Cuando hablamos de portabilidad, seguramente se nos viene a la cabeza la numérica, que entró en vigencia hace un año y que le ha permitido a más de un millón de personas cambiarse libremente de compañía telefónica. A su vez, las empresas de telefonía respondieron a esta ley bajando el precio de sus planes para retener a los clientes, lo que fomentó la competitividad en el rubro. 

Pero otro tipo de portabilidad es la bancaria, que se está implementado y discutiendo en varios países y que, debido al éxito que ya tuvo la numérica, podría probarse, para así seguir mejorando la competencia en otras industrias de Chile.

¿Qué es la portabilidad bancaria?

La portabilidad bancaria consiste básicamente en que, con un simple mandato otorgado al banco competidor del que estés actualmente, puedas transferirle tu cuenta, tus créditos y servicios financieros asociados y así optar fácilmente a las mejores condiciones que te ofrezca este último, sin que el antiguo te ponga trabas y a costo cero. 

La idea también involucraría el unificar el sistema numérico de cuentas, para que al cambiarte sigas recibiendo todas tus transferencias sin necesidad de avisarle a tus clientes o a tu empleador.

Esta medida que ya se analiza en el Reino Unido, Japón y Australia y que en México se instaló de manera parecida con las cuentas de nómina, promueve la competencia entre los bancos y favorece la transparencia y reducción de comisiones, lo que al igual que la portabilidad numérica, beneficia al cliente.

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