El fútbol es de todos. Y por mucho que a los ingleses se les infle el pecho hablando de su creación, el soccer, sabemos que el balompié existía también en formas bastantes similares en nuestro continente. Era un juego literalmente de carácter ritual para aztecas y otras culturas indígenas (aunque actualmente también se ha hecho bastante sagrado).
Hoy el adorado deporte vuelve a nuestros pueblos originarios en plena víspera de la Copa América, a través de un campeonato oficial, aprobado por la ANFP y la Conmebol. Se trata de la Copa Americana de Pueblos Indígenas, que se disputará por primera vez en la historia y será también en Chile entre el 16 y el 25 de julio.
Ocho selecciones indígenas se están preparando para este inédito encuentro, donde representantes de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Chile, lucharán por la copa en el Estadio Canadela de Arica y el estadio Municipal de Peñalolén en Santiago.
El campeonato, que busca marcar un precedente en el continente, es organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Deporte, apoyado por el Ministerio de Desarrollo Social, Cultura y la Fundación Gol Iluminado, creada por la leyenda del fútbol chileno, Elías Figueroa Brander. Tiene como objetivo el reconocimiento de la diversidad en nuestro continente, la valoración de las diversas culturas originarias y la inclusión de ellas en la sociedad.
A nivel continental se busca generar encuentros a través del fútbol. El Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, destacó que la iniciativa es virtuosa al combinar el rol de los pueblos originarios y reunir a los países en el deporte con las mejores selecciones de sus pueblos.
“La idea surgió después de un torneo que organizamos a nivel nacional. Después nos preguntamos qué tan factible sería convocar a pueblos originarios de otros países. Existe una gran sintonía con todos. Lo principal, más allá del fútbol, es entregar un mensaje de unidad. Ellos fueron nuestros antecesores y debemos manifestarles nuestro aprecio con gestos concretos”, comentó Figueroa.
“Nuestros ancestros, nuestra gente, nuestros pueblos lo merecen. Lo más importante es que el deporte sea un instrumento para unir y fomentar la paz en nuestro continente", señaló Figueroa.
En el sorteo de grupos, el A quedó liderado por Chile y por las selecciones indígenas de Perú, Paraguay y México, mientras el B tiene como cabeza a Argentina y se completa con Colombia, Ecuador y Bolivia.
Los jugadores que sacarán la cara por nuestro país son de diferentes equipos indígenas. Varios pertenecen a la selección mapuche, ganadora del III Campeonato Nacional de Fútbol de Pueblos Originarios realizado este año en Villarrica y Galvarino, mientras otros futbolistas son de las selecciones aymara y rapa nui. En caso de lesión, será posible que se sumen participantes de algún otro equipo indígena chileno.
Jaime Bahamonde, técnico de la selección huilliche que triunfó el 2013 en la copa nacional, indicó que dos de sus jugadores fueron convocados, Felipe Sánchez, arquero de Ancud, y Sixto Barría, delantero oriundo de Dalcahue, debido a sus buenas actuaciones en el campeonato nacional.
“Todas las cosmovisiones de los pueblos indígenas tienen el juego como un activo de su realidad, pero también el deporte es un derecho social que posibilita la inclusión, la diversidad y es un instrumento para la movilidad social. Por eso, esta Copa es realmente contribuyente cuando tenemos el desafío de pensar a Chile como un país con más inclusión, que sea capaz de recoger la diversidad de nuestros pueblos y de mejorar la convivencia democrática en nuestro país”, recalcó el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza.
La ceremonia de inauguración del campeonato se realizará el 16 de julio y los partidos, todos con entrada liberada, se jugarán en las siguientes fechas (en jornadas dobles):
Santiago: 16 – 18 – 20 de julio
Arica: 17 – 19 – 21 de julio
Semifinales: 23 de julio en Santiago
Tercer lugar y Final: 25 de julio en Santiago
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