Una vivienda de emergencia es una solución rápida y temporal para personas que pierden sus casas en un evento catastrófico, eventos que como chilenos ya estamos acostumbrados a vivir, dondequiera que estemos de esta larga franja de tierra.
Por muchos años, la solución para quienes perdían sus casas era la ya conocida mediagua, la misma que se entregó después del terremoto del 27F, por ejemplo. Esta solución ayudaba, pero no era suficiente, porque aunque se trataba de viviendas transitorias, éstas eran bastante precarias, estaban construidas en base a paneles prefabricados de madera y no cumplían con las condiciones mínimas de seguridad ni habitabilidad.
Después del incendio que afectó a Valparaíso el año 2014, se dieron cuenta de las carencias que tenían las mediaguas, así que se comenzó a entregar un kit de mejoramiento. Es decir, las familias recibían material aislante para revestir las casas por el interior y pintura para aumentar la durabilidad del exterior.
Así, la ONEMI decidió comenzar a trabajar en una solución mejor a la que existía y desde 2015, que existe el nuevo estándar para las viviendas de emergencia, que ya se ha usado para darles una solución transitoria a las familias afectadas en distintas catástrofes como por ejemplo: el alud de Chañaral, Copiapó y terremotos de Paipote, Illapel y el reciente incendio de Valparaíso.
Son esas mismas viviendas de emergencia las que recibirán las familias afectadas por los recientes incendios: con un área de 24 m², la inclusión de un baño, terminaciones incorporadas de fábrica, un sistema de termo panel, sistema eléctrico, aislación, entre otras.
La Fundación Vivienda, trabaja en conjunto con Techo Chile para entregar las viviendas transitorias a los damnificados que vivirán ahí hasta tener un hogar definitivo. Hasta el viernes 10 de febrero eran 2.142 las viviendas destruidas por los incendios, según informan de la ONEMI.
Las labores de reconstrucción ya comenzaron en varias zonas como por ejemplo Cauquenes, Empedrado, Paredones y Hualañé. En eso lugares ya se están levantando las primeras viviendas de emergencia. ¿En qué mejoraron estas viviendas respecto de las mediaguas? Le preguntamos al director ejecutivo de la Fundación Vivienda, Felipe Arteaga, quien contó a El Definido que aparte de ser más grandes (tienen 24 m², seis más que la mediagua), estas tienen forro interior, aislación completa en piso, muros y cubiertas, ventanas de aluminio, puertas de placarol y materiales exteriores resistentes a la humedad (smart panel y hojalatería en las uniones).
Todos estos detalles son fundamentales ya que la reconstrucción o traslado de las personas a otro poblado puede tomar mucho más tiempo de lo que pensamos. No son solo algunos meses que estarán viviendo allí, a veces pueden ser años. Arteaga cuenta que antes de cambiarse a una casa definitiva, una familia puede vivir en una vivienda transitoria “desde 6 meses hasta 3 o más años dependiendo de la dispersión y complejidad del lugar en donde se instala”.
Fundación Vivienda |
“Tiene un volumen interior mayor, lo que genera una mejora sustantiva en la habitabilidad. Por último, al ser una vivienda prefabricada, las dimensiones de los paneles permiten una mayor capacidad de transporte y mejora las maniobras de traslado en terrenos de difícil acceso”, dice Arteaga.
La vivienda de transitoria está diseñada y construida para que pueda ser armada por voluntarios en poco tiempo, una cuadrilla de 8 voluntarios, en promedio, tardan entre 3 a 4 días.
Para que la estadía de las familias sea lo más amena posible, gracias a la campaña Juntos por Chile, del Hogar de Cristo, que reunió 1.000 millones para 2 mil casas, las familias recibirán, junto con la vivienda de emergencia, un kit para equiparlas, que contiene: camas, sábanas, un comedor, frazadas y una cocina a gas, entre otros.