Imagen: César Mejías

Los delitos sexuales a menores “vencen”. ¿Debería cambiar eso?

La discusión reflotó y ya hay algunos que han anunciado que acudirán al Gobierno para ponerle urgencia a un proyecto que duerme y que busca revertir esta situación. Aquí te contamos qué dice nuestra legislación y de qué se trata el tema.

Por Rodolfo Westhoff @rwesthoff | 2016-07-07 | 07:00
Tags | abuso, sexual, menores, legislacion, prescripcion, justicia, ley, proyecto

Este sábado que recién pasó, nos estremeció a todos la noticia que Érika Olivera, la conocida atleta chilena y abanderada del país para los próximos Juegos Olímpicos, habría sido víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro. De acuerdo a su testimonio divulgado en la revista Sábado, esto se habría extendido durante más de diez años, desde que tenía sólo cinco años de edad.

El asunto es que ese delito ya prescribió o “venció”, debido a que la responsabilidad penal en estos casos desaparece después de 10 años. Y a pesar que el abogado experto en esta materia, Hernán Fernández, sostiene en una entrevista a El Mercurio que aún es posible realizar indagaciones sobre este caso (podrían establecerse una cadena de interrupciones de la prescripción si el acusado, por ejemplo, siguió cometiendo este delito y o se ausentó del país por un tiempo prolongado), el debate no tardó en revivir: ¿es correcto que los delitos de abusos a menores prescriban?

¿Qué dice la legislación?

De acuerdo a la actual legislación, promulgada en el 2007 por la Presidenta Michelle Bachelet, los delitos de abusos sexuales a menores comienzan a prescribir una vez cumplida la mayoría de edad de la víctima. Si consideramos que el plazo de prescripción de este tipo de delitos es de 10 años, eso quiere decir que alguien que sufrió este tipo de abuso durante su infancia, sólo podrá denunciarlo hasta que cumpla los 28 años.

El proyecto que quedó en el olvido

Eso sí, el 2010 hubo una propuesta para que esta materia no prescriba nunca. Se trató de un Proyecto de Ley impulsado por los senadores Patricio Walker (DC), Ximena Rincón (DC), Fulvio Rossi (PS) y Jaime Quintana (PPD). En resumen, lo que la moción quería, era suprimir la opción de “acogerse a la eliminación de las anotaciones penales, en caso de delitos sexuales contra menores”.

El proyecto nunca vio la luz. Tras cuatro años sin discutirse, terminó siendo archivado (es decir, tampoco se empezaría a discutir). Pero eso puede cambiar, ya que el reglamento del Senado plantea que "el desarchivo procederá a petición del Presidente de la República, tratándose de asuntos de su iniciativa, o de cualquier Senador, en el caso de mociones parlamentarias. Desarchivado un proyecto, éste volverá al estado en que se encontraba al momento de archivarse".

Y el senador Walker ya anunció que esta semana harán la petición formal al gobierno “para que le ponga urgencia a este proyecto que lleva dormido seis años. Este es un tema que no da para más, porque los niños y la infancia tienen que dejar de ser el patio trasero de las políticas de Estado”. Quien también apoyó esta idea fue, precisamente, Érika Olivera.

¿Por qué no deberían prescribir?

La lógica detrás de exigir que este tipo de delitos no prescriban nunca, es que se tratan de un tipo de abuso distinto al convencional. Es posible que cada persona tenga sus propios plazos para asimilar la situación y ser capaz de enfrentarla entablando una denuncia. En algunos casos, como el de Érika, esto puede tomar décadas.

Además, está el problema de impacto psicológico en la víctima, el trauma, el estigma e incluso la vergüenza que una situación de este tipo podría llegar a provocar en una persona. En ese sentido, denunciar este tipo de hechos se hace aún más complejo. De más está decir que cuando se trata de menores, son más indefensos y conocen menos del tema, así que el asunto se pone incluso peor.

En España también se está discutiendo

En la tierra de las paellas se está desarrollando el mismo debate que aquí en Chile. Esto, a propósito de un caso de abusos sexuales a unos alumnos de un colegio en Barcelona. Allá, la legislación en este caso funciona de una manera muy similar a la nuestra: después de cumplir la mayoría de edad, empieza a correr el tiempo para que prescriba el delito.

Aunque la defensa de la no prescripción es similar a la de Chile, también hay quienes se han manifestado en contra de esta postura y no debiésemos ignorar otras opiniones. Por ejemplo, la jurista española Olga Tubau cree que avanzar con esto, significaría que con el paso del tiempo se dificulte la propia investigación del delito. También sostiene que se justifica que exista la prescripción de estos delitos debido a la consagración del “derecho a un proceso sin dilaciones indebidas y el principio de seguridad jurídica” (es decir, que la investigación no se demore más de la cuenta y que las acciones legales que pudiera desencadenar un acto, deberían ser previstas por la ciudadanía, ya que esta está al tanto de las consecuencias).

Queda abierta la discusión

Sin duda, este es un tema altamente sensible y con varios focos en donde se debería trabajar. Partiendo por la educación sexual para detectar tempranamente las señales más importantes, el fortalecimiento de la red de apoyo para esto tipo de víctimas, acabar con el estigma social al que se enfrentan quienes sufren estos abusos y entendiendo que, como sociedad podemos ayudar a que las víctimas se sientan apoyadas y denuncien cuando sea pertinente.

¿Crees que estos delitos no deberían prescribir?