En plena discusión nacional sobre el Proceso Constituyente por una nueva Constitución para Chile, surgieron las instancias ciudadanas llamadas Encuentros Locales Autoconvocados (ELA), de los cuales seguro escucharon. Consistían en espacios de conversación organizados por los mismos ciudadanos, donde se debían reunir mínimo 10 personas, mayores de 14 años, inscribirse en esta página web, escoger un moderador, y luego del encuentro, entregar un acta con lo discutido para que fuera considerada para el proceso (el período para realizar ELA ya se terminó).
Javiera Nazif, vecina de La Reina, decidió realizar un ELA en su casa, con los amigos de la banda de rock de su marido y sus relativas parejas, a principios de este mes. Se reunieron así 10 personas, y durante horas discutieron los valores y principios que consideraban más importantes para inspirar y dar sustento a la Constitución, tales como: diversidad, equidad de género, Estado laico, bien común, transparencia, integración, entre otros.
Amira Lavanderos, la pequeña hija de 8 años de Javiera, mientras jugaba con su hermano Roque y los otros niños presentes, se daba vueltas por la mesa de los adultos y preguntaba sobre qué conversaban tan concentrados. Y una vez finalizado el encuentro, Amira recogió los folletos que sobraron y le dijo a Javiera que los quería llevar a su colegio para realizar un ELA con sus compañeros.
"Lo quise realizar porque encuentro que es algo que todos deberían saber y porque todas las opiniones cuentan", nos señala Amira, con su voz dulce, muy convencida de lo que está diciendo. Y al preguntarle a Javiera, sobre qué siente al ver a su hija tan interesada en estos temas, nos comenta que "me encantó que ella lo viera como un juego y que a raíz de este surgieran las inquietudes respecto a los valores que los niños consideran claves para tener un mejor país".
Amira llegó a su colegio y le preguntó a su profesora, Catalina Sapiente, si podía convocar a sus compañeros a participar de un ELA. El día anterior la pequeña había trabajado con los folletos y había leído un poco el manual para poder presentarle el tema a sus compañeros, y saber así qué les interesaría cambiar en Chile.
La profesora nos cuenta que le sorprendió mucho la propuesta de Amira y que decidió darle la libertad para que ella misma convocara a sus compañeros, explicándoles la dinámica, para ver si se interesaban.
"Ella se paró frente al curso y comenzó a explicar la actividad. Yo la ayudé a aclarar que nuestro país estaba viviendo un proceso de cambio de Constitución y ella aclaró que esa era la 'ley' más importante de Chile y que la actual había sido redactada en dictadura, por lo que era necesario renovarla", nos comenta Catalina, agregando que Amira escogió a sus compañeros interesados y uno a uno les fue explicando lo que debían hacer con el folleto.
Durante dos semanas los niños fueron respondiendo el documento en sus ratos libres. Y una vez que todos lo terminaron, realizaron como curso el Encuentro Local. Sentados en una ronda, Amira comenzó a preguntar a cada uno cuáles eran sus puntos de interés, y en aquellos más votados, se llegó a un acuerdo y fue lo que se escribió en el acta final. Obviamente el encuentro no era "válido" legalmente (por la edad de sus integrantes), pero el ejercicio fue exitoso y tuvo resultados muy interesantes.
Catalina nos cuenta que los conceptos que más llamaron la atención de los niños fueron los relativos a los derechos de niños y jóvenes. Todos estaban de acuerdo en que los niños debiesen votar por ejemplo, y que las leyes eran importantes y debían respetarse.
Otro tema que fue muy conversado, fue sobre la justicia y la importancia de que todas las personas, ricos y pobres, debían tener derecho a ser defendidos si cometían un error y que la educación debía ser de calidad para todos, que todas las personas debían tener las mismas oportunidades en cuanto a trabajo, acceso a vivienda, alimentación y salud.
También concluyeron que las leyes debían hacerse tomando en cuenta el respeto por la naturaleza y que las personas con discapacidad tenían que ser mucho más integradas a la sociedad, lo mismo con las minorías y el respeto hacia la diversidad.
Catalina nos cuenta que la dinámica fue muy exitosa, ya que al observarlos se pudo ver el liderazgo de Amira, el compromiso de los niños, su capacidad de organización sin el apoyo de un adulto y el respeto que mantuvieron durante todo el encuentro en sus distintas opiniones.
"Me parece muy bien que los niños participen de esta manera del proceso constituyente y en lo que ocurre en su país. Ellos quieren ser escuchados y que sus opiniones se tomen en cuenta, porque tienen mucho que decir. Es importante que los niños desde pequeños comprendan que vivimos en sociedad y que es importante participar activamente y así construir un futuro mejor", concluyó la profesora.
Conversamos con Amira para que nos contara personalmente qué valores le gustaría que se tomaran en cuenta para una nueva Constitución, y nos comentó que cuando grande quiere ser Presidenta de Chile porque cree que "el país no está muy bien".
¿Cuáles son esas cosas malas que tú ves en el país?
"Tiene cosas malas como la pobreza. Yo quisiera cambiar eso para que haya más respeto. Creo que todos deberíamos ser iguales, que la pobreza no exista porque si uno piensa en las otras personas, se da cuenta que uno está bien pero las otras personas no. Yo quiero cambiar eso, dándoles un seguro, dándoles casa, alimento, una buena educación, un buen trabajo. Y creo también que las personas con discapacidad deberían ser tratadas con mucho más respeto. Porque que sean diferentes, no significa que dejen de ser humanos".
¿Cuál sería una buena educación para ti?
"Una buena educación es una educación de verdad de verdad, que todos tienen que ser iguales, no en actitud ni en parecido, sino en oportunidades. Que los profesores les enseñen bien, que tengan paciencia. Una buena educación sirve para tener una vida mejor. Si uno no tiene una buena educación, no sabe tanto, entonces tiene más problemas en la vida".
¿Por qué te gustaría ser Presidenta?
"Yo quiero ser Presidenta de Chile porque encuentro que el país no está muy bien y que necesita muchos cambios. Yo miro y veo cosas malas. Hay cosas que deberían cambiar, los presidentes sólo se encargan de cubrir los problemas pero no tratan de arreglarlos. Que no existieran antes las presidentas mujeres en Chile me parece muy malo porque existe una cosa que se llama igualdad y eso antes no existía. Las mujeres pensaban que sólo servían para hacer el aseo, para cocinar y cuidar a los niños, cuando ellas pueden hacer muchas más cosas".
Javiera, su mamá, señala finalmente que "como mamá esto me entretiene. Me parece que lo que le pasó a la Amira le puede haber pasado a muchos otros niños también. Son como los efectos positivos no calculados de estos procesos. En Chile no tenemos educación cívica en los colegios y uno se pregunta por qué la gente no participa y no vota, y la verdad es que creo que la participación más allá de ser un derecho o un deber, debe educarse e inculcarse".