Antiguamente, cuando nuestro cuerpo dejaba de responder por alguna enfermedad muscular o una lesión grave, nuestras mentes también lo hacían. En algunos casos afortunados se tenía acceso a tecnologías como el texto-a-voz de Stephen Hawking, pero eran caras y complicadas de obtener especialmente en países como Chile, lo que dejaba a las personas con parálisis y sus familias con pocas opciones.
Hoy existen mentes creativas que están cambiando las cosas, desarrollando tecnologías accesibles a bajo costo. Hace un tiempo les hablamos de la comunidad Not Impossible Labs y su EyeWriter, un sistema que permite escribir a las personas postradas necesitando solo de movimiento ocular.
A iniciativas como esta, se suma un mini-robot 100% chileno, desarrollado por el departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica, que se convierte en los ojos, oídos y voz de personas con parálisis, y además, a bajo costo.
Una mirada es lo único que necesita una persona para guiar este robot de 20 centímetros de alto. Esto gracias a la tecnología ocular integrada que permite rastrear los movimientos de los ojos del usuario. "Así la persona con discapacidades motrices puede elegir las acciones del mini robot", dice Bruno Wendt, encargado del sistema de seguimiento ocular.
El robot, que comenzó a desarrollarse hace 2 años, incorpora también sensores de movimiento, una cámara de alta definición, micrófonos para escuchar y parlantes para transmitir audio que, en conjunto, devuelven a la personas con parálisis funciones esenciales para desempeñarse en el hogar con cierta autonomía.
"Esta innovación podría en el futuro ayudar a quienes han sufrido una parálisis por enfermedad o lesión, a interactuar con los demás, sin la ayuda de otra persona", dice Francisco Retamales, estudiante de ingeniería y creador principal del proyecto que se desarrolla junto al Centro de Tecnologías de Inclusión (CEDETI) de la universidad.
Cabe recalcar que para personas con parálisis, la autonomía es uno de los principales factores, junto a la esperanza, apoyo social y salud percibida, que permite obtener satisfacción general con la vida. Algo difícil por sus condiciones físicas, pero que tecnologías como el mini-robot lo hacen posible.
"Mediante la tecnología de seguimiento ocular, el mini robot permite a las personas totalmente paralizadas observar y escuchar su entorno familiar. Incluso podría enviar mensajes de audio para comunicarse con los demás", explica el profesor de Ingeniería Miguel Torres, quien guía el equipo de trabajo.
"Esta idea nace de la inspiración de un niño", dice Retamales en entrevista con 24 Horas. El niño había quedado completamente paralizado por una negligencia médica, y en el CEDETI tenían la idea de darle un juguete con el que pudiera interactuar. Fue entonces cuando Retamales y un compañero deciden tomar el proyecto y construir lo que hoy es el robot.
El robot se encuentra en su tercera iteración, y actualmente el equipo se encuentra trabajando en la emisión de audio. Retamales espera completar el proyecto para finales de año.