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La ONU destaca a programa chileno "Quiero mi Barrio" como ejemplo a seguir

Tras nueve años de funcionamiento, el programa Quiero Mi Barrio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, fue reconocido por la ONU como modelo a seguir a nivel internacional ¿Cómo funciona? ¿Qué resultados ha obtenido? Aquí te lo decimos.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-08-17 | 07:00
Tags | chile, gobierno, barrio, medida, social

Hace algunos días, el Programa de Asentamientos Humanos de la ONU, agencia que promueve ciudades y pueblos social y ambientalmente sostenibles, celebró la décima versión del Premio Internacional de Dubái para las Mejores Prácticas, distinción que busca reconocer aquellas contribuciones sobresalientes que han mejorar el entorno de vida en una comunidad.

Entre las 315 postulantes de todo el mundo se premiaron 48, una de ellas fue Quiero Mi Barrio, programa activo desde 2006 y que se renovó por Medida Presidencial en 2014.

La distinción equivale decir a que el programa ha demostrado ser efectivo, cumpliendo al mismo tiempo los requerimientos de sustentabilidad cultural, social, económica y medioambiental, como también de trabajo con la comunidad requeridos por la ONU.

El programa, entonces, se suma a una prestigiosa lista mundial de modelos a seguir, donde ya destacan otras 19 iniciativas nacionales.

¿Qué ha logrado el programa? ¿cómo funciona? ¿en qué está actualmente? Te contamos todo a continuación.

Todo pasa por el trabajo en comunidad

En su discurso del 21 de mayo de 2006, la presidenta Michelle Bachelet presentó un plan de 36 medidas que comenzarían a tomar efecto en sus primeros 100 días de gobierno. Hablaba de cuatro grandes transformaciones: sistema de previsión, educación, emprendimiento y, finalmente, barrios.

"La cuarta transformación nos permitirá tener barrios amables, con calidad de vida para las personas", anunció Bachelet, "se trata de ir abordando, con creatividad y participación activa de los vecinos, las acciones necesarias para mejorar las condiciones de 200 barrios en todo Chile".

Poco después el Ministerio de Vivienda y Urbanismo anunció la creación de Quiero Mi Barrio, un programa que une los recursos y capacidad técnica del Estado con los deseos de una comunidad, y que resulta en una renovación de barrios con beneficios colectivos en todo Chile.

La idea del programa es que las soluciones para mejorar barrios pasen por las mismas persona que habitan en ellos (diseño participativo). Es por ello que la transformación social de Quiero Mi Barrio es tan importante como la física.

Todo comienza con las mismas juntas vecinales o cualquier tipo de sociedad comunitaria que exista previamente en el barrio, que pasan a formar un Consejo Vecinal de Desarrollo. Con ellos trabaja el municipio local y la Secretaría regional de Vivienda y Urbanismo, asesorado por arquitectos, periodistas, antropólogos, ingenieros y trabajadores sociales, en la elaboración de un plan maestro y posterior firma de un Contrato de Barrio.

El proyecto que se lleva a cabo debe cumplir con los tres pilares esenciales del programa:

1.Construir una identidad común que los identifique a todos y todas.

2.Tener un barrio ambientalmente valorado por parte de sus habitantes, de los cuales se rescate del paisaje, sus ecosistemas (naturales, construidos y humanos) y el uso eficiente de los recursos naturales, además de recuperar áreas con deterioro ambiental.

3.Mejorar la percepción de seguridad de los vecinas y vecinos de barrios.

Del proceso han nacido una multitud de renovaciones de todo tipo: creación de multicanchas, construcción de centros comunitarios, instalación de luminarias, creación de plazas, etc.

La experiencia de cientos de barrios renovados ha sido positiva, tanto para la comunidad como para los profesionales que han trabajado con ellos.

"Este programa es diferente, sobre todo por el tema de la participa­ción vecinal. Existe una mentalidad ya impuesta de pensar las me­tas en obras. Cuando comenzamos, los vecinos pedían casa. Luego, pavimentos y, después, mejoramiento de viviendas. A estas alturas, creo que ya está instalado el concepto de espacio público, que no tiene que ver con el beneficio personal sino que colectivo", explica la arquitecta Silvia Jofré, ‎coordinadora del programa en Coyhaique.

“Indudablemente, al principio la gente estaba incrédula, cansada de que le prometieran cosas que no se cumplían. Sin embargo, poco a poco, el programa se ha ido materializando. Yo veo que la gente se siente más tranquila, más integrada. Ésta es una población de gente de trabajo, y como tiene una baja plusvalía, se estaba convirtiendo en un gueto, la verdad. El programa nos ha sacado de eso y nos ha permitido apropiarnos nuevamente de la población. Es como recuperar el orgullo de vivir aquí”, dice Arturo Latuz, presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD) de San Hernán (San Fernando).

Suma y sigue

Desde 2006 se han desarrollado más de 2.700 proyectos en 317 barrios a lo largo de todo Chile, que han significado una inversión de 290 mil millones de pesos.

El año pasado, por medida presidencial, el programa se extendió hasta 2016, lo que significará 203 nuevos barrios incorporados, la mayoría de éstos ya están en pleno proceso:

¿Has visto proyectos realizados por el programa? ¿Qué otras iniciativas merecen ser reconocidas?