Existe un niño que un día subió un video a YouTube comentando lo entretenido que era un juguete de Angry Birds y contando lo que podía hacer con él. Luego subió otro y otro, y siguió haciéndolo (con ayuda de su padre), acumulando en el proceso a cientos y miles de seguidores en su canal. Se convirtió en un crítico lúdico sin quererlo y por pura entretención. Hoy Evan es un crack en el "testeo" de juguetes, al punto que las marcas lo buscan y llenan de regalos para que simplemente hable de sus productos. ¡Ah! Y gana 1.3 millones de dólares al año. La hizo.

Independiente de sus ganancias, así como Evan, muchas personas comunes y corrientes se han convertido en críticos de juguetes, cine, moda y comida gracias a YouTube.Más recientemente se ha sumado un grupo nuevo que está teniendo un fuerte impacto: los Booktubers.

Un libro que ya hayas leído y una cámara de video, es todo lo que necesitas para ser uno. Un tipo nuevo de críticos literarios, jóvenes, lectores normales, que comparten sus comentarios en videos de no más de 10 minutos. No suelen sobrepasar los 25 años de edad y transmiten sus opiniones de sagas, novelas clásicas, cómics y otros géneros en un lenguaje simple y entretenido para otros lectores.

Desde hace unos tres años esto se ha hecho tendencia en el mundo, en lengua hispana creció fuertemente en España y México, aterrizando luego en Chile con éxito, al punto que incluso las Bibliotecas Públicas se están subiendo al carro.

Esta es la nueva manera en que niños y jóvenes están apasionándose por la lectura. Algo que podría combatir la falta de tiempo y de interés, además de hacerle el peso a sitios como el Rincón del Vago, Monografías o esas películas, que alguna vez nos salvaron la vida (reconozcámoslo) para la prueba del jamás abierto libro.

El poder de estos video-reseñas es tal, que estos críticos amateurs se convierten más pronto que tarde en gurús del nicho, logrando impactar en los gustos de sus seguidores en línea. Al igual que el niño-prueba-juguetes, estos lectores empedernidos están llamando la atención de las marcas, en este caso editoriales, quienes ven en ellos una nueva plataforma para dar a conocer los títulos que publican.

Booktubers chilenos

Booktubers Chile se llama la comunidad de nuestro país, que no solamente se han hecho protagonistas en línea, sino que también en diversas ferias del libro en todo el país. Los canales más populares tienen actualmente entre dos y siete mil seguidores.

Ellos están demostrando cómo la lectura puede hacerse un espacio importante en medio de un mundo digital y colaborando con el incentivo a la lectura que otras iniciativas no han logrado fomentar por años en Chile.

Se han convertido también en un medio de difusión para autores y editoriales, además de ser una vitrina para escritores independientes, explica Poly Godoy (25), una de las booktubers chilenas más populares con su canal Made of Papers.

Las editoriales han fijado su mirada en este grupo y les entregan cada mes libros para que los comenten, sin condicionar su opinión al respecto.A fin de cuentas, es la nueva forma a través de la cual lo jóvenes se acercan a la lectura.

Macarena Hansen, jefa de comunicaciones de Ediciones B afirma: "Los adultos llegan a la literatura por el diario, por las revistas; los adolescentes no leen estos medios. Los booktubers se convirtieron en el nuevo nicho de marketing que se puede explotar para llegar al público más joven".

Alfaguara, Planeta, Penguin Random House, SM y Zigzag, entre otras, están trabajando con esta importante comunidad de lectores.

"Son jóvenes con los que mantenemos un contacto directo y permanente. No hay un compromiso que los obligue a publicar nada. Son tratados con los mismos códigos que operan en la relación con cualquier otro medio de comunicación. Lo que han hecho es transformar este canal digital, que cumple casi la misma función que la de un líder de opinión", explica a La Tercera Sergio Tanhnuz, gerente de Publicaciones Generales de SM.

Fue el libro Los Juegos del Hambre, parte II: Sinsajo el que cambió la vida a Ignacio Rebolledo (19). Jamás pensó que leería más de seis libros al mes, ni menos que estudiaría Literatura: "Yo era el tipo de persona que se leía el resumen en El Rincón del Vago un día antes de la prueba", cuenta a Leamosmas.com. Quiso averiguar más de la saga, pero no a través de blogs, sino de videos y rápidamente se volvió fanático de los booktubers y un día se lanzó con su propio video y se convirtió en uno.

Hoy su canal Libros Inmortalescuenta con más de 7 mil seguidores, número que lo convierte en uno de los críticos literarios online chilenos más vistos. Hoy colabora con más de siete editoriales y ha recibido hasta ha llegado a recibir 17 libros mensuales para reseñar, cuenta.

Bibliotecas públicas se unen

El fenómeno de los booktubers ha sido tan fuerte y ha resultado tan efectivo, que hoy hasta las bibliotecas públicas chilenas se están uniendo a la tendencia. Es el caso de la región de O'Higgins.

A menudo creemos que las bibliotecas son solo espacios silenciosos donde se prestan libros y no se puede hablar, cuando en realidad son centros de difusión de la lectura, donde el rol del bibliotecario es fundamental para encantar al público con la enorme variedad de textos.

Por eso, dentro de sus varias iniciativas para promover la lectura, las Bibliotecas Públicas de O'Higgins, comenzarán a subir contenidos a Youtube.La idea es enseñarle herramientas a los usuarios de la bibliotecas para que puedan compartir sus experiencias literarias en las redes sociales.

El proyecto contempla también la capacitación de los encargados de las bibliotecas en redes sociales, captura y edición de video, sensibilización con la lectura, colección juvenil y lecturas compartidas. El plan es lanzar clips audiovisuales de cada una de las bibliotecas participantes durante las próximas semanas.

"Sería muy enriquecedor que esta iniciativa se extienda territorialmente, así la comunidad Booktuber Chile se verá fortalecida y podremos compartir directamente con diversos lectores del país", comenta Leslie Araya, Encargada Regional de Operaciones del Programa BiblioRedes, quien ha estado a cargo del proyecto.

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