Imagen: Rodrigo Avilés

Especies invasoras aniquilan biodiversidad única de Juan Fernández, pero ellos la defienden

El aislamiento evolutivo del Archipiélago de Juan Fernández permitió que su flora y su fauna desarrollaran diversas especies únicas en el mundo. Hoy muchas de ellas se encuentran amenazadas por especies exóticas invasoras, que un exitoso programa busca erradicar.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2016-03-28 | 11:42
Tags | archipiélago de juan fernández, islas, especies endémicas, especies exóticas invasoras, conaf

Se cuenta que la historia conocida del archipiélago de Juan Fernández comenzó en 1574, cuando un capitán portugués encontró por azar al grupo de islas que luego llevarían su nombre. Sin embargo, la historia natural de este lugar perdido en el Pacífico comenzó mucho antes, hace millones de años, cuando las primeras semillas llegaron a sus costas flotando a través del mar o bien arrastradas por el viento. Fue entonces que la primera colonización tuvo lugar en el archipiélago; la flora, por primera vez, se hacía presente en Juan Fernández. De ahí en adelante, el peculiar aislamiento del lugar haría su magia evolutiva, permitiendo que la naturaleza ensayara especies y formas que no se encuentran en ningún otro lugar sobre la faz de la Tierra.

El Bosque Temperado de Juan Fernández se desarrolló entonces como una eco-región única y exclusiva en el mundo, albergando una combinación de especies endémicas que corresponden al 62% del archipiélago. ¿Qué quiere decir esto en la práctica? Que el 62% de la flora del conjunto de islas creció y evolucionó solamente en este lugar y no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.

Sin embargo y luego de la llegada de los primeros habitantes humanos al archipiélago, las islas poco a poco se comenzaron a poblar no sólo de gente, si no también de invasores de otro tipo, que poco y nada tenían que ver con este particular ecosistema; maquis, murtas, zarzamoras y amores secos, que pertenecían originalmente a otras latitudes.

A través de los siglos, estas plantas (y otros muchos animales invasores) comenzaron a hacer de las suyas en el archipiélago, amenazando a aquellas especies endémicas que habían prosperado en la protección brindada por el relativo aislamiento insular, dañándolas y extinguiendo otras tantas definitivamente.Pero la comunidad y un grupo de organizaciones ya han tomado cartas en el asunto y, desde 2013, están haciendo lo necesario para devolver el equilibrio al ecosistema de la isla.

Removiendo a la flora invasora 

En Juan Fernández,las plantas que entran dentro de la categoría de EEI (Especies Exóticas Invasoras) cubren un territorio de casi 800 hectáreas, lo que corresponde a un 17% de la superficie total del archipiélago. Mientras, los últimos especímenes de varias plantas nativas sobreviven aislados, colgando de algún acantilado o creciendo en algún invernadero administrado por Conaf, quienes han podido rescatar algunas semillas. De acuerdo a un estudio publicado por el Instituto de Ecología y Biodiversidad el año 2013, los principales culpables que han desplazado a las plantas endémicas son el maqui (introducido en 1894), la mora (introducida en 1927) y la murta (introducida a inicios del siglo XX).

Este problema ha llevado a que, desde el año 2013, organizaciones nacionales e internacionales se asocien para poner en práctica un plan de remoción de EEI en pos de evitar que ciertas especies endémicas sigan desapareciendo.Island Conservation y Oikonos, dos ONGs internacionales, han coordinado junto a la Municipalidad de Juan Fernández y al Ministerio de Medio Ambiente, la eliminación y el control de aquellas EEI cuyo avance es aún incipiente en las islas, lo que hace su erradicación mucho más sencilla. Es decir, se privilegia la erradicación de aquellas especies incipientes y se controla el crecimiento de las que ya están asentadas. Se trata del Proyecto GEF EEI, que además cuenta con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Gracias a este plan, en los tres últimos años se han conseguido remover seis EEI incipientes en la isla Robinson Crusoe y siete en la isla Alejandro Selkirk. De acuerdo a Fernando Baeriswyl, Coordinador del Proyecto GEF EEI, esto constituye un enorme logro que refuerza la necesidad de establecer barreras de bioseguridad y sistemas de alerta temprana,particularmente entre las islas y el continente, que es de donde provienen las EEI. Este programa de acción temprana contribuirá a la conservación de la biodiversidad de la zona.

El éxito del proyecto se debe, en parte, a que se ha enfocado en la erradicación de plantas durante su primera etapa de invasión, cuando sus poblaciones son aún pequeñas o están muy limitadas en áreas específicas, lo que facilita la tarea. La erradicación de especies se ha llevado a cabo principalmente en el poblado de San Juan bautista, cerca del Fuerte Santa Bárbara e, incluso, dentro de jardines privados.

Y rescatando a las especies nativas: el caso del picaflor de Juan Fernández

Un caso emblemático se especies endémicas del archipiélago que se encuentran amenezadas es el picaflor o colibrí de Juan Fernández.Esta maravillosa especie, declarada monumento natural de Chile en 2006, lamentablemente hoy se encuentra en peligro de extinción, contando con apenas unos 750 ejemplares vivos. Este número de ejemplares es considerado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC), como crítico, por lo que la especie ya ha entrado en la Lista Roja.


Conaf

Los graves daños causados por el hombre con talas desmedidas de bosques y la invasión de algunas plantas foráneas como las moras y el maqui, han reducido dramáticamente la población de los bosques de luma, árboles sobre los cuales estas aves suelen armar sus nidos. El desequilibrio en su natural ecosistema ha llevado a los picaflores a buscar alimento en los jardines privados de los habitantes de la zona, donde es atacado usualmente por animales domésticos, también introducidos en las islas.Otro factor que recientemente ha agravado la situación de esta ave, es el frente de mal tiempo que en agosto pasado atacó a las islas, lo que causó la caída de varios árboles de nidificación y la pérdida de especies de flores que les sirven de alimento. A causa de esta compleja situación, Conaf se ha sumado a la cruzada por salvar a las especies endémicas de Juan Fernández y trabaja actualmente con el resto de las organizaciones, particularmente para proteger a este espectacular picaflor de fuerte tono rojizo.

Proyectos como GEF EEI apuntan a enfrentar esta situación, coordinando la labor de las ONG, el gobierno, Conaf y la comunidad en un solo plan conjunto. La idea es elaborar e implementar un marco regulatorio, institucional y financiero para combatir a las EEI que están afectado a la biodiversidad de las islas y, por otra parte, desarrollar un sistema de control integrado de EEI que a la larga pueda ser puesto en práctica en otros lugares de Chile que se han visto atacados por el mismo problema.

Conciencia comunitaria

Sara de Rodt, especialista en restauración de islas de Island Conservation, señalala importancia de continuar empoderando tanto a la comunidad como a las instituciones: “todavía quedan más de 20 especies invasoras incipientes por erradicar en nuestro archipiélago. El desafío futuro para lograr estas erradicaciones adicionales y mantener los éxitos de hoy, sigue siendo la sensibilización. Para prevenir el ingreso de nuevas plantas y el transporte de plantas entre las islas, habrá que seguir fortaleciendo las instituciones públicas y reforzar con los residentes los riesgos de plantas invasoras incipientes y los hábitos sencillos para prevenir la propagación de éstas”.Y, efectivamente, la comunidad isleña ha tenido un papel protagónico en el proceso.

Ambas ONGs comprometidas con el proyecto han destacado la campaña de sensibilización que se lleva a cabo entre la comunidad. La idea es que la gente de Juan fernández aprenda a distiguir a las plantas invasoras para que todos, en conjunto, contribuyan a proteger el patrimonio natural de la zona, vigilando sus jardines y no ingresando al archipiélago semillas dañinas. De acuerdo a Peter Hodum, biólogo y director de Oikonos en Chile, actualmente se realizan capacitaciones para reforzar entre la población este tipo de valores, sólo eso hará que el programa se transforme en una iniciativa sustentable.

Proyecto GEF EEI

En este sentido, las redes sociales y la Whatsapp han sido herramientas fundamentales para el programa. Gracias al grupo de Whatsapp “Red de Observadores de Especies Exóticas Invasoras”, los habitantes del lugar pueden participar del plan reconociendo la presencia de algún especimen o alertando a los coordinadores sobre algún área. Además, la población cuenta con una guía de identificación de especies y capacitaciones técnicas sobre el uso de plaguicidas.

La actitud colaborativa resulta esencial en el proyecto, sobretodo teniendo en cuenta la importancia de conservar el patrimonio natural de las islas: el 5% de las especies endémicas de Chile se encuentran en Juan Ferández. Así, hay algunos como como Iván Leiva, administrador del Parque Nacional Juan Fernández, que postulan la necesidad de convertir al archipiélago en una base científica, tal como sucede con las islas Galápagos, con presencia de laboratorios que acojan a científicos del mundo y bibliotecas que aporten al conocimiento sobre sus especies. Sin embargo, por ahora la sensibilización de la población viene siendo la mejor de las armas del programa. Es de esperar que pronto las especies endémicas de la zona comiencen a prosperar como lo hacían hace algunos siglos y que tanto su flora, su fauna, como su abundante biodiversidad marina, continúen recibiendo la protección y el apoyo de la comunidad y las autoridades.

¿Qué medidas propones para proteger a la flora y la fauna endémica de Juan Fernández?