfuerzo de cada persona, de ONGs, del Estado, hay un tema que tal vez igual sería oportuno evaluar si se puede mejorar o fortalecer".

"Lo dejo así, no para buscar culpables, no responsables directos, sino para un reflexión comunitaria que es de todos, de la gente, de las autoridades, ponerlo así para tratar de mejorar en el futuro. Para que si no se pueden evitar, se puedan reducir", nos declara.

Lo que viene después

Tanto TECHO, como América Solidaria, Desafío Levantemos Chile y Fundación para la Superación de la Pobreza coinciden en que lo más fuerte es el paso que viene luego de la emergencia. Tras cubrir las primeras necesidades viene la reconstrucción de la vida de la personas: salud pública, colegios, negocios, material, herramientas de trabajo, entorno general.

"Estamos acostumbrados a reaccionar ante la emergencia la primeras dos semanas, pero después la gente se olvida (…) Va a ser un desafío importante para las ONG", comenta Florencia Zulueta de América Solidaria. "Esto no va a parar".

Se necesitan muchos voluntarios ahora y muchos después: "Ante desastres de esta magnitud, las personas tienden a ofrecerse como voluntarios con la mejor disposición para partir al lugar. Eso es un gran aporte, pero es muy importante lo que viene semanas después, cuando ya la noticia no está tan presente en los medios".

En TECHO invitan a no dilatar esa buena intención y mantenerse en la colaboración.Si quieres inscribirte como voluntario hazlo aquí.

Luego de la etapa de emergencia y rehabilitación, en América Solidaria, junto a las cincuenta ONGs participantes que se han unido en esta causa, planean construir un protocolo de acción para estar preparados ante cualquier emergencia en el futuro y así reducir al máximo la descoordinación en estos casos.

Así que, en definitiva, la invitación es a colaborar más que criticar, y a ser responsables respecto a las denuncias que hacemos. Las redes sociales se prestan para todo y, si bien es importante mantener un control sobre lo que se hace o se deja de hacer, debemos estar conscientes que quienes más saben lo que ocurre son, precisamente, aquellos que están en terreno, no quienes actuamos de espectadores desde la comodidad de nuestras casas.