La hora de almuerzo es una bendición del cielo cuando estás en el trabajo. Después de horas de escuchar rugir al estómago, no hay nada mejor que sentarse a comer durante un rato y despejarse de la pega. Sobre todo si se hace acompañado y con comida rica.
Y aunque a algunos esto les pueda sonar como pan de cada día, la verdad es que esta práctica no es tan extendida como parece. Según cifras publicadas en el 2013 por la Organización Internacional del Trabajo, (OIT), en Chile el 30% de los trabajadores no almuerza regularmente, un 39% de no recibe ningún tipo de beneficio de alimentación por parte de sus empleadores y el 22% no dispone de un lugar para comer.
En ese sentido, el estudio calificó como “severas” las debilidades en el sistema de alimentación laboral de los trabajadores chilenos. También agregó que, incluso en aquellos lugares donde se dispone de un lugar para comer, el 22% de las veces la limpieza de ese espacio no es adecuada, el tiempo para almorzar es insuficiente o la calidad de la alimentación no es óptima.
Pero esto podría cambiar. Y es que tomando en cuenta estas negativas cifras, la senadora de la DC, Carolina Goic anunció la presentación de un proyecto de ley que pretende modificar el panorama de la alimentación de los trabajadores. La moción fue patrocinada también por la Universidad Alberto Hurtado y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
La iniciativa que recibe el nombre de Ley para Alimentación de los trabajadores, parte de la base que la alimentación se constituye como un Derecho Humano y que por lo tanto debería ser asequible siempre. En ese sentido, se busca instalar una política laboral que garantice la alimentación a los trabajadores chilenos.
Eso sí, la moción fue anunciada, pero aún no ingresa al Parlamento, por lo que aún no existen muchos detalles. Lo que ha trascendido, en todo caso, es que la nueva ley haría modificaciones al Código del Trabajo para que los bonos de alimentación constituyan renta (es decir, que estén sujetos al pago de impuestos), mientras que en aquellos casos en que la empresa garantice la alimentación de los trabajadores, esta seguiría exenta de impuestos, como lo estipula la legislación actual.
De esa forma, se estaría incentivando a que las empresas se hagan cargo de la alimentación de sus trabajadores de manera íntegra, en vez de entregar bonos de alimentación, los que en algunos casos se prestan para "arreglines", por estar exentos del pago de tributos. Según la senadora Goic, la iniciativa “sigue las prácticas de los países más desarrollados y de los miembros de la OCDE”.
Beneficios inesperados para la empresa
El proyecto de ley se sustenta en un estudio hecho por la Universidad Alberto Hurtado, en el que se determinó que con un aumento de sólo el 1% en el gasto óptimo de alimentación, no sólo el trabajador presentaría mejoras físicas, mentales y productivas, sino que también se incide en un mayor ahorro para las empresas y el Gobierno por concepto de productividad. Con esto, el Producto Interno Bruto mostraría un alza de 0,3% en un plazo de cinco años.
Según Carlos García Toledo, profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado y líder del estudio, con esta iniciativa se “contribuye a sentar bases sólidas para avanzar en la discusión en torno al establecimiento de una política pública que garantice el derecho de los trabajadores a la alimentación”.
En la investigación de la OIT denominada La alimentación en el trabajo: soluciones laborales para la desnutrición, la obesidad y las enfermedades crónicas, se muestran los beneficios que conlleva el aumento de gasto en la alimentación de los trabajadores. Un ejemplo es lo ocurrido en la empresa Glaxo Wellcome Manufacturing (GWM) en Singapur.
Casi a comienzos del 2000, los trabajadores de GWM exigieron un nuevo casino con una oferta de alimentos más sana, lo que terminó siendo acogido por la empresa. Tras esto, se mejoró la apariencia del lugar donde comían, pero también se capacitó a los cocineros para elevar la calidad de la comida.
Finalmente, los resultados fueron más que positivos: desde el año 2000 los gastos médicos de la empresa cayeron un 13% y desde el 2002, el ausentismo laboral anual se redujo a casi a la mitad.
Durante el año pasado, se introdujo en México el Reglamento de la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores. Entre otras cosas, estipula que los empleadores están obligados a proveer de alimentación a sus trabajadores, ya sea a través de vales o comida preparada en los casinos de las empresas.
En tanto, quienes decidan entregar la comida a través de casinos, deberán cumplir con una serie de requisitos: la comida deberá ser completa, equilibrada, saludable, suficiente, variada y adecuada