Conseguirse unas zapatillas, reservarse un día y tener paciencia para caminar, son los tres ingredientes que bastan para poder disfrutar de un gran momento junto a la naturaleza. En Chile somos afortunados: los lugares para hacer trekking están "a la vuelta de la esquina" en casi cualquier región y cualquier amateur en el deporte puede gozar de una gran experiencia.
Ahora que el montañismo está de moda, cada vez más personas se aventuran en la escalada y recorridos en medio de nuestros cerros. Pero, ¿qué sucede con las personas discapacitadas? Los obstáculos se hacen enormes cuando los ojos o los oídos no acompañan la ruta del senderismo, dejándolos fuera de esta gran oportunidad.
Solucionar este problema y devolverles la opción de poder disfrutar por igual de estos panoramas fue la idea de los chilenos que crearon Ayüwn, un club de montañismo, guiado por un grupo de profesionales que, motivados por la falta de actividades inclusivas para personas con discapacidad, decidieron desarrollar actividades de trekking y senderismo para ciegos y sordomudos.
Este club promete brindar a estas personas, una experiencia nunca antes vivida, en la que cada una de las sensaciones al contacto con la naturaleza, se integren en el trabajo en equipo y logro de objetivos comunes.
Esta idea comenzó en el año 2009 por un grupo de cinco personas con diferentes profesiones, un profesor, una actriz, un médico, un ingeniero y una abogada, quienes conformaron la primera directiva, trabajando en conjunto con el Club Chile Andino, donde realizaron más de 16 salidas.
Debido al creciente interés, luego de un tiempo, recibieron el apoyo de otros clubes de montaña, como el Club Andino Alemán y el Club Andino Los Malayos, por lo que decidieron formalizar el equipo, dando origen a “Ayün, club de montañismo”. Así, pudieron seguir creciendo hasta adquirir las herramientas adecuadas para realizar esta actividad de una manera segura y coordinada.
Constanza Huaracan, una de las fundadoras, cuenta que “el nombre fue escogido debido a que yo tengo un apellido mapuche. Traté de buscar algún concepto que para nosotros tuviera sentido y encontré la palabra Ayüwn que significa alegría”.
Nos cuenta que hay personas con discapacidad visual y auditiva desde hace seis años que participan en estas actividades. “Los chicos se vuelven muy independientes y están tan acostumbrados. Al final esto genera un aprendizaje para ellos, que les demuestra que la vida sigue”, afirma.
Los paseos se realizan en la Cordillera de los Andes, en la zona de la Región Metropolitana, teniendo en cuenta que sean lugares que cuenten con accesos formales y seguros que permitan que toda persona sea capaz de lograr el objetivo planteado y disfrutar del recorrido en la naturaleza.
Cada persona del club tiene una ficha personal, la cual indica si tiene un buen estado de salud para realizar esfuerzo físico en cerros y lograr ciertas alturas, sin que afecten su estado psicológico y/o emocional.
Las salidas duran, aproximadamente, tres horas de ida y tres horas de regreso, incluyendo una hora de descanso y una hora y media para almorzar. La distancia es variable, ya que depende de la dificultad del terreno que se escogió, acercándose a un promedio de 5 kilómetros.
Además de ofrecer un espacio de recreación y contacto con la naturaleza, la idea principal de Ayüwn es generar un espacio de sociabilización para personas con discapacidad visual y auditiva, lo cual se genera incentivando el desarrollo de relaciones interpersonales y la autoestima para así mejorar la autoaceptación de su discapacidad.
También, se incluye en las actividades a personas sin discapacidad que estén interesadas, tales como quienes componen el círculo familiar, amigos y personas que quieran compartir y dar apoyo a las salidas.
De esta manera, pueden disfrutar los valores naturales de la zona central del país, relacionados con la actividad desarrollada, para motivar la participación de más personas.