Imagen: Centro Wyss

Descubren cómo comunicarse con personas que tienen parálisis total

El invento podría revolucionar la vida de las personas que tienen síndrome de cautiverio y otros tantos con trastornos neurológicos. Los cuatro pacientes que lo probaron obtuvieron resultados positivos y lograron responder las preguntas que les hicieron.

Por María Victoria Coutts | 2017-02-01 | 14:59
Tags | comunicación, ELA, síndrome de cautiverio, investigadores, Centro Wyss, parálisis, enfermedad

Los avances tecnológicos nos sorprenden a diario y los investigadores trabajan incansablemente por descubrir formas de solucionar problemas o desafíos con los que nos enfrentamos. Hay algunos que aunque van enfocados para un grupo más reducido, pueden generar un cambio significativo en su calidad de vida de las personas, además de empujar los límites de las posibilidades humanas.

Esto es lo que está logrando un grupo de investigadores en Suiza, que han permitido que los pacientes con Síndrome de Cautiverio o Enclaustramiento, enfermedad que impide que las personas puedan mover su cuerpo, logren comunicarse. Es decir, una tecnología capaz de "leer sus pensamientos" y darlos a conocer.

Esta enfermedad es una parálisis que afecta a todos los músculos voluntarios y cuando la situación es extrema, no pueden ni siquiera abrir o cerrar los párpados. Sin embargo, quienes la padecen, son personas que están completamente despiertas y conscientes, por lo que están literalmente encerrados en su cuerpo, por eso el nombre de la enfermedad. Esta se produce por una lesión en el tallo cerebral, por una enfermedad que afecta a las neuronas motoras e incluso se dice que otra causa podría ser la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

El estudio realizado por los investigadores del Wyss (un instituto de investigación neurotecnológica que busca soluciones clínicas para el beneficio humano) dio resultados sorprendentes, demostrando la capacidad de hacer que cuatro pacientes afectados que no pueden siquiera mover sus párpados se puedan comunicar.

Estos resultados son, potencialmente, el primer paso hacia la abolición de los estados completamente bloqueados, al menos para los pacientes con ELA”, asegura el estudio.

¿Cómo lo lograron?

El sistema es una interfaz cerebro-ordenador, donde el paciente utiliza un gorro en la cabeza, que es que es capaz de detectar respuestas simples de los pacientes mediante la medición de cambios en los niveles de oxígeno en el flujo sanguíneo del cerebro. Así captan si contestanSí o No, según las preguntas que les formulan.

Comenzaron por temas personales y con respuestas conocidas (para comprobar su coincidencia), como: ¿Tu marido se llama Joaquín? o ¿Eres feliz? Los investigadores encontraron que las preguntas fueron respondidas correctamente siete de cada diez veces.

Lo sorprendente es que los cuatro pacientes que participaron en el estudio dijeron ser felices a pesar de su estado, y la respuesta fue la misma durante las varias semanas que duró el estudio. Incluso a uno de los pacientes le preguntaron si le gustaba el novio de su hija y respondió “no” nueve de las diez veces que le preguntaron.

"Las cuatro personas fueron capaces de responder a las preguntas personales que se les pidió, usando solo sus pensamientos. Si somos capaces de replicar este estudio en más pacientes, creo que podríamos restablecer la comunicación en personas con síndrome de cautiverio”, asegura el neurocientífico del Centro Wyss, Niels Birbaumer.

Los resultados derriban teorías anteriores de que la gente con síndrome de enclaustramiento completo carecen del pensamiento necesario para utilizar una interfaz de cerebro computarizada y que eran incapaces de comunicarse. Incluso Niels Birbaumer, el profesor que publicó el artículo, confiesa que él apoyaba ese planteamiento, pero los resultados lo dejaron sorprendido.

Los alcances de este descubrimiento podrían ser enormes. El Centro Wyss planea tomar estos resultados para desarrollar una tecnología que estará a disposición de las personas con parálisis resultante de la ELA, de derrame cerebral o lesión de la médula espinal, asegura John Donoghue, director del centro. "La tecnología utilizada en el estudio también tiene aplicaciones más amplias que creemos que podrían desarrollarse más para tratar y controlar a las personas con una amplia gama de trastornos neurológicos".

¿Crees que este descubrimiento podría cambiar la vida de los pacientes con parálisis severa y de sus familias?