La semana pasada la Contraloría General de la República señaló que los municipios no se encuentran facultados para organizar o autorizar bingos, ni otorgar premios o prestar sus instalaciones, aun cuando éstos tengan fines benéficos. Razón por la cual el 22 de abril pasado, se emitió un dictamen para restringirlos. Todo esto como respuesta a la solicitud de la alcaldesa de la Municipalidad de Quisco, Natalia Carrasco, con el fin de realizar un evento comunal en beneficencia.
Inmediatamente alcaldes, senadores, diputados y la ciudadanía en general criticó tajantemente la decisión de la Contraloría, argumentando principalmente que en casos como éste había que realizar distinciones, ya que no es lo mismo un casino que un bingo benéfico.
Y así, luego de días de críticas ciudadanas, la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime el jueves pasado un proyecto que busca revertir el polémico dictamen de los bingos, el que ahora se encuentra en manos del Senado para su segunda tramitación, y al que el Gobierno otorgó suma urgencia para así dejar sin efecto
Pero, ¿cuáles son las razones de la Contraloría para prohibirlos? y ¿qué tan indispensables son los bingos para nuestro país?, ¿quién los regula si no es la ley?.
Según la Ley N° 19.995 de Casinos de Juegos, que rige desde 1983, los bingos entran en la categoría de juegos de azar, es decir, aquellos juegos “cuyos resultados no dependen exclusivamente de la habilidad o destreza de los jugadores, sino esencialmente del acaso o de la suerte, y que se encuentran señalados en el reglamento respectivo y registrados en el catálogo de juegos”.
La ley dice además que el hecho de que esta clase de juegos sea de carácter benéfico, no establece una excepción. Por ende, quien tiene la facultad de otorgar permisos para hacer bingos cuyo objetivo sea la educación, la asistencia social o la caridad, es la Presidencia de la República, y en el caso de regiones a las Intendencias, no los municipios, ni las juntas de vecinos.
Por lo que podemos entender que si bien no están estrictamente prohibidos los bingos o rifas de beneficencia, el trámite para obtener su permiso resulta demasiado burocrático y engorroso, ya que en Chile existen 345 municipalidades, por lo que claramente debido a la alta demanda, el Estado no da abasto para otorgar los permisos necesarios.
Tras la negativa de la Contraloría de la República; políticos, personajes públicos y la ciudadanía en general criticó la respuesta, y así un grupo de senadores del Partido Socialista, encabezado por Juan Pablo Letelier, y apoyado por parlamentarios de distintos partidos, se unió para impedir que se restrinja la realización de actividades tan tradicionales y solidarias, como los bingos y las rifas de beneficencia.
El senador Letelier argumentó que los bingos “son parte de la idiosincrasia de nuestro país, las agrupaciones, desde las más pequeñas a las más articuladas, organizan y ejecutan actividades de beneficencia para la recaudación de fondos. Estas actividades, a pequeña escala, transparentes y de enorme impacto para las agrupaciones sociales, son realizadas por las personas, aglutinando voluntades en sus comunidades, sus vecindarios, sus colegios, etc.”.
Letelier además envió un mensaje a la ciudadanía diciendo que "todos los que tengan un bingo organizado, háganlo. La solidaridad y el criterio del sentido común tienen que estar por sobre decisiones burocráticas y erradas que hemos conocido de la Contraloría".
El proyecto de los senadores
Por estas razones, el grupo de senadores propuso agregar un nuevo art. 4° a la Ley 10.262, en los siguientes términos: "Todas las organizaciones regidas por la Ley 19.418 de Juntas de Vecinos y Demás Organizaciones Comunitarias, Centros de Padres y Apoderados de todo el sistema educacional, incluidos los de los niveles iniciales, así como también los Cuerpos de Bomberos de Chile podrán, por el sólo ministerio de ley, realizar todo tipo de actividades benéficas, tales como, bingos, rifas y otras similares”.
Agregando además que “Tratándose de personas naturales, sin perjuicio de las leyes especiales que regulen la actividad, podrán realizar actividades benéficas debiendo rendir cuenta de sus resultados a los organismos a los cuales estuvieron vinculados, tales como, juntas de vecinos, colegios, universidad, u otra según corresponda en cada caso".
La propuesta de los diputados
Por su parte, la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, encabezada por Ricardo Rincón, ingresó un proyecto de leyque facilitará la realización de estas actividades, eliminando los permisos especiales.
El diputado Sergio Espejo indicó que la normativa de Contraloría "daña de manera grave este tipo de actividades solidarias tan propias de nuestros barrios". Mientras que el parlamentario Jaime Pilowsky recalcó la importancia de este tipo de eventos para quienes no tienen recursos para financiar enfermedades de alto costo, expresando que "los bingos son parte habitual de los centros comunitarios y de nuestros barrios y están habitualmente dirigidos a reunir fondos para asistir a personas enfermas, que requieren un tratamiento médico costoso o incluso, en casos más dramáticos, que lo han perdido todo a raíz de una catástrofe o un incendio", expresó.
El Proyecto de Ley presentado y aprobado de manera unánime por la Cámara Baja, contempla tres artículos:
Artículo primero: Los bingos, rifas y sorteos realizados para fines de beneficencia, por juntas de vecinos, centros de padres y apoderados, centros de alumnos y otras organizaciones estudiantiles, sindicatos, comités de adelantos, comités de agua potable, centros de madres, y otras organizaciones sin fines de lucro, no serán considerados juegos de azar ni de lotería, por lo que para su realización no se requerirá de autorización administrativa alguna.
Artículo segundo: Serán considerados bingos, rifas y sorteos con fines de beneficencia aquellos cuyos recursos que generen, estén destinados a las instituciones señaladas en el artículo precedente o a ir en ayuda económica de alguna o algunas personas que enfrenten una enfermedad o hayan sufrido grave daño en sus bienes necesarios para su subsistencia.
Artículo tercero: Los bingos, rifas y sorteos regulados por la presente ley no están afectos a las disposiciones de los artículos 277, 278 y 279 del Código Penal, ni a las demás prohibiciones legales sobre la materia.
"Me detectaron un cáncer al endometrio y en el hospital te dan una hora para seis meses. Entonces,si yo espero a hacerme todo por el hospital, me muero primero. Se hacen bingos porque la gente no puede cubrir esos gastos en una población; es gente pobre, gente de esfuerzo, y hacerse un examen, hacerse una resonancia, cuesta plata", manifestó en La Moneda Margarita Hernández, vecina de La Pincoya quien acompañó a los parlamentarios a presentar el proyecto.
Constanza Molina Muñoz tiene dos años y sufre de Leucemia Linfoblástica Refractaria, donde su única oportunidad de salvación es un trasplante de médula ósea. Para eso, necesitan importar un cordón desde Estados Unidos el que tiene un costo de $36 millones y no cuentan con los recursos necesarios para aquello. Su familia ha estado recolectando fondos, organizando bingos, pero tras esto la situación cambió radicalmente."Es absurdo, nos cortan las manos a todas las familias. Yo creo que represento a muchas madres que luchan por sus hijos y que quieren que estén bien de salud (...) El país no solo no nos ayuda con esta materia de enfermedades raras, más encima nos ponen esta traba", indicó en Tele13 Radio Mary Muñoz, madre de la menor.
Y así existen miles de testimonios de vecinos, agrupaciones vecinales, centros de ancianos, colegios, cuerpos de bomberos, parroquias, clubes deportivos, entre muchas otras organizaciones comunales, que año a año solventan sus necesidades urgentes gracias al aporte vecinal en las rifas, bingos y actividades benéficas.
Porque es un hecho que ni las Municipalidades, ni las Intendencias ni el propio Gobierno cuenta con los recursos necesarios para suplir las necesidades de todos los ciudadanos, por lo que como expresan los alcaldes, estas instancias comunales resultan ser la mejor opción y la principal actividad social en el momento de reunir fondos para la realización de sus diversos fines.
Algunas de las actividades más frecuentes que se realizan con fin de recaudar dinero son: para ayudar a algún vecino que sufre una enfermedad con tratamiento muy costoso, para financiar la labor de los Bomberos, para comprar equipamiento, camisetas de clubs comunales deportivos, giras de adultos mayores, viajes de estudiantes destacados, y también para reunir fondos en los comités de vivienda para lograr postular a la casa propia.
Además de que muchas veces se logra recaudar un buen monto de dinero, este tipo de actividades comunitarias cuentan con otro valor rescatable: generan una identificación con las agrupaciones y los pares, potencian el trabajo en comunidad y velan por el sentimiento de pertenencia a un grupo humano que responde en conjunto ante las necesidades de sus pares, como en una familia.
Al respecto, el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado dijo que “cuando el Estado no puede cubrir todas las necesidades, cuando estamos en una sociedad en que nos estamos enrejando, nos estamos escondiendo en nuestras casas, nos estamos encerrando en nuestros pasajes, qué mejor que salir a utilizar espacios públicos, sedes sociales, multicanchas y trabajar en comunidad (…) El bingo es mucho más que un juego de azar. De hecho, el juego de azar pasa a segundo plano”.