*Esta nota fue originalmente publicada en 2017.

Cada día hay más mujeres que deciden casarse por sobre los 30 años. Pero en Chile, aún a mucha gente le llama la atención esta "postergación", y la presión social las invade con comentarios como: "se te va a pasar el tren"; "vas a tener que escoger entre lo que dejó la ola"; "te vas a poner cada año más mañosa y nadie te va a aguantar", etc.

También hay mujeres que simplemente no quieren casarse, y muchas otras (solteras, emparejadas o casadas) que han decidido no ser madres. Y claro, la presión social aquí sí que es fuerte. Los cuestionamientos llueven: "tú tienes un trauma"; "te vas a arrepentir cuando ya no puedas ser mamá"; "sólo piensas en ti"; "tu problema es que odias a los niños", "te vas a quedar sola cuando seas vieja".

Esto, porque nuestra sociedad muchas veces da por hecho que el ser mujer va de la mano con ser madre. Como si por ser mujer, uno viniese con el chip de instinto maternal en el ADN y nuestro género nos determinara el "rol de madre" desde la concepción.

Bueno, lo cierto es que el instinto maternal no vendría “de fábrica”.

La psicóloga Rosario Domínguez de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes, señala que "los estudios científicos realizados durante los últimos años coinciden en observar que el deseo de una mujer de tener un hijo y cuidarlo no responde a un instinto, sino que surge de motivaciones complejas que se relacionan con aprendizajes y experiencias de vida, y que es influido por el contexto de vida presente y la cultura".

No habría evidencia científica de que el deseo de tener hijos sea biológico en la mujer y la ciencia sugiere que la reproducción no requiere de una preferencia “heredada” por tener hijos, sino simplemente del impulso sexual (aquí más detalles).

Mujeres chilenas que han decidido no traer hijos al mundo

En El Definido conversamos con Camila Chacc, periodista de 31 años y nos contó que su decisión de no tener hijos fue hace dos años, cuando tuvo más claridad de las razones, causas y consecuencias de lo que significaba ser madre o no serlo.

"Me acuerdo de escuchar en el colegio a varias compañeras de curso diciendo que uno de sus objetivos de vida y realización máxima como mujer, era ser mamá; además de sentirse full maternales y volverse locas apenas veían una guagua. Pero en mi caso eso jamás pasó. Nunca me nació hacerle cariño a una guata de embarazada, me daba pudor y tampoco me daban ternura los niñitos chicos. No los soportaba. Supongo que esas fueron las primeras señales".

Más allá de no tener este "instinto maternal" desde niña, Camila nos cuenta que una de sus grandes razones es precisamente por la tremenda responsabilidad que significa traer un hijo al mundo.

"Siempre he pensado que la gente toma con demasiada liviandad el traer un cabro chico al mundo, cuando ese ser humano depende en todo sentido de ti, desde el emocional al más obvio, el económico. Pero lo que encuentro también heavy, es que todo lo que hagas incida en él, y no quiero tener esa responsabilidad, ni quiero ceder nada de mi vida actual por tener un hijo.

Cuando escucho a mis amigas o mis primas hablar de sus guaguas, de sus sacrificios y de sus decisiones, de verdad las admiro mucho porque yo no podría hacer ni una décima parte de lo que ellas hacen. No quiero dormir mal, tener que adaptar mis horarios, mi vida y mis espacios, cambiar mis prioridades actuales y dar todo por un otro, y por lo mismo, prefiero ser responsable y no tener hijos".

En cuanto a los prejuicios y cuestionamientos de la sociedad frente a su decisión y a cómo le han afectado a ella directamente, Camila nos cuenta que sus papás han sido "increíblemente respetuosos" y que jamás la han juzgado. Pero sí algunos amigos de sus padres. Por ejemplo, nos cuenta que una de las mejores amigas de su mamá un día le preguntó cómo pretendía vivir la vejez sola; y después de escuchar los argumentos de Camila, le dijo “siempre has sido una egoísta, por lo mismo no me extraña tu decisión".

"La palabra que más escucho cuando digo que no quiero tener hijos, es que soy una egoísta. Al principio me quedaba callada pero ahora simplemente les pregunto de vuelta ‘¿le dirías lo mismo a un hombre que dice que no quiere ser papá?´. La mitad se queda callada, y la otra, me responde con un clásico "es que es diferente" (…) ¿Quién estableció que ser mamá es mejor, más solidario o menos egoísta que tener otros objetivos de vida? Oye, si acá tampoco nadie se inmola. Si eres mamá, quisiste o no, ya lo eres, y te saco el sombrero por todos los sacrificios que haces, pero, ¿de ahí a poner a las mamás en un altar o como parámetro social, como les gusta destacar a muchas personas? Yo soy muy respetuosa ante la maternidad, insisto, soy tan consciente de la cantidad de sacrificio que conlleva (por ver a mis propios papás); que por lo mismo no quiero serlo, pero tal como yo respeto, valido y admiro a las mamás, espero lo mismo de vuelta ante mi opción de no tener hijos", finaliza Camila.

Y así como ella, también hay muchas otras.

Francisca Torres, asesora de imagen (40 años), soltera y sin hijos, compartió su opinión en la revista Viernes: "Decidí no tener hijos porque creo que muchas de mis contemporáneas han basado su decisión en actos egoístas y no producto del amor. Sus justificaciones son: “Tengo una guagua porque ya me casé”, “porque estoy en pareja”, “porque mi amiga tiene”. Creo que las mujeres depositan demasiada esperanza en sus hijos. Los ven como un mástil para aferrarse a ellos, para creer más. Y eso me parece egoísta”.

Francisca es bien honesta al señalar que no es porque le de miedo, sino que simplemente no quiere. “Yo me siento bacán con mi pega, pero no he pospuesto mi maternidad por eso. Tengo tiempo libre para ser madre, pero no es algo que me nace. Es penca que para minas súper pro, que quieren hacer una buena carrera profesional, sea un problema tener una guagua. ¡Y es un problema para todos! Para las empresas, para los jefes, para las isapres. Tengo amigas a las que sus jefes le han dicho: 'No te vayai a quedar embarazada po, no seai patuda".

Pamela Saffie (31 años) es soltera y veterinaria. En una entrevista asegura que la maternidad no está en sus planes y que simplemente es algo que no quiere, por lo que no es que esté postergando algo. "La sociedad cuestiona más lo que uno piensa que uno mismo (…) Siempre quise desarrollarme más como mujer que como madre, y después de un fracaso de una relación de 7 años me quedó súper claro que un marido e hijos no era lo que quería, sino que quería ser independiente y montar mi negocio. Y así fue".

Kristina Schreck, periodista chilena que hoy tiene 48 años; hace 7 compartió su testimonio en la revista Paula, donde señalaba que para ella era un alivio ver con la libertad que vivía su vida y su matrimonio, versus la vida de sus amigas con hijos. "No tengo problema con los niños. A los 20 o 30 años pensaba que algún día iba a tener uno. Pero resulta que cumplí 35, después 38, y un día cumplí 40 y desperté y pensé: '¿sabes qué? No quiero tener hijos. No quiero seguir diciendo que algún día voy a tener'. Y sentí un gran alivio, porque soy profundamente feliz así".

Respecto a la presión social, Kristina cuenta que su suegra le decía todo el tiempo que ‘a las mujeres que no tienen hijos, las dejan los maridos'. "Yo no peleo con ella. Tengo una relación de tantos años con Cristián, y hemos pasado tantas crisis, que si se quiere ir, se irá igual. Aunque tengamos hijos".

Mujeres sin hijos van en aumento

El aumento de mujeres que no son madres es una tendencia mundial, especialmente en países desarrollados. En Gran Bretaña, el 17% de las mujeres nacidas en 1970 no tiene hijos (y ya no los tuvo). En Japón, la cifra llega al 27% para el mismo grupo. Y en Europa, el 20% de las mujeres entre 15 y 44 años no tiene hijos.

Pero no todas las razones son una decisión voluntaria, obviamente. Una investigación del Centro de Estudios Demográficos de la U. de Barcelona, arrojó que en España entre el 25% y el 30% de las mujeres nacidas en la segunda mitad de los ‘70 no serán madres: un gran cambio que se acentuaría con las generaciones más nuevas. Las principales razones corresponden a un 2% por motivos biológicos, un 5% por decisión personal y un 18% por falta de condiciones económicas o emocionales.

¿Y en Chile? Han pasado casi 10 años desde la encuesta elaborada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, donde el 47% de las mujeres en edad fértil que no tenía hijos, declaraba que no consideraba tenerlos en el futuro (no se indica si definitivamente o en ese momento); y esto con datos basados en la Encuesta de Protección Social del 2006, por lo que el porcentaje podría ser más alto. Un poco más reciente, cifras del INE también indicaron un aumento del 14% de mujeres mayores de 15 años sin hijos, entre el 2002 y el 2012.

¿Son más o menos felices las mujeres sin hijos? Como es de esperar, lo que han dicho los estudios hasta ahora muestran que sí, y que no. Lo que podría darnos una pista de que la felicidad, a fin de cuentas, depende de muchas otras cosas más allá de la maternidad.

Carina Lupica, especialista en género y directora ejecutiva de la Fundación Observatorio de la Maternidad en Argentina, opina que “la maternidad pasó de ser concebida como un hecho natural y biológico que le otorga identidad femenina a la mujer, hacia algo opcional y condicionado por las pautas sociales, culturales y económicas de la sociedad en la cual se desarrolla. Hoy las mujeres pueden decidir no tener hijos y ser felices igual".

¿Cuál es tu postura al respecto? ¿Crees que la sociedad debiese dejar de cuestionar la opción de las mujeres frente a su maternidad?