*Este artículo fue escrito en noviembre del año pasado. Los datos corresponden a las últimas actualizaciones entregadas por el Ministerio de Educación*
El 30 de noviembre y 1 de diciembre se rendirá la prueba PSU en nuestro país y con eso se dará por iniciado el nuevo proceso de admisión a la educación superior, ya sea a universidades o institutos técnicos, lo que también da inicio al momento en que los alumnos deben elegir qué hacer con su futuro: qué carrera estudiar y dónde.
Aunque exista vocación para un área, siempre es bueno tener claro las proyecciones laborales, dado que incluso dentro de un área de interés, existen múltiples opciones para desarrollarse profesionalmente; y estas van más allá de las tradicionales carreras universitarias que parecen ser la opción por default del estudiante chileno, pese a que tanto por su extensión, como por su costo y perspectivas laborales, las otras alternativas de educación superior deberían revisarse con igual cuidado.
Esta tendencia, en todo caso, parece por fin estar cambiando. Las carreras técnicas, desde 2012, han ido adquiriendo cada vez más atractivo para los estudiantes: si en 2012 un 52% de quienes ingresaron a la educación superior lo hicieron a carreras técnicas, este 2015 un 57% optó por esta vía.
Estas cifras dan a entender que cada vez es mayor el interés que existe en las carreras técnicas que se imparten en los Institutos Profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica (CFT), por sobre las carreras profesionales que solo entregan las Universidades.
Es muy importante estar informado qué significa cada tipo de institución, las carreras que imparten y las posibilidades de estabilidad en el futuro que mi elección signifique. Respecto a lo primero, estas son las características de cada tipo de institución:
Los títulos profesionales que requieren un grado de licenciado son los siguientes:
Aclarado esto, entonces ¿cuáles son las diferencias en tiempo, ingresos y costo de las carreras?
Lo primero, las carreras profesionales tienen una duración mínima de 4 años, mientras que las técnicas duran entre 2 y 3 años.
En cuanto a aranceles, el costo promedio anual de una carrera técnica en un CFT es de $1.140.000, en un IP es de $1.190.000, mientras que las carreras profesionales con licenciatura, impartidas en las universidades, tienen un arancel promedio de $2.500.000. Esto, en todo caso, es el "arancel de referencia" que establece el Ministerio de Educación, pero que es inferior al arancel real que cobra la mayoría de las instituciones. En promedio, el arancel real para las carreras universitarias es casi 500 mil pesos más alto que el de referencia (aunque en algunos casos, puede incluso llegar a duplicarlo). La diferencia normalmente es menos pronunciada en IP y CFT.
El portal web MiFuturo, dependiente del Mineduc, entregó este año la información actualizada y necesaria para que los alumnos puedan averiguar todos las características de la carrera que van a escoger, es decir, las proyecciones de empleabilidad al primer año de egresado y las de ingresos a los 4 años de egresado.
Como referencia, explican que sobre un 70% de empleabilidad el primer año de egreso es un buen indicador. En los CFT y los IP, la mayor empleabilidad, con sobre el 80%, se da en carreras del área tecnológica y de administración y comercio.
Además, las proyecciones de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) indicaron que para el año 2020 habrá un déficit de 600 mil técnicos profesionales, por lo que las carreras técnicas tendrán un mayor campo laboral y más posibilidades para los que opten por alguna de ellas, en encontrar trabajo.
En las siguientes tablas te mostramos las carreras con mejor empleabilidad, según tipo de instituto de educación superior (y debajo también señalamos las con peor empleabilidad, para que pongas atención).
En tanto, las con peor empleabilidad en CFT son las siguientes: técnico asistente del educador diferencial (22,9%), técnico laboralista dental (38,6%), técnico en deporte recreación y preparación física (39,5%), técnico asistente de párvulo (42,3%) y técnico en servicio social (42,7%).
En los IP, las carreras con peor empleabilidad son: técnico en publicidad (37,3%), técnico en diseño gráfico (39,3%), actuación y teatro (40,9%), técnico asistente del educador de párvulo (46,7%) y técnico en fotografía (48,2%).
Por último, las carreras universitarias con peor empleabilidad son: actuación y teatro (34%), técnico en deporte, recreación y preparación física (36,4%), historia (44,8%), artes y licenciatura en artes (48,3%) y técnico en sonidos (50%).
En todo caso, conviene tener en consideración que esta es la empleabilidad que tenían estas profesiones al momento de hacerse la investigación, y que ello puede cambiar para cuando hayas egresado de tu carrera. Sin ir más lejos, varios lectores nos han comentado que la baja del cobre ha disminuido mucho la empleabilidad de los ingenieros en minas en el último tiempo.
Otro aspecto importante son las proyecciones de ingreso que puede tener la carrera que se escoja. En las siguientes tablas te mostramos las carreras mejor remuneradas a los cuatro años de titulación, según el tipo de instituto de educación superior.
Por el contrario, tenemos a las carreras peores pagadas de los CFT. Primero está técnico asistente del educador diferencial ($319.239), seguido por técnico asistente del educador de párvulos ($322.332), técnico dental y asistente de odontología ($413.256), técnico en servicio social ($439.200) y técnico en gastronomía y cocina ($455.847).
Más arriba le siguen técnico en deporte, recreación y preparación física ($489.041), técnico en enfermería ($502.358), técnico en turismo y hotelería ($543.325), técnico en agropecuario ($600.143) y técnico en construcción y obras civiles ($692.105).
Las carreras peor pagadas de los IP son: técnico asistente del educador de párvulos ($358.650), técnico asistente del educador diferencial ($410.220), técnico en servicio social ($517.380), técnico en deporte, recreación y preparación física ($552.598), psicopedagogía ($610.416), técnico en enfermería ($621.850), técnico en administración de recursos humanos y personal ($743.411), técnico en administración de empresas ($762.485), técnico en mecánica automotriz ($770.683) y técnico en contabilidad general ($791.272).
En tanto, las peor pagadas son las pedagogías: en educación de párvulos ($579.773), educación básica ($600.758), en idiomas ($670.190), en educación física ($674.110) y en educación diferencial ($718.714).
Las que les siguen son trabajo social ($761.217), terapia ocupacional ($918.468), periodismo ($929.981), fonoaudiología ($946.571) y medicina veterinaria ($947.667).
Hay que tener en cuenta que, aunque una carrera tenga los mejores niveles de ingresos, eso no significa que sea fácil encontrar trabajo una vez titulado. Es por eso que se tiene que comparar el porcentaje de empleabilidad versus los ingresos. Toma en cuenta, también, que no todas las universidades logran los mismos resultados para sus alumnos.
Si quieres saber información sobre otra carrera que no está en estas tablas, solo debes ingresar a MiFuturo.cl e ir a la sección de "buscador de empleabilidad e ingreso".
Además de la empleabilidad, la diferencia de aranceles entre los tipos de institutos de educación superior y los ingresos a futuro, también es importante independiente de si es escoje un CFT, una IP o una universidad, esta debe estar acreditada.
La acreditación es un proceso voluntario al que se someten las instituciones de educación superior para contar con una certificación de calidad de la carrera y los resultados que tienen para los alumnos una vez que egresan. Sin embargo, las carreras de medicina y pedagogía deben estar acreditadas de forma obligatoria.
Dicha acreditación tiene dos opciones:
Acreditación institucional: es decir, de la universidad, IP o CFT completo. Certifica el cumplimiento del proyecto de la institución, y la existencia, aplicación y resultados de mecanismos eficaces de autorregulación y aseguramiento de calidad.
Acreditación de carreras: certifica la calidad en función de sus propósitos declarados y de los criterios establecidos por las respectivas comunidades académicas y profesionales.
Que una institución no esté acreditada significaría que los procedimientos educacionales no son los más aptos ni con la mejor calidad. Esto no significa que los títulos que entregue no tengan validez; si la institución no está acreditada, los títulos siguen siendo válidos, solo que no hay garantía que sus estudios hayan sido de calidad.
Según Mineduc, el 100% de las universidades tradicionales están acreditadas por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) de forma institucional, y de las privadas autónomas solo un 85% tiene la acreditación. Los CFT e IP, están acreditados menos del 50%. Del total de las 178 instituciones de educación superior, el 64,3% está acreditada.
Dada la discusión que se está dando en torno a la gratuidad de la educación superior, la acreditación toma aún más relevancia,ya que es uno de los principales criterios que está utilizando el gobierno para definir qué instituciones serán las primeras favorecidas con el beneficio, lo que tiene un impacto directo en lo que a futuro podrías terminar pagando por tu educación.
Como dijimos, nada reemplaza la vocación, pero un mismo sueño puede alcanzarse de distintas maneras y nunca está de más estar conscientes, al menos, del futuro que nos espera una vez que salgamos al mundo, para no darnos sorpresas desagradables cuando ya hemos invertido varios años y mucho dinero.