Imagen: César Mejías

La violencia intrafamiliar afecta a 7 de cada 10 niños en Chile. Así podemos detenerla.

Casi 8 mil niños en Chile son apartados de sus familias por recibir algún tipo de maltrato o por estar expuestos a la violencia en sus hogares. ¡Detenlo Ya! es la nueva campaña de Aldeas Infantiles SOS y éstas son las claves para acabar con el círculo de la violencia.

Por Macarena Fernández | 2016-10-27 | 07:00
Tags | violencia intrafamiliar, maltrato, crianza, padres, familias

En Chile, 7 de cada 10 niños manifiestan recibir algún tipo de maltrato de parte de su padre y/o madre, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. El espectro es amplio, pero todo maltrato tiene impactos negativos a corto o largo plazo en la salud física y mental de los niños violentados, así como también en su autoestima, en su educación y en el desarrollo de su capacidad cognitiva.

Además, las probabilidades de que un niño agredido luego sufra, acepte y reproduzca la violencia en su adultez, aumenta considerablemente, y es por esto que se habla de que es un círculo vicioso completamente dañino para los niños y para toda la sociedad.

En la actualidad, cerca de 8 mil niños chilenos son separados de sus familias e ingresados a instituciones de protección, por situaciones de violencia psicológica y negligencia parental. Y aunque es una medida de urgencia necesaria por el bien superior de los menores, debemos entender que cualquier niño al que se le niegue la vida en familia, se le está vulnerando uno de sus derechos fundamentales.

Para hacer frente a esta realidad, Aldeas Infantiles SOS , organización que trabaja por el derecho de los niños a vivir en familia desde 1949, atendiendo directamente a los niños violentados y fortaleciendo a las familias en riesgo, para que puedan brindarles entornos seguros de cuidado y protección a sus hijos, lanza una campaña en 16 países de América Latina y el Caribe. Se trata de ¡Detenlo Ya!.

La campaña busca incentivar a las personas a tomar acción en contra de la violencia familiar, visibilizar este problema y educar para que los padres y cuidadores encuentren nuevas formas para disciplinar a sus hijos, lejos de la violencia.

La invitación es a que todos nos sumemos, firmando el formulario de la campaña, para que se logren conseguir las mil firmas necesarias para lograr enviar un petitorio dirigido al Congreso Nacional y demandar la rápida aprobación de dos proyectos de ley pendientes: la “Ley Coscorrón” que prohíbe a los padres y a toda persona encargada del cuidado de los niños, utilizar el castigo corporal o cualquier tipo de trato humillante, cruel o degradante, como método de disciplina. A esto se une la propuesta de modificación a la Ley de Violencia Intrafamiliar 20.066, que introduce una indicación para incluir la violencia Extra Familiar como delito (profesores, nanas).

La violencia es un círculo vicioso

En El Definido conversamos con Denisse Castillo, sicóloga y encargada de evaluación, coordinación y diseño de programas para las Aldeas Infantiles SOS, sobre las formas más comunes de violencia familiar, sus consecuencias, sobre la necesidad de denunciar, cómo disciplinar sin violencia y lo que significa una crianza respetuosa.

Respecto a las formas más comunes de violencia familiar a las que están expuestos nuestros niños, Denisse nos cuenta que podemos hablar de violencia intrafamiliar cuando es una acción cometida por un integrante de la familia hacia otro, que se mantiene periódicamente en el tiempo. Existen 3 categorías claves de violencia, que integran muchos factores:

1. Violencia sicológica: es la forma de violencia más invisibilizada en la sociedad, ya que no deja huellas visibles. Es la más común dentro de las familias y se refiere a cualquier acto de maltrato sicológico, como el menosprecio, el abuso de poder, el incapacitar al niño tildándolo de tonto, incapaz, etc.

2. Violencia física: es la forma más evidente ya que generalmente deja secuelas corporales y se refiere a todo abuso físico, como los golpes. Este puede ser leve, moderado o grave, y dependiendo de la gravedad o de la reincidencia de este tipo de maltratos, es que el Tribunal de Familia decide enviar a las familias a terapia para intentar evitar la última instancia, que es el traslado de los menores al sistema de protección o a casas de acogida.

3. Negligencia parental: esto tampoco es tan visible para la sociedad, y se refiere a la omisión de todo cuidado que los padres o cuidadores entregan a los menores, física y afectiva. Por ejemplo, no atender a su higiene, a su nutrición, a su derecho de descanso y horas de sueño, a su derecho de educarse, de recrearse y sociabilizar, etc.

Denisse nos cuenta que en la mayoría de los casos, las personas agresoras fueron también agredidos en algún minuto de sus vidas. “Son personas que sufrieron de violencia y que luego van repitiendo los patrones, por eso es importante visibilizar el tema, tratarlo a tiempo y así impedir que se transforme en un círculo vicioso”.

En caso de ser testigo de un maltrato infantil, ¿cuándo y cómo denunciar? Denisse nos señala que la campaña “¡Detenlo Ya!”, busca exactamente enseñar esto: “generar una sensibilización a nivel social para que cada persona pueda sentirse un protector respecto a la niñez, y en base a eso, la idea es que toda persona pueda hacer una denuncia a Carabineros, PDI, a la Fiscalía o a algún Tribunal de Familia, e incluso pedir que se reserve su identidad. La idea es dar cuenta que esta problemática es a nivel social y que hay que impedir que el maltrato y la violencia se siga naturalizando”.

Prevenir por sobre todo

Aldeas Infantiles SOS cuenta con hogares transitorios para proteger y atender a los niños que por decreto del Tribunal de Familia, deben ser separados de sus familias de forma temporal o permanente. Pero esta medida es la última a la que se acude, porque la misión principal del organismo es el trabajo directo con las propias familias para eliminar la violencia de sus hogares.

Para esto se trabaja con cuatro programas de prevención y fortalecimiento familiar, ubicados en Antofagasta, Santiago, Chillán y Temuco; que permiten entregar las herramientas, habilidades y competencias necesarias para que los padres o cuidadores puedan darles un mejor trato en la cotidianeidad a sus hijos, y así impedir que los niños sean separados de sus familias.

Los programas de las Aldeas Infantiles SOS se basan en la enseñanza y ejercicio familiar de lograr una comunicación efectiva, que es la gran clave para erradicar e impedir la violencia de cualquier tipo, según Denisse. Así, cada familia va identificando las características y necesidades puntuales de sus integrantes y descubriendo qué métodos son los más efectivos para cada uno a la hora de disciplinar.

Cómo disciplinar a nuestros hijos sin violencia

En nuestro rol de padres o cuidadores, muchas veces podemos maltratar a nuestros hijos sin darnos cuenta. Aprender a lidiar en momentos más difíciles es un desafío que debemos asumir, porque nadie es experto en crianza.

Actualmente está muy en boga la crianza respetuosa y el reforzamiento positivo que se aleja de cierta forma de la antigua mirada centrada en los adultos de cómo queremos que sea un niño. Hoy lo que se busca reforzar es la educación personalizada que responda a las características y necesidades de cada uno de los niños. ¿Pero cómo podemos promover una crianza y una formación respetuosa?

Denisse entrega a El Definido los siguientes consejos:

- Hablarles mirándolos a los ojos con tranquilidad tal cual lo hacemos cuando se nos presenta una situación estresante o crítica de conflicto con otra persona.

- Entender que no por estar en desacuerdo, puedes generarle daño a otra persona, ni tirarle el pelo, ni darle un coscorrón o un correazo. Por esto hay que tratar a los niños como personas con derecho al igual que todos.

- Hay que ser conscientes de que los niños son personas que están en pleno desarrollo y que aprenden principalmente con los ejemplos cercanos y que son esas enseñanzas las que luego incorporan como base de su formación, por lo que es bien difícil que los niños luego puedan tener herramientas para evitar el círculo de violencia.

- Los castigos y golpes como respuesta inmediata a una acción negativa por parte de los niños, no los ayuda a entender la gravedad de lo que hicieron o la razón por la que su comportamiento fue malo. Es necesario explicarles el por qué no está bien, las consecuencias que traen sus actos y cómo afectan a los demás, para que así el niño logre empatizar y comprender la raíz del problema para ser más consciente a futuro.

- Los castigos o correcciones deben estar ligados a la falta específica del niño para que así el menor comprenda. Por ejemplo, si le pega al hermano, no sacamos nada con prohibirle la televisión, porque el menor no logra asociar la falta. En este caso habría que indicarle que le pida perdón, que le preste sus juguetes o que haga alguna acción que beneficie a su hermano.

- Hay que enseñarles a identificar sus emociones. Por ejemplo, si sienten rabia, hay que ayudarlos a entender la razón y hacerles ver que pegándole a otra persona, rompiendo algo o haciendo pataleta, no van a aliviar su rabia y que ésta sí se puede detener, exponiéndola verbalmente, porque así el otro puede ayudarlo o entenderlo.

Otra forma de ayudar para la erradicación de la violencia intrafamiliar, es convirtiéndose en socio de Aldeas Infantiles SOS. De esta forma se genera una acción directa para apoyar los programas de Fortalecimiento Familiar en Antofagasta, Santiago, Chillán y Temuco para erradicar la violencia parental, apoyando las necesidades psicológicas de padres y cuidadores que requieren apoyo para saber tratar a sus hijos, y ayudarás a que se pueda implementar esto en otras ciudades del país.

¿Qué otra forma de disciplina sin violencia conoces que sea efectiva?