El fútbol sigue siendo el deporte predilecto de los chilenos, más aún después de tener una selección de bicampeones tan talentosa, y con jugadores profesionales que además hoy son titulares en los mejores equipos del mundo.
Deportistas de excelencia que son un ejemplo para todo el país, especialmente para los niños de escasos recursos, quienes ven en ellos a unos verdaderos héroes de profesionalismo y superación, como por ejemplo, el caso de Alexis Sánchez, quien a pesar de su infancia humilde en Tocopilla, logró convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo, jugando hoy como titular en el Arsenal de Londres.
Ha sido tanto el éxito que han logrado los futbolistas, que hoy, muchos niños chilenos sueñan con hacer de la pelota el camino para salir de la pobreza y triunfar en los equipos de los que son hinchas, y de paso, sacar adelante a sus familias. Y así como Alexis, existen muchos niños y jóvenes dotados de talento deportivo que figuran como grandes promesas del fútbol nacional, pero que por falta de oportunidades, acompañamiento, recursos y patrocinadores, nunca llegan a convertirse en profesionales.
Con el fin de hacer justicia deportiva y de frenar esta desigualdad de oportunidades, es que Pablo Narváez y Francisco Bravo, mientras estudiaban un MBA en Madrid, decidieron realizar su tesis en una causa social. Se enfocaron en los jóvenes talentos de fútbol, aprovechando el boom deportivo y los contactos futbolísticos de la ciudad española.
De vuelta en Chile, y luego de animar a otros jóvenes profesionales, crearon la fundación Valores el año 2015, que tiene como lema “Dale el pase de su vida”, y que busca que todo niño con talento que se está probando en una división menor, pueda tener la oportunidad real para desarrollar sus capacidades deportivas y/o educacionales que le permitan lograr el profesionalismo. ¿Cómo?
Asociándose a distintas instituciones deportivas que entrenan a niños con talento futbolístico, para luego apoyarlos con profesionales y herramientas claves en cinco ámbitos fundamentales que fomentan el buen desarrollo personal y deportivo: académico, familiar, psicológico, médico y nutricional. En El Definido te contamos los detalles.
La fundación Valores trabaja codo a codo con los niños vulnerables que se están probando en las ligas menores de los clubes de fútbol como el Audax Italiano, Magallanes, Universidad de Chile, Universidad Católica y la Unión Española.
Su trabajo diario es impartido por voluntarios (universitarios practicantes) y con la intervención de empresas asociadas, como MindSport, Clínica Meds, Nutri Trainer, Belén Educa, Universidad de Los Andes, entre otros. Este consiste en un acompañamiento y apoyo constante y personalizado a cada uno de los niños que forma parte del programa de la fundación.
El método de trabajo que utilizan es el siguiente:
1. Asignan mentores formadores a los niños (entre 11 y 18 años) para acompañarlos a ellos y a sus familias durante todo el proceso y para gestionar la interacción de cada familia con las diferentes instituciones asociadas a la fundación.
2. Realizan un diagnóstico inicial de las necesidades de cada niño en relación a los ámbitos de medicina y psicología deportiva, consulta nutricional, orientación familiar y reforzamiento académico; determinando así un plan de trabajo personalizado para cada niño y su familia.
3. Apoyan con implementación deportiva, suplementos vitamínicos, entre otros, a través de una red de proveedores y donantes que trabajan con la fundación.
4. Asesoran a las familias y jóvenes talentosos deportivos que están en etapa de evaluación de agentes de representación y elección de clubes profesionales.
En El Definido conversamos con Rafael Fontecilla, uno de los fundadores de Valores y nos contó cómo ha funcionado la fundación en su primera etapa, en la que están trabajando con 10 niños de distintos clubes deportivos.
“Porque nos dimos cuenta que era tanta la necesidad en los clubes, ya que si bien tienen recursos, sólo un 10% se destina a las divisiones inferiores, entonces es muy poco el reembolso que le llega a estos niños. Quisimos empezar por aquí porque es en los clubes donde ya están jugando los mejores niños de Chile, con tremendo potencial, pero que la realidad actual sólo permite que cerca del 1% de ellos termine jugando de forma profesional. Y esto es por falta de recursos para acompañarlos y asegurar así su buen rendimiento”.
“Hay varias cosas que le impiden a los niños profesionalizarse en el fútbol. Tienen poco apoyo psicológico, nutricional, físico, familiar y académico, y es por eso que muchos niños se pierden y se transforman en el arroz graneado como se les llama, y que son esos niños que entrenaron junto a las estrellas, pero que luego son descartados y terminan fuera. Como lo que siempre cuenta Alexis Sánchez, que tiene amigos talentosos con los que entrenaba, que hoy lavan vidrios en las calles”.
Es por lo anterior que el acompañamiento, apoyo, asistencia y conexión con redes deportivas y empresas externas es clave, para no desperdiciar todo ese talento, y por sobre todo el trabajo con las familias de cada uno de los niños, para orientarlos en cómo apoyar a sus hijos en sus carreras deportivas, sin descuidar los estudios y sin poner tanta presión en sus hombros.
“Valores busca lograr el éxito futbolístico de estos niños, pero además se les fomenta la parte académica, ya que la mayoría deserta a los 15 años del colegio o ingresa a un 2x1 con el fin de terminar lo antes posible. En la fundación se les incentiva que estudien, que terminen sus clases, que aprueben con buenas notas, y se les premia lo académico por si el día de mañana no les resulta el fútbol o se aburren, puedan tener la educación necesaria para estudiar lo que quieran y ser profesionales en otros ámbitos”.
“De inmediato se nota su mejoramiento físico y nutricional, porque les faltaba hierro y vitaminas, por ejemplo. Piensa que muchos llegan a los 17 años, seleccionados, sin haber recibido nunca una radiografía de tórax, entonces ahora nos aseguramos de que desde que entran al club, se les realicen todos los exámenes y monitoreos necesarios y de forma constante. Y esto permite ver mejor rendimiento en la cancha, menos lesiones, etc.
Y en lo psicológico podemos trabajar con las familias que son claves, porque muchas veces presionan a los hijos, porque los ven como la salvación, entonces nos enfocamos en reforzar la idea de que los niños tienen que seguir siendo niños, de que deben seguir estudiando, de que esto no es la salvación; así los niños no se sienten tan presionados y disfrutan mucho más, lo que se traduce también en un mejor rendimiento”.
-“Nuestro sueño es que podamos hacer lo mismo con cualquier talento de Chile, ya sean otros deportes o en otras disciplinas como arte, música, etc. Pero para eso debemos consolidar nuestra primera etapa que es el fútbol”.