Tchoukball: qué es y por qué deberían jugarlo en todos los colegios

¿Sabías que existe un deporte llamado tchoukball? ¿y que en 2018 se jugarán los Panamericanos en Chile? Hablamos con dos de la principales exponentes nacionales, que juegan y a la vez promocionan el denominado "deporte de la paz".

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-08-04 | 15:30
Tags | tchoukball, deporte, chile, pelota, america

El tchoukball es uno de los pocos deportes donde la primera duda que surge no es sobre el juego en sí, sino algo más relativo a lo académico-fonológico: ¿Cómo **** se pronuncia? Para que todos estemos en la misma página, partiremos aclarando este punto: se pronuncia chuk-bol.

Al igual que otros deportes asociativos, el tchoukball incorpora dos elementos más o menos universales en el ámbito: arcos (no exactamente, pero similares) y una pelota. También sus reglas, que veremos en mayor detalle a continuación, derivan de otros juegos como el vóleibol y el hándbol, y sin embargo, hay algo distintivo respecto a este deporte, partiendo por su creador.

Fue hace relativamente poco, en los años '70s, cuando el biólogo suizo Hermann Brandt publicó las bases del tchoukball. Brandt creía que el objetivo de las actividades físicas no era hacer campeones, sino "ayudar a construir una sociedad armoniosa", una creencia muy suiza de su parte que también se entiende como una crítica contra la rivalidad, odio y violencia física que generan otros deportes (*ejem*, barras bravas, *ejem*).

Han pasado varias décadas desde sus declaraciones, y pese a la proliferación de campeonatos y mundiales de tchoukball, especialmente popular en Asia, el objetivo final del deporte se ha mantenido increíblemente fiel a los principios de su creador, tanto así que la UNESCO lo declaró como el deporte "para la paz" en 2001.

¿En qué consiste? ¿cuáles son sus beneficios? ¿dónde se juega en Chile? Para aclarar todas estas dudas, hablamos con Magdalena Lagos y Paola Vidal, dos jóvenes representantes nacionales del tchoukball que trabajan, en muchos casos contracorriente, para popularizar este deporte.

El juego

En términos oficiales, el tchoukball se juega con siete personas por lado, en una cancha de 27 por 16 metros, donde se posicionan dos tableros en los extremos (llamados trampolines en algunas partes, consistentes en un marco y una red elástica), delimitados por un semicírculo de 3 metros, el área "prohibida". Cada partido dura tres tiempos de 15 minutos y se juega solo con las manos, tradicionalmente en una cancha techada, aunque la superficie también puede ser de pasto e incluso arena.

Para hacer un punto, se debe tirar la pelota similar a la que se usa en hándbol, hacia los tableros y ésta debe botar en el suelo fuera del semicírculo (si cae dentro es punto para el adversario). El trabajo del equipo sin pelota no es bloquear o atacar el contrincante, sino atajar la pelota rebotada en el tablero sin que dé bote y sin entrar en el semicírculo. Si atrapan la pelota, entonces pueden lanzarla ellos contra el tablero, obligando al equipo que antes atacaba a ponerse en posición para recibir la pelota rebotada.

Para entender las reglas más específicas, que pueden ser algo confusas, Paola Vidal, profesora en educación física, recomienda pensar de a tres:

1.- Se pueden dar máximo tres pases antes de tirar hacia el tablero.

2.- Se pueden dar un máximo de tres pasos antes de dar un pase o tirar hacia el tablero.

3.- Cada jugador puede tener la pelota un máximo de tres segundos.

4.- Se puede tirar en el mismo tablero un máximo de tres veces seguidas, luego se debe tirar en el otro tablero al menos una vez.

Si cualquiera de esta reglas se rompe, se cobra falta favorable para el otro equipo, como también si se bloquea o intercepta un pase rival (no hay fricción o choque entre jugadores).

A diferencia de otros deportes, en ambos tableros se pueden anotar puntos para cualquier equipo, por lo que los roles de atacante y defensa se intercambian constantemente.

Paola y Magdalena, organizadas bajo el nombre de Tchoukball Chile, realizaron un video instructivo para quienes deseen ver las reglas en acción:

Tchoukball por la paz

Tranquilos, el tchoukball no incorpora abrazos de grupo a cada minuto, ni llamar "hermano" o "hermana" a cada jugador de la cancha.

La "buena onda" de este deporte se debe principalmente a los fundamentos de su creador. Según Brandt, el fin de practicar este deporte no era ganar prestigio, sino alcanzar excelencia a través de la formación personal y el esfuerzo colectivo (recordemos que no existe contacto entre contrincantes).

Pese a sonar como una solo buena intención, en este caso sus deseos se han cumplido a cabalidad. "Es algo diferente", dice Paola, de 27 años, "yo pasé por todos los deportes en el colegio y la universidad, pero el tchoukball es novedoso y la buena onda, el ambiente que hay, me llamó la atención, me gustó por eso".

" Las reglas del juego se enfocan en uno ser el mejor y no ganarle al otro", agrega Magdalena, de 22 años, estudiante de educación física.

Ambas participaron en el pasado Panamericano de Tchoukball, que se celebró en Colombia el año pasado, donde Chile participó con un equipo adulto masculino y femenino (no hubo representantes en sub-18 ni sub-15). Aún en un entorno de competencia, destacan las buenas sensaciones que vivieron.

"No hay nada de rivalidad. Todo es ayudar al otro. Aquí si ganas o pierdes, no importa, todo es buena onda", dice Paola. La filosofía del deporte también se puede ver en la entrega de medallas, donde no hubo distinciones de oro, plata y cobre, sino que todos las recibieron. También se ven gestos amistosos, como el que un país "done" un jugador a otro equipo que lo necesite.

Un deporte completo

Pero el tchoukball tiene más beneficios para quienes lo juegan que un ambiente amigable.

"Es muy completo, correr, moverse rápido, tener buen brazo, buena defensa", dice Magdalena.

Ambas destacan que el tchouckball es un excelente pre-deportivo, es decir, una actividad que lleva a las personas a otros deportes, que rescatan ciertos elementos de éste, como el hándbol.

Esto nace por las mismas reglas del deporte, que amalgaman varias disciplinas. "Puedes tener a gente de varios deportes mezclados dentro del tchoukball", explica Paola.

Ciertos aspectos del tchoukball también pueden ser aislados para practicar aspectos físicos específicos. "Para los más chicos, por ejemplo, los tableros sirven para lanzamiento y recepción, no necesariamente jugar el partido con sus reglas y todo", agrega.

Es por estas razones que es una excelente actividad deportiva para colegios, opinan. Algo por lo que están trabajando, pese la ausencia casi total de apoyos.

El tchoukball chileno

Según la Federación Internacional de Tchoukball, Chile se posiciona en el lugar número 20 del mundo en hombres y 9 en mujeres. Nada mal para un deporte que muy pocos conocen, aunque muy lejos de las potencias como Taiwán, Singapur y, acotando el mapa, Uruguay y Colombia, países donde existen ligas y asociaciones de tchoukball.

Chile no cuenta con una federación, por lo que el desarrollo de este deporte queda en manos de jóvenes entusiastas como Paula y Magdalena, quienes representan al país no solo en la cancha, sino también fuera, en la organización y difusión del tchoukball. Todo esto paralelamente a trabajar o estudiar.

Fueron ellas y sus compañeros quienes gestionaron su viaje al último Panamericano en Colombia, donde se decidieron las sedes de los próximos dos: México en 2016 y nada menos que Chile en 2018.

El equipo femenino de Chile en acción en los últimos Panamericanos. Fuente: PTC

La principal dificultad que enfrentan actualmente es la escasez del material. La pelota no es tanto problema (la de hándbol es un sucedáneo aceptable), pero tableros deben ser de un material resistente, como también la malla elástica, que además debe tener la tensión necesaria para hacer rebotar la pelota con una fuerza aceptable. Actualmente las opciones son importarlos a precios poco atractivos para que colegios o centros deportivos puedan costearlos, o investigar dónde se podrían fabricar en Chile, tarea que, nos dicen, están llevando a cabo.

Si bien el tchoukball ha sido promocionado de manera informal por varios años, el grupo actual que representa a Chile quiere dar el paso decisivo, por un lado popularizando el deporte mediante clases gratuitas, demostraciones en colegios y la creación de un manual que explica en términos simples las reglas del deporte, y por otro mediante la creación de una organización que le dé sustento oficial.

"Nuestro plan es hacer la federación en Chile, y para eso debemos empezar a hacer clubes y una asociación, y luego la federación", dice Magdalena.

A nivel panamericano las cosas han ido bien. En cada edición se suman nuevos países (en México 2016, se sumaría Estados Unidos y Costa Rica), y está en proceso la formación de una federación americana que permitiría un canal oficial de ayuda desde la federación internacional a países de nuestro continente.

¿No sería bonito ver a Chile nuevamente campeón en nuestras tierras para 2018?

TALLER GRATUITO DE TCHOUKBALL

Para los interesados, se realiza un taller gratuito de tchoukball en el Estadio Mayor, Peñalolén, de 19.30 a 21.00 horas lunes y miércoles. Cualquier persona desde los 15 años puede acudir. Se recomienda llevar rodilleras de vóleibol.

MANUAL TCHOUKBALL

El manual de tchoukball aún está en proceso. Aquellos interesados en difundir este deporte en colegios, pueden acudir a Tchoukball Chile para más información.

¿Te gustaría probar un deporte como el Tchoukball?