¿Qué hace Chile para dar a conocer a sus escritores?

Así como la fruta, nuestra literatura también es un producto de exportación. Los autores chilenos muestran un alza sostenida en los últimos años y aquí, el cómo le estamos dando una mano.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2013-03-22 | 20:27
Tags | cultura, libros

Se habla de que los chilenos no leemos y que cuando leemos, no entendemos. Puede que los índices de lectoría no nos acompañen, pero en lo que sí hemos estado avanzando en los últimos años, es en la publicación de libros. Estamos escribiendo más y hay un proyecto andando para que el resto del mundo se entere.

De Brasil admiramos su fútbol, sus playas y su carnaval. Pero también deberíamos ponerle atención al apoyo que le están dando hace años a sus escritores. Durante el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, se impulsó un programa que destina ocho millones de dólares (3.785 millones de pesos) anuales en traducciones de autores brasileños hasta el 2020.

"Brasil tiene una política de internacionalización del libro muy notable. Efectivamente nosotros, como Consejo del Libro, consideramos como una estrategia crucial en cuanto a internacionalización de los autores chilenos, el fomento a la traducción a otras lenguas, de títulos de autores nacionales. Para esto, el 2012 se implementó el programa piloto de Fomento a la Traducción", cuenta Paz Balmaceda, Secretaria Ejecutiva de la entidad chilena a cargo de la literatura nacional, el Consejo del Libro.

El Programa de Traducción 2013, cuyas bases están prontas a abrirse, cuenta con un presupuesto total de cincuenta millones de pesos y funciona con la modalidad ventanilla abierta, que quiere decir que está disponible para postular durante todo el año y sólo se cierra una vez que se acaban los recursos.

El monto máximo de financiamiento por proyecto es de dos millones de pesos y sólo se pagan honorarios de traducción, refiriéndose a obras de autores chilenos traducidas del español a otras lenguas, en formato digital o impreso. Por lo tanto, alcanzaría para traducir como mínimo unas 25 obras. Pueden postular personas naturales y jurídicas con nacionalidad chilena. Las obras deben estar previamente editadas y pueden ser de cualquier género.

Auge de autores chilenos

La importancia de que los libros de autoría nacional sean producto de exportación cada vez atañe a más gente. En los últimos cinco años ha aumentado considerablemente la cantidad de publicaciones chilenas que se han registrado. Según el International Standard Book Numer (ISBN), sistema de numeración e identificación de títulos utilizado en Chile, las obras de origen chileno aumentaron un 66,8% entre el año 2008 y 2012, alcanzando los 8.158 títulos.

Según los entendidos, puede deberse a varios factores: Las editoriales independientes han facilitado la edición digital, también se puede encargar impresión por demanda y realizar tirajes chicos en imprentas digitales, que ahora se arriesgan más porque pierden menos. Esto es parte de lo que ha facilitado que estén surgiendo escritores que antes no tenían cómo enfrentar a las editoriales grandes.

Pero tal vez la principal razón por la cual las editoriales están apostando a nuevos autores, es gracias a la internet, que permite a los mismos construir una buena base de lectores a través de sus blogs y columnas, asegurando de este modo un cuerpo de clientes a las editoriales que los publiquen posteriormente.

Otras acciones

Una movida que ya se está llevando a cabo para dar a conocer a nuestros autores, es la estrategia que ha impulsado el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). A través de la creación del Fondo del Libro, del Programa de Internacionalización del Libro y Autores Chilenos, nuestro país participa en diversas ferias internacionales del rubro, como la reciente FIL de Guadalajara.

"Hoy se impulsa una estrategia concentrada más en la gestión y comercialización de derechos de autor, además de la coordinación y participación internacional en Ferias", dice Balmaceda.

Este programa promueve la participación en instancias nacionales e internacionales, además de la internacionalización de autores, libros y el intercambio de vínculos y redes, promoviendo la circulación de la creación y/o producción editorial chilena en el mercado internacional.

Aunque aún falta bastante para alcanzar a la iniciativa brasilera, es bueno ver que ya se están dando los primeros pasos en esa dirección.