En este dieciocho somos muchos los que vamos a caer como piojos celebrando, y ni las aspirinas, la sal de fruta, el agua saborizada, ni las micheladas podrán salvarnos tanto de una caña como una buena película.
Títulos nuevos y antiguos que dan clases de pasarlo bien, y que levantan hasta el más muerto del carrete. O para los más hardcore, algunas piezas que sirven como incentivo para seguir carreteando.
En una noche cualquiera Christina conoce a su príncipe azul, pero él desaparece para ir al matrimonio de su hermano en un pequeño pueblo. Ella no se dará por vencida e irá en un viaje de aventuras desafortunadas junto a una de sus mejores amigas para interrumpir la boda y declarar su amor violento.
Si tienen de esas amigas buenas para el leseo, esta película del 2002 es la indicada para levantarla de la resaca. Y es que tiene tantos "códigos de amigas", que quien la vea va a querer ser Cameron Díaz por un fin de semana e irse de viaje en la carretera con "las mejores" en busca de un cabro buen mozo que les robe el corazón.
Recuerdo exactamente cuando fui a ver esta película del 2012 al cine, porque lo pasé tan bien que quise hacer un carrete descontrolado ese mismo fin de semana. En ese momento nadie prendió y a fin de cuentas creo que fue lo mejor, porque si no hubiera quedado la patá en el departamento.
Thomas planea hacer una fiesta de cumpleaños con sus amigos en la casa que sus papás dejaron a su cuidado (la típica). Cuento corto, la lista de invitados crece de veinte a mil en cosa de horas y la cosa se descontrola a niveles peligrosos.
Autos cayendo en la piscina, una casa incendiada, vecinos aterrorizados, pero un carrete monumental que nunca se borrará de la cabeza de los presentes (y de la nuestra tampoco).
Recomendada para los que aun no superan que el carrete se acabó y planean seguir con el mambo hasta fin de mes.
Tom Hansen (Joseph Gordon-Levitt) es un joven arquitecto que trabaja escribiendo tarjetas de felicitación y que aún cree que el amor verdadero está a la vuelta de la esquina (mucha ironía, ¿eh?). En cambio, Summer Fin (la guapa Zooey Deschanel) es una chica que dejó de creer en el amor cuando sus padres se divorciaron. Ambas vidas se juntan y estallan los fuegos artificiales, pero tras 500 días la relación se termina, y será él quien querrá traerla de vuelta a toda costa.
En su momento esta película del 2009 me destruyó el alma, porque no hay hombre en la tierra que no se sienta identificado con esta historia. Y debe ser una de esas pocas películas románticas hechas para nuestro género y que nos muestra el lado más triste de una relación: cuando uno ama y el otro no.
Si la noche anterior mandaste un Whatsapp que no debías haber escrito o si te pillaron haciendo algo que no debías por culpa del copete, esta es tu película.
Otra protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, e igual de emotiva que la anterior. Adam Lerner es un hombre de 27 años, periodista, con buenos amigos y una novia artista (Bryce Dallas Howard). Después de experimentar unos molestos dolores en la espalda, Adam visita al doctor y descubre que tiene un tumor que debe ser combatido lo antes posible con quimioterapia. Luego de eso, y para lástima de su círculo cercano, sus posibilidades de sobrevivir son de un cincuenta por ciento.
Si tienen ganas de eliminar el alcohol a través de las lágrimas esta es su película, porque tiene pura emoción y sentimiento, buenos actores y un guión maestro que no se encuentra todos los días en las películas que acostumbramos ver de argumento "enfermedad terminal".
50/50 es una película que los hará recapacitar sobre lo que han estado haciendo mal, y van a querer corregir su vida por el camino saludable. Capaz que hasta se vuelvan naturistas este dieciocho.
Quería poner una película ultra light para que así (en caso de que estén tan destruidos que no puedan juntar las letras) al menos puedan reírse un rato y sentirse identificados con lo que ven en la pantalla.
Dos años después de la primera parte en Las Vegas, Stuart Price decide que es momento de casarse con Lauren en Tailandia. Allí junto a sus amigos, se propone hacer un brindis en la playa, sin imaginarse que estarían frente a un nuevo carrete más extremo y más frenético que nunca.
"Hangover" es la escencia misma de la resaca, esa que te parte la cabeza y hace que recuerdes absolutamente nada de lo que pasó la noche anterior. Y si esta película la ven acompañado con los amigotes, es mejor todavía, porque las risas se multiplican y todos van a querer tener un carrete descontrolado como los protagonistas.
A mi parecer, la segunda parte es la mejor de la trilogía, porque todo se va al chancho y pasan cosas demasiado absurdas para creerlo (la escena de los monjes budistas me dejó con ataque de risa). Además es una película súper entretenida y para nada aburrida como la tercera parte. Que es un bodrio.
En teoría esos son los estados etílicos más comunes post-dieciocho y que pueden mejorar con un buen título. Pero si así lo prefieren, también pueden mirar el techo y no hacer nada. Lo importante es tener a mano una buena bebida hidratante y paciencia, porque las borracheras de “campeones” son las que más duran.