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No sólo jeringas y dolor: 3 beneficios personales que trae donar sangre

Le tememos a las agujas y, por lo tanto, el proceso de donar sangre en general. Pero hacerlo, en realidad, es algo que nos beneficia a todos, incluso siendo donantes. Aquí te contamos las ventajas que le puedes sacar a esta no tan agradable situación.

Por Catalina Palma | 2016-08-24 | 15:06
Tags | sangre, donacion, beneficios, salud, bienestar, sociedad

Probablemente, lo primero que se te viene a la mente cuando escuchas donar sangre es la imagen de una jeringa y dolor. Ahora, lo más seguro es que esa asociación no te traiga una sensación positiva ni placentera (aunque en gustos no hay nada escrito). De hecho, lo más probable es que te haga transpirar y recordar alguna escena de la película de El juego del Miedo.

Este miedo que le tenemos a los pinchazos hace que seamos reacios a someternos a este proceso. Y para qué andamos con cosas: muy pocos andan por la vida donando sangre porque sí (un aplauso para los que lo hacen), de hecho, lo hacemos en situaciones muy urgentes, cuando un ser querido lo necesita. Es por eso que nunca escuchamos a un amigo decir que no se puede juntar contigo porque tiene hora para donar sangre, por muy válida que sea la excusa.

Incluso, para el año pasado se necesitaba un 43% más de donantes para contar con el mínimo ideal en el banco de sangre. Es por esta razón que buscamos los beneficios que puede traer donar sangre y descubrimos que al hacerlo, además de dar vida a una persona que la necesita, estás obteniendo beneficios para ti. Aquí te contamos cuáles.

1. Tu sangre fluirá mejor

La hipercoagulación o hipercoagubilidad de la sangre hace que esta se ponga espesa y que circule más lento. Al no circular correctamente, el oxígeno no puede llegar a todos los tejidos, por lo tanto aumenta riesgos como tener un derrame cerebral o un coágulo de sangre.

Quizás no te des cuenta, pero día a día contribuimos a la hipercoagulación de la sangre, ya que habitualmente ingerimos azúcar en grandes cantidades o a veces pasamos por períodos de estrés en la universidad o el trabajo, cosas tan cotidianas que terminan dañando nuestra circulación.

La buena noticia es que cuando donamos sangre de manera regular nos beneficiamos, ya que se renueva la viscosidad de ésta, lo que hace que fluya con mayor facilidad, reduciendo el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, entre otras enfermedades.

2. Te harás una mini revisión médica

¡Así es! Y gratuita, ya que cuando donamos sangre, esta no va directamente al banco de sangre o a quien se la estamos donando. Antes de llegar a su destinatario, pasa por diversas pruebas para descartar que el donante padezca alguna enfermedad contagiosa y confirmar que sea del grupo sanguíneo indicado.

En el caso de que alguna de estas pruebas resulte positiva, te lo harán saber, por lo tanto tendrás la oportunidad de chequear tu salud y si algo no anda bien, podrás detectarlo a tiempo. También te harán una evaluación médica para verificar que tus signos vitales básicos estén funcionando adecuadamente, por lo tanto podrás saber tus niveles de hemoglobina, (o el recuento de glóbulos rojos que tienes), presión arterial, pulso y temperatura.

3. Tus niveles de hierro se mantendrán balanceados

Cuando donas sangre pierdes alrededor de un cuarto de gramo de hierro. Pensarás que esta pérdida es algo malo para tu salud, ¡pero es todo lo contrario! Cuando una persona dona sangre, chequean su nivel de hierro, el que no puede ser ni muy alto, ni muy bajo y sólo si está dentro del promedio puede ser donante.

Este elemento transporta oxígeno a todas las células del cuerpo. Pero también puede dañar nuestros órganos principales como el corazón, el hígado y el cerebro ya que si tienes mucho hierro en la sangre, se incrementa la producción de radicales libres y según un estudiopublicado en la "Revista del Instituto Nacional del Cáncer", estos aumentan el riesgo de contraer cáncer.

Es por esto que resulta beneficioso donar sangre, ya que eliminas las cantidades de hierro que "sobran" en tu cuerpo y mantienes un nivel adecuado de éste, pues se nivelan a tiempo.

¿Has donado sangre alguna vez? ¿Estarías dispuesto a hacerlo “porque sí”?