No hay como comentar esa película que te fascinó y que un amigo te dé un dato anecdótico de la producción que la haga más increíble. O comentar sobre una canción que descubriste y que te cuenten que existe una versión en vivo con uno de tus cantantes favoritos. Esas pequeñas cápsulas de información extra son detalles que se agradecen.

Para eso mismo están hechos los códigos QR, esos no muy bonitos, pero inteligentes cuadrados con patrones de negro y blanco que aparecen a menudo en las publicidades y que al escanearlos con el celular nos trasladan a alguna web o video con más contenido sobre el tema. Han aparecido también en diarios, museos, incluso en lápidas como una manera rápida para acceder a mayor información (considerando que hoy estamos casi a tiempo completo celular en mano).

Ver estos códigos por todas partes en un catálogo de navidad fue lo que motivó a María Paz Garáfulic, directora de editorial Confín, a querer darles un uso diferente, más allá de su función publicitaria para estimular la compra. Quiso utilizarlos como una herramienta para motivar la lectura. Así fue como la editorial Confín diseñó su primer libro que incluye códigos QR en pleno relato.

"En la idea de reformular la presencia grafica del libro y ver de qué manera hacerlo más amistoso, empezamos a pensar los temas que interesan hoy. El interés está puesto en lo audiovisual, en lo tecnológico, en el celular", cuenta María Paz. "Algunos libros utilizan hipervínculo, pero son poco útiles, porque pocos dejan el libro de lado y se meten al computador a copiar un link. Necesitábamos una entrada más directa y ahí está el celular, que siempre lo tenemos cerca, a la mano".

Insertos en un libro, los códigos QR ayudan a complementar la lectura de varias maneras. Pueden, por ejemplo, agregar ilustraciones a la historia, mostrar mensajes del escritor, videos con música, entre otras cosas. Y su potencial va más allá de enlazar directamente un link, pues también sirven para enviar un mensaje de texto con algún dato, llamar a un número de teléfono, decodificar un mensaje secreto (hasta 500 caracteres) y hasta descargar un contacto.

¿Qué se necesita para desencriptar un código QR? Un teléfono inteligente de cualquier tipo con una cámara y una aplicación que lo lea.

Códigos QR para navegar en el Universo

+ Universo: Ciencia & Ficción es uno de los primeros libros chilenos en incluir los códigos QR como parte de la lectura. Se trata de un relato de los misterios del cosmos y la astronomía que combina la ciencia con la ficción, en manos de las destacadas María Teresa Ruiz, Premio Nacional de ciencias exactas (1997) y de la escritora Margarita Schultz.

La historia narra las aventuras de la joven Elisa y sus amigos, quienes realizan múltiples peripecias que los llevan a descubrir respuestas sobre el universo, la vida y nuestra identidad planetaria. Todo esto acompañado de imágenes y las gráficas del ilustrador chileno, Daniel Blanco Pantoja.

Los códigos QR en este libro permiten descargar de forma rápida videos sobre el Universo y mensajes de las autoras, ayudando a difundir el conocimiento y buscando generar más impacto en los lectores, especialmente en las generaciones que están acostumbradas a convivir con pantallas y estímulos, que han cambiado su forma de aproximarse a los libros.

"Es una súper estrategia para desarrollar el gusto por una lectura distinta y una escritura distinta", nos comenta Garafulic. "En el nivel de déficit atencional en que estamos como sociedad, no podemos exigir el nivel de concentración y de calma que teníamos hace 10 años atrás para enfrentarnos a un libro".

Una posible alianza libro-celular

María Paz cree que en poco tiempo más será común ver códigos QR en los textos escolares chilenos, como recurso para complementar la información y motivar el aprendizaje de los alumnos. Esto ya es una realidad en China, por ejemplo, que se lanzó con los QR en la educación escolar, curiosamente en el ámbito del fútbol.

Como parte de un plan que hizo a este deporte obligatorio en las escuelas, el presidente Xi Jinping anunció que los estudiantes de primaria y secundaria (unos 200 millones) contarán con siete volúmenes de un manual de fútbol. Estos libros incluyen códigos QR que permiten acceder a videos de entrenamiento, informó La Tercera. .

En Confín planean seguir integrándolos y actualmente están trabajando en un libro de la Copa América que recorrerá la historia del campeonato y en paralelo la historia del continente a través de sus protagonistas. Los códigos mostrarán videos, imágenes y probablemente webs de interés para mostrar información entretenida y complementaria.

Con libros de lectura más fragmentada, liviana, buscando temas de interés general, integrando ilustraciones y ahora códigos QR, Confín está buscando conquistar a ese 54% de chilenos que no lee por falta de tiempo y a ese 33% que no lo hace por desinterés. La idea no es desplazar los libros clásicos y la lectura convencional, sino utilizar nuevas herramientas para atraer hacia la lectura.

"No nos gustaría que desaparezcan los libros clásicos, en Confín lo que estamos haciendo es construir un puente hacia la lectura, para que a través de estos libros las personas lleguen a otras lecturas (…) Se trata de generar la inquietud, el acercamiento previo con un formato de redacción más liviano y fragmentado para generar interés por el conocimiento", subraya María Paz.

¿Crees que los códigos QR son una buena herramienta para motivar la lectura?