Camilo Flores, en el invierno de 2014, debía tomar un taxi en la noche, tarde. Tenía dinero en su tarjeta bancaria, pero no andaba con sencillo para pagar.En el lugar donde se encontraba no había un cajero automático cerca. “Me pregunté: si tengo plata, hay taxis disponibles, ¿cómo es posible que no pueda tomar uno porque no tengo sencillo?”, relata Camilo. Con el razonamiento propio de un ingeniero civil, el problema no le calzaba. Y quiso buscar la solución. Sabía que con toda la tecnología existente, un problema tan doméstico, tan básico, podría ser solucionado de alguna forma. Lo resolvería con el tiempo.

Pero antes de toparse con el inconveniente del taxi, en pleno 2013, a Camilo le daba vueltas en la cabeza otro asunto: ¿por qué las personas no pueden transferirse dinero entre sí, sin que el banco sea el intermediario? ¿Por qué transferir plata es tan engorroso? ¿Cómo hacer para pagar una cuenta sólo apretando un par de botones del celular?.

Mientras Camilo pensaba en eso, Jaime Echegaray, por otro lado, se dedicaba a estudiar los medios de pago existentes en Chile, ese mismo 2013. Dedicó su tesis universitaria a indagar en el tema, para así titularse de ingeniero civil de la Universidad de Chile. Le interesaba entender cómo las personas nos relacionamos a través de algo tan habitual como pagar, y cómo funcionaba el sistema chileno en relación a esto.

Camilo y Jaime se encontraron por primera vez en un bar. Tras contactarse a través de Meetup,una aplicación que reúne a gente con los mismos intereses, se juntaron a conversar sobre los temas que a ambos les apasionaban. Camilo le contó a Jaime sobre Bitcoin, una divisa virtual que bien podría sustituir a cualquier moneda en el futuro (recomiendo googlear, es sumamente interesante). Jaime quedó impresionado. Prometió contactarlo en el futuro.

Y así fue. El 2014 lo llamó para plantearle la creación de una aplicación que solucione tanto el problema del taxi como las formas de pago existentes. Comenzaron a trabajar juntos. Tras meses planificando, la aplicación estaba lista. Ahora sólo faltaba el financiamiento.

La aplicación

Dinex es la abreviación de dinero exprés. Hace un par de semanas se lanzó a lo grande, disponible para iPhone, Android y web. Es una aplicación a la que se le carga dinero, vía transferencia bancaria, con la que se puede traspasar plata a otro usuario Dinex de forma rápida. Muy rápida. Funciona como una billetera virtual.

Tras descargar la aplicación, la cosa funciona más o menos así: primero, cargas dinero a Dinex, por medio de comprar créditos "DNX" a través de transferencia bancaria (cada DNX equivale a un peso chileno) o recibiéndolos de otra persona. Luego, en una pantalla muy fácil de manipular, sólo debes poner el nombre de usuario de la persona a la que se traspasarán los créditos (que también debe tener la app) y el monto a transferir. Aprietas un botón ¡y listo! Es casi como enviar un Whatsapp. 

Cargar tu cuenta Dinex toma 5 minutos; transferir, sólo un par de segundos, y retirar dinero desde la app a tu cuenta bancaria, tarda menos de 24 horas (depende del banco). ¿Y lo mejor de todo? Es absolutamente gratis para el usuario: no pagas por usarla, no pagas comisiones por cargar, transferir ni retirar dinero hasta 1 millón de pesos. La idea, más adelante, es cobrar solo a empresas y personas que lo usan como herramienta de negocios, pero a tasas mejores que Transbank.

Dinex sirve para ahorrarse todo el proceso establecido por los bancos para transferir. Se pueden pagar las cuotas de asados sumamente fácil o esas lucas que quedamos debiendo del carrete anterior, o bien para prestarle plata al hermano.

“Yo nunca ando con efectivo en el bolsillo y la aplicación me ha solucionado ese problema para pagarle a mi socia, a mi pareja o incluso a la persona que me viene a dejar almuerzo al trabajo le estoy pagando con Dinex”, cuenta Sebastián Hurtubia, quien ocupa la aplicación en su vida diaria hace más de un mes.

Los creadores de la aplicación se muestran satisfechos con su trabajo. “Dinex viene a cambiar la forma en que la gente paga: ya no se necesita a nadie que esté como intermediario, cada cual puede transferirle dinero a quien quiera sin que nadie se meta”, afirma Camilo Flores.

En diciembre del año pasado la aplicación ganó un Capital Semilla, con el que se pudo desarrollar. “Nosotros postulamos en septiembre de 2014, justo cuando estaba el caos con los cajeros automáticos”, relata Camilo, quien renunció a su trabajo en noviembre del mismo año para dedicarse 100% a Dinex. Hoy no se arrepiente para nada.

“Ya no tengo que pasar tantas veces por el cajero. Cargo el dinero a la aplicación y puedo pagar, evitando el sencillo, que muchas veces se me olvida tener”, asegura Sebastián.

Los creadores confían en que esto puede generar un cambio importante en la sociedad, si se masifica. De hecho, no sólo está pensado para individuos que necesiten pagar deudas, sino que la gran apuesta está en la locomoción colectiva. Si lo logran, sería una verdadera revolución.

La revolución

Este jueves comenzará un proyecto piloto con un grupo de colectiveros de Lo Barnechea. La idea es que en vez de recibir dinero, los colectivos se paguen con Dinex. Sería como la tarjeta Bip, pero en tu celular. Después de analizar este proceso, los creadores de la aplicación verán cómo evolucionar Dinex para que pueda ser usado permanentemente en la locomoción colectiva.

También han conversado con empresas de taxis para trabajar en conjunto, pero no en todos lados los han aceptado. “Quizá la barrera generacional sea lo más difícil de romper. Obviamente las personas mayores no son usuarios habituales de aplicaciones, por lo que el cambio ahí cuesta más”, asegura Camilo Flores.

A pesar de eso, la proyección que se hace de la aplicación es sumamente alentadora. “Yo creo que si esta aplicación llegara a potenciarse, a hacerse conocida, va a ser un gran cambio. Yo veo que va a ser una competencia al dinero efectivo. Le veo mucho potencial a este emprendimiento”, asegura Sebastián.

Camilo, creador de Dinex, tiene una visión sobre el futuro que poco a poco se comienza a masificar: “esta forma de transferencias algún día podrá sustituir al dinero como lo conocemos hasta ahora, con los bancos como reguladores, permitiendo que las transacciones se den entre las personas, libremente, sin que nadie se interponga. El dinero virtual quizá termine superando al dinero físico”. 

Puedes descargar la app aquí.

¿Te parece mejor este sistema? ¿Crees que podrías dejar de usar efectivo?