6 sencillas técnicas para matar los nervios antes de hablar en público

No tiene que ver con la preparación, sino con esos inevitables minutos previos a hablar en público que no perdonan a ninguno y pueden traicionar el esfuerzo de semanas. Justo antes de subir esos peldaños al escenario, no te olvides de aplicar estos consejos.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-05-15 | 07:00
Tags | discurso, presentación, charla, hablar en público, nervios, pánico

Podemos estar más preparados que candidato presidencial para entrevista de TV, pero los nervios siempre nos traicionan justo esos segundos antes de hablar en público. "En la puerta del horno se quema el pan" dicen algunos y por eso debemos saber qué hacer para calmar a nuestro tímido cuerpo y mente para no echar por la borda nuestro talento, buenas ideas o proyectos cuando queremos dar una charla.

De otro modo tendremos un público incómodamente atento, no a nuestras palabras, sino a nuestros gestos repetitivos, torpes o errores "involuntarios". ¿Qué técnicas podemos aplicar esos minutos antes de empezar y evitar así un posible bochorno?

Tomamos consejos de los que saben exponerse frente a cientos de personas y encantarlas durante largo tiempo con sus palabras y estilo: los charlistas de TED, sus asesores y otros expertos en discursos públicos.

Unos minutos antes

- Tomar agua

El problema de la lengua-lapa es una de las cosas más clásicas cuando hablamos nerviosos. Se seca la boca como si llevásemos caminando meses en el Sahara y se nota, especialmente porque el micrófono registra este sonido. Tomar agua 15 minutos antes de empezar a hablar ayuda bastante a disminuir el problema, con sus límites también, para no tener que interrumpir la charla con una visita desesperada al baño. Y si se quiere asegurar mayor éxito en este sentido, Gina Barnett, entrenadora de charlistas TED aconseja: "Cuando cierres la boca, no dejes que tu lengua golpee el paladar superior" y agrega que debemos imaginar que hay una ciruela en la lengua, para mantener un vacío.

- Moverse, moverse (y hasta bailar)

Ojalá esto sea detrás de una cortina o en un lugar donde el público no te vea, por favor. Todos los nervios que contenemos en el cuerpo es mejor que salgan de nosotros, de otros modo aumenta nuestra torpeza. Por eso Barnett insiste en que no debemos contener esa energía, sino liberarla a través de movimientos isométricos (contraer los músculos por un tiempo y luego soltarlos) o al menos agitemos las manos. La experta recuerda que uno de los oradores de TED encontró un rincón privado detrás del escenario y se puso a bailar con unos audífonos. Con esa energía entró después al escenario creyéndose una estrella de rock, muy seguro de sí mismo. Sobre este mismo consejo habla en TED la psicóloga social de Harvard Amy Cuddy, destacando que adoptar posturas asociadas a la confianza, poder y logro como el pecho levantado, la cabeza en alto y los brazos hacia arriba o apoyados en las caderas. Esta técnica fue probada y un estudio demostró su efectividad para generar una mejor actitud y seguridad en las personas.

- Respirar a conciencia

Siempre lo olvidamos, pero respirar lento y pausado es clave para calmar a nuestro cuerpo, porque el pánico hace que aceleremos los motores de todo nuestro organismo, bloqueando nuestro desplante natural. Barnett recomienda inhalar y exhalar tres o cuatro veces de manera suave y consciente inflando nuestro abdomen. "Esto puede centrar tu energía y enfocar tus pensamientos". Además de liberar el cuerpo del peso que siente, la respiración profunda llena nuestro cerebro de oxígeno, agrega Darlene Price, experta en discursos y autora de Well Said, Inc.

- Decir frases positivas (aunque no te las creas)

Por lo general solemos prepararnos ante los desafíos pensando en qué haríamos si fracasamos, fijándonos en todos los factores externos que nos pueden afectar. "¿Qué pasa si me equivoco?" El problema es que esa mentalidad termina invadiéndonos y puede acabar en una profecía autocumplida. Barnett recomienda olvidar el exterior y centrarnos en nosotros mismos con frases como: "¡Estoy tan emocionado!", "¡Va a ser muy bueno!", "¡No puedo esperar para compartir esta idea!", cualquier frase que evoque felicidad, incluso repetir varias veces la palabra "sí" funciona y aumenta la confianza.

Y segundos antes…

- Repasar las 3 ideas principales

Carmine Gallo, autora del libro Talk Like TED (Habla como TED) explica que para una presentación memorable, debe existir la regla de tres. "Podemos recordar tres o cuatro trozos de información en nuestra memoria a corto plazo" dice, "así que siempre aconsejo a las personas cuando presentan un nuevo producto o hablan con un periodista, que le den tres cosas, tres nuevas características que son interesantes en el producto, tres razones para invertir en ti", entre otras. Repasarlas antes de salir al escenario jugará a tu favor.

- Hacer silencio

Suena paradójico, pero una charla no debe empezar con palabras, sino con un silencio. Simon Sinek, aunque es tímido y no le gusta hablar en público, tiene una de las tres charlas más vistas de todos los tiempos en TED. El experto en liderazgo recomienda no hablar de inmediato al salir al escenario, porque evidencia el nerviosismo, comunica inseguridad y miedo. En vez de eso invita a tomarse un tiempo, respirar profundo y después comenzar. Aunque parecerán horas para quien está sobre el escenario, el público percibe que la persona está segura y se siente cómoda en esa situación.A fin de cuentas, nunca nos vemos tan nerviosos en relación a cómo nos sentimos, el público solo verá cómo actuamos, recuerda también Price.

¿Recuerdas tu primera experiencia al hablar en público? ¿Qué otras técnicas recomendarías para aplicar justo antes de comenzar una charla?