* Nota: como estamos en un año electoral y de interesante carrera presidencial, les dejamos este artículo que escribimos hace un tiempo sobre un emprendimiento chileno que está avanzando hacia el voto electrónico remoto para determinadas elecciones. Y de paso, aprovecha de contestar la siguiente encuesta sobre esta materia.
En las últimas elecciones presidenciales la participación electoral brilló por su ausencia. Como nunca, el nivel de abstención llegó a casi el 60%, lo que según Infobae sitúa a Chile como el país con mayor abstención electoral del mundo. Y razones para este fenómeno hay muchas: descontento con la clase política, desinterés, falta de recursos o ganas para trasladarse al lugar de votación, etc.
Pero, ¿te imaginas cómo sería el panorama si pudieras votar desde tu computador o smartphone, en donde sea que estés? Eso es lo que hace el emprendimiento chileno EVoting, la plataforma que permite hacer votaciones electrónicas y remotas desde cualquier dispositivo con internet.
El emprendimiento nació como una curiosidad frente al desafío que implican las votaciones electrónicas. “Es realmente difícil hacerlo” asegura el gerente comercial de la empresa, Mario Novoa, lo que también según él explica que el sistema no se haya desarrollado tanto.
Pero fue precisamente la complejidad del formato y la necesidad de algunas organizaciones sociales que se acercaron al fundador, Tomás Barros, para pedir un sistema de consultas ciudadanas y plebiscitos, lo que impulsó la creación de esta plataforma.
El proyecto fue desarrollado en el centro de Investigación Internacional Inria, con sede en Chile. Y fueron alrededor de dos años de trabajo que culminaron con la prueba de fuego la plataforma: la votación simbólica en el extranjero para las presidenciales del 2013. “Superó ampliamente las expectativas. Fue bien desafiante, porque era con gente que está fuera. Era difícil”, explica Mario.
¿En qué trabajan ahora?
Actualmente la empresa trabaja en dos áreas y la primera es la de participación ciudadana. “Ahí trabajamos con municipalidades, la consulta en el extranjero, por ejemplo, etc. Podrían ser de cualquier tema que fuera más masivo. Nos encantaría que un parlamentario hiciera consultas en su distrito para ver qué temas desarrollar durante los próximos años”, explica Mario.
La segunda línea es de asociaciones: sindicatos, asociaciones de profesionales, colegios profesionales, agrupaciones de personas o trabajadores que votan mucho más frecuentemente y que tienen problemas de participación, etc.
De todos modos, Mario asegura que la experiencia ha sido muy buena. “Nos hemos sorprendido sobre todo en el área de las asociaciones, que eran algo que al principio no habíamos visualizado, y descubrimos un tremendo mundo. Hay muchas organizaciones que quieren que la gente participe más. Están súper comprometidos con la democracia interna y tenían problemas serios para poder votar”, plantea.
Y el mecanismo funciona así: para cada votación crean una página web a la que pueden acceder quienes quieran/puedan/deban a través de sus datos (dependiendo de la muestra que deba ser consultada). El sistema garantiza total seguridad y el anonimato de quienes participan, además es capaz de entregar datos en tiempo real.
Estonia es el único país del mundo que permite el voto electrónico y remoto para las votaciones presidenciales. ¿Cuál es la probabilidad de ver algo así en Chile? Según Mario, “en el corto plazo la probabilidad es nula. Lo que esperaría es que en el mediano o largo plazo aumente la posibilidad. El alto nivel de abstención da una oportunidad para que se avance”.
También agrega que la razón principal por la que este tema no avanza en Chile es porque el sistema de papel funciona “relativamente bien”, ya que los problemas de conteos que se generan suelen ser muy pequeños y si no, muy excepcionales (como el caso de la alcaldía de Ñuñoa en el 2012). Eso sí, considera "difícil que nos movamos de sistema ahora, a menos que se tomen en serio el tema de la participación”.
Sin embargo, la plataforma podría acarrear una serie de beneficios si se usara para este tipo de elecciones. “Yo creo que habría una ola de participación que no vemos en las elecciones tradicionales y eso le daría mucha legitimidad al sistema político en general”, plantea Mario.
También cree que “ofrecería la posibilidad de que voten más personas y que apoyen candidatos independientes. Hay mucha gente que quizás no participa porque cree que su voto no afecta y no se mueve a votar por lo mismo, sin embargo, si tuviera el voto disponible desde su casa o su celular, quizás esa barrera no sería tan fuerte”.
En pocas palabras, Mario piensa que esto podría entregarle “nuevos aires a la política”.