Uno de los problemas carcelarios más importantes en Chile tiene relación con la falta de oportunidades que tienen las personas privadas de libertad para reinsertarse de buena forma en la sociedad una vez que retoman su libertad, y evitar así la reincidencia.

Otro problema grave son las malas condiciones en las que viven, ya sea por hacinamiento, falta de recursos y principalmente por la falta de actividades necesarias para aprovechar este "tiempo muerto" en algo útil, que los dignifique como personas y que les entregue herramientas para poder salir adelante, dejando atrás sus malas conductas.

En eso pensaron Valentina Achondo y Manuela Rodríguez, ingenieras civiles de la Universidad Católica, al dar vida al proyecto social ASombra (que en sus inicios se llamó Kimkelen y que hoy integra a otros diez jóvenes que buscan generar un impacto positivo en la sociedad penitenciaria del país). Este busca ofrecer oportunidades reales de reinserción, para evitar que las cárceles sean escuelas para ser mejores delincuentes y se transforme en una escuela para ser mejores personas y emprendedores. ¿Cómo hacerlo?

Parte del equipo formativo de ASombra

Con la creación de una plataforma online de venta de productos fabricados por la población carcelaria de Chile. Esto porque, si bien existen diversas iniciativas que ofrecen talleres de oficio donde los reos fabrican sus propios productos; las oportunidades de éxito con sus emprendimientos son menores, porque está el problema de difusión, marketing y espacio físico de venta que traba el negocio y desincentiva a los internos.

Este año el proyecto ASombra, que además de ofrecer la plataforma de venta, imparte talleres de formación y capacitación de negocios en las cárceles, fue premiado en el concurso "Comprometidos: Tu Actitud Transforma", organizado por Socialab Argentina, y desde este viernes empezará a desarrollarse en el Centro Penitenciario Colina II.

Así se implementará el programa en Colina II

En El Definido conversamos con Valentina Achondo para ahondar más sobre ASombra y su implementación, y nos cuenta que el proyecto nace desde la inquietud de inequidad y falta de oportunidades observadas en los recintos penitenciarios.

Así, desde el año pasado Valentina y su equipo empezaron a tener reuniones con muchos agentes relacionados a las cárceles: Ministerios, Gendarmería, fundaciones y empresas que actualmente dan trabajo a los reclusos para fabricar productos u ofrecer distintos servicios; y hace seis meses que iniciaron su trabajo en Colina II.

Después de meses de trabajo investigativo con 15 internos del recinto, este viernes comenzarán oficialmente los talleres que ofrece ASombra, donde trabajarán en conjunto hasta que los reclusos terminen sus condenas.

"Buscamos aportar en mejorar la calidad de vida de las personas privadas de libertad tanto fuera como dentro del recinto penitenciario, aportando en su formación personal y sobre todo laboral, con talleres y capacitaciones para que aprendan un oficio y herramientas de trabajo para poder salir al mundo laboral con estos conocimientos", nos cuenta Valentina.

El proyecto tiene tres áreas: Capacitación, Laboral y Comunicación/Difusión, siendo esta última la que tiene como objetivo presentar el trabajo de los reos en la plataforma virtual (que se estrenará en septiembre), para crear conciencia sobre la realidad penitenciaria en Chile, la falta de oportunidades y las barreras que existen para ellos al terminar la condena; y así de paso presentar el trabajo de calidad de los presos y hacer ver a la sociedad que todos somos clave para revertir esta realidad.

Los talleres se impartirán todos los viernes por la tarde, por los mismos miembros del equipo de ASombra (ingenieros civiles, ingenieros comerciales, arquitectos, sociólogos y diseñadores), quienes tienen experiencia en trabajo de educación de adultos. Primero se les enseñará a los internos sobre emprendimiento y manejo de negocios y luego se realizarán talleres laborales de diseño y construcción. Además se tiene pensado que una vez que el proyecto avance, los propios internos que estén en el programa puedan enseñar y ser monitores de los nuevos internos que se integren a trabajar. 

"En Chile no existe un solo portal donde uno puede comparar y conocer sobre estos proyectos y su impacto; y creemos que esta plataforma es muy necesaria para potenciar estos esfuerzos que se hacen individualmente, y además para mostrar todas las iniciativas que hay y darle a los futuros clientes una gama más amplias de productos de calidad y con sentido", señala Valentina.

Los productos que podremos ver en la plataforma

ASombra integrará los trabajos realizados en los propios talleres impartidos por el proyecto y también con productos de otras empresas y proyectos que funcionan actualmente en cárceles, como: Minka (artesanías recicladas y confeccionadas por mujeres privadas de libertad en el Centro Penitenciario San Joaquín), Coa (tablas y prendas de surf ilustradas por reos chilenos), Delinea diseños (productos para el hogar y decoración fabricados por reclusos de Colina I y Colina II), entre otros.

El fuerte de los productos fabricados en los talleres de ASombra serán para el hogar y para la decoración, como maceteros de hormigón, muebles de madera y productos de cuero. Los internos recibirán una parte de lo recaudado en efectivo y el resto se les depositará en una cuenta que ellos pueden utilizar al terminar su condena.

La idea, según nos cuenta Valentina, es que luego de este piloto en Colina II, ASombra puede replicarse en otros centros penitenciarios de Santiago y regiones, ampliando también la gama de productos.

"Tenemos muchas ganas de que esto resulte, porque creemos que el gran tema del futuro, así como lo es quizás la educación hoy en día, debería ser el sistema carcelario. No puede ser que un 50% de los internos reincida. Estamos dejando de lado una parte importante de la población que no tiene oportunidades ni herramientas para aportar al país, y creemos que debemos darle importancia a este tema. ASombra sería una forma en que todos los chilenos podemos aportar, mediante la compra de los productos fabricados en cárceles, donde todas las ganancias se reinvertirán en más capacitaciones y más proyectos orientados a la reinserción social de personas privadas de libertad", concluye Valentina.

¿Te parece una buena medida para fomentar la reinserción social?