No vamos bien. En lo que va del año, el Gran Santiago acumula 45 días de alto smog, superando la norma internacional de calidad del aire para el material particulado fino (MP2,5), mientras que el 2014, tuvimos 36 días, lo que entonces ya era preocupante. Con el objetivo de bajar los humos, reducir las crisis respiratorias, las muertes por infartos cardiovasculares y los costos que le significan a las personas respirar un aire tan contaminado, el Gobierno anunció un nuevo Plan de Prevención y Descontaminación de la Región Metropolitana.
Para ponernos un poco en contexto, según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, los altos grados de contaminación atmosférica alcanzados en la cuenca de Santiago, se deben principalmente a la calefacción a leña de los hogares (31%) y el transporte (31%). Lo siguen los emisiones industriales (26%) y de más lejos los combustibles (7%) y agrícolas (5%).
Entre noviembre de este año y marzo del próximo, este ante proyecto compuesto de más de una veintena de medidas, se someterá a consulta pública. Según el intendente de Santiago, Claudio Orrego, lo que se resuelva ahí, podría estar llevándose a cabo el próximo invierno; mientras que el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, aseguró que tras la consulta ciudadana, se elaborará un proyecto final, para pasar por Contraloría, y entrar en vigor durante el 2016.
Al ser transporte el sector responsable del 31% de la contaminación en Santiago, las autoridades proponen medidas drásticas. Estas son dos de las mencionadas:
1. Restricción cuatro meses para los catalíticos
Una de ellas es que desde el 1 de mayo al 31 de agosto, los autos catalíticos, esto quiere decir los de sello verde, también se sometan a la restricción vehicular de dos dígitos. Esta medida no entraría en vigencia el año entrante, donde nuevamente los autos con sello verde solo se deberán guardar para las preemergencias y emergencias.
2. Sello verde para buses y camiones
Según el ministerio del Medio Ambiente, los buses y camiones significan la mitad de las emisiones del parque automotor que circula en el Gran Santiago. Según datos del INE, hay inscritos 82 mil vehículos de carga. De todas formas, el nuevo Plan busca disminuir el impacto que tienen este tipo de transportes en la emisión de material particulado, y para esto se impondrá que tengan un sello verde. Los que no lo posean, no podrán ingresar al perímetro urbano.
Además, los buses del Transantiago, deberán contar con motores Euro VI a contar del 2017, los que poseen límites mucho más estrictos de emisiones en lo referente a partículas y óxidos de nitrógeno.
Ahora, según los entendidos, las siguientes medidas serían las más significativas para disminuir la contaminación:
3. Prohibido usar leña del árbol caído
Este es un tema que suele sacar ronchas. Muchas comunas del sector alto de Santiago usan calefacción a leña -pese a tener los recursos para otro tipo de calefacción más eficiente-, pero se ubican dentro de los sectores con aire más limpio de la capital. Esto ocurre porque al estar en un sector más alto, los vientos suelen trasladarse de cordillera al valle, trasladando los contaminantes a la zona poniente de la región.
Hay que aclarar que las comunas del sector oriente no son las únicas que utilizan este sistema para calefaccionar sus hogares. Según el Ministerio de Medio Ambiente, si bien la comuna de Las Condes cuenta con 3.900 casas que consumen leña y tiene 4.160 equipos que son alimentados por este combustible, se ubica en el tercer lugar entre las que emiten mayor material particulado en la provincia, con 65,3 toneladas anuales, siendo superada por Maipú y Pudahuel.
Al ser un aporte a la contaminación tan significativo como el de los autos, quedará totalmente prohibido el uso de la leña en las 34 comunas de la Provincia de Santiago, además de San Bernardo y Talagante. Esto significa que los 117.097 equipos de calefacción a leña que existen en la capital, quedarán oficialmente en desuso.
Lo que se debe considerar en el plan y aún no se menciona, es cómo fiscalizarán que no se estén usando en ninguna parte los calefactores a leña.
4. Rebaja de la emisiones industriales
Para muchos, esta es la medida principal. Aumentará la exigencia de la norma de emisión de material particulado en procesos industriales, bajándola desde 112 mg/m3 a 30 mg/m3, lo que implica una disminución de 87% y obligará a las industrias de la zona metropolitana a incorporar nueva tecnología para cumplir con los requisitos. Así también, se busca bajar las emisiones de las empresas de artes gráficas y lavasecos, para reducir el carbono orgánico.
Entre las otras medidas, figuran mejores estándares térmicos para viviendas nuevas, exigencias de sustentabilidad para edificios de uso público y en episodios críticos, la paralización de industrias más contaminantes que no cumplan la nueva normativa. Para revisar las medidas en transporte, residencia e industria, haz click en los links.
El año pasado, cuando habíamos superado ha superado 36 veces la norma internacional de calidad del aire para el material particulado fino, se anunciaron una serie de medidas de mitigación. ¿Cuáles eran? Prohibición total de leña, recambio de camiones y furgones escolares, y restricción a catalíticos más antiguos. Suenan familiares, casi a hermana gemela de las medidas anunciadas en el nuevo Plan de Descontaminación.
De todas formas, estaba previsto que debutara el 2016 con medidas de corto plazo hasta 2020, y luego las de largo alcance hasta 2030. Ahora, con estos nuevos bombos y platillos, esperemos que el plan sí se lleve a cabo, y no ocurra lo que pasa con el actual, que como bien describió el intendente Orrego, "no sirve".