Las mujeres tienen una serie de desventajas en comparación con un hombre en los planes de Isapre. Así lo confirma un estudio de la Superintendencia de Salud que asegura que una mujer de 35 años sin cargas puede pagar hasta un 66% más por su plan de salud de Isapre versus un hombre de la misma edad y en igual condición.
“La diferencia en general es bastante alta y muy marcada entre los 25 y 40 años. Hemos visto casos que algunos planes de Isapre cobran hasta cuatro veces más que un hombre a la misma edad. Hay un recargo más a las mujeres principalmente porque están en la edad fértil”, cuenta a El Definido Matías Stäger, uno de los fundadores de Queplan.cl, un sitio para cotizar y comparar planes de Isapre (del que les contamos hace un tiempo).
Es por esto que es necesario conocer cuáles son los aspectos importantes en los que te tienes que fijar cuando busques un plan, sobre todo si es la primera vez que lo haces y no tienes idea de qué es fundamental para elegir un buen plan.
Tienes que buscar los planes de Isapre que más se ajusten a tus necesidades y dentro de esa selección, cotizar y comparar precios y coberturas. “Hoy día hay a la venta 7 mil planes y la verdad es que hay muchas diferencias entre ellos”, explica Stäger y agrega que aunque todas las Isapres le cobran más a las mujeres, hay planes que son más competitivos que otros, por eso es importante buscar las mejores alternativas.
Por esa razón, recomienda tener en cuenta lo siguiente, si es que se está buscando uno por primera vez o si uno se quiere cambiar:
1. Buscar un plan, no una Isapre. Uy, si la Francisca me dijo que la Isapre Mejor Salud es por lejos la más conveniente, así que ya estoy lista. “El error más común es creer que la Isapre que le ha servido a algún familiar, la pareja o amigo es la que más me conviene a mí ya que las necesidades de cada perfil son distintas”. Lo más importante es el plan específico y cómo sus beneficios van afectarme directamente.
2. Determinar el tipo de plan a elegir. Hay tres tipos de planes. Libre elección: en que te puedes atender en cualquier lugar; Preferente: en que te puedes tender en cualquier parte, pero además tiene algunos prestadores preferentes; o Cerrado: donde tienes una lista de los prestadores con los que te puedes atender, solo en esos lugares hay cobertura.
La elección dependerá de dónde la persona quiere atenderse y la probabilidad de recurrencia al mismo lugar. “Sólo si se tiene bastante certeza que podrá atenderse en un mismo lugar la mayoría de las veces, convendría orientar la búsqueda hacía planes preferentes o cerrado con aquellos prestadores. Si ese no es el caso, un plan libre elección es la mejor opción. Sorprendentemente, ocurre bastante a nivel estadístico que se toman planes preferentes pero se termina asistiendo a diversos prestadores no incluidos en el plan”, explican los fundadores Matías Stäger y Ryan Kerr.
3. Revisar los topes que tiene el plan y no el porcentaje de cobertura.¡Impresionante, cubre el 90%! Pero, ¿y si el tope de cobertura es de 5 UF? Es clave saber cuánto es lo que va a estar cubierto por el plan y determinar cuánto podría tener que pagar en forma adicional. ”Mi recomendación es que no se fijen en el porcentaje de cobertura, hay algo que es mucho más importante y que nos va a restringir las coberturas y es el tope, es decir, hasta cuánto nos van a devolver por una prestación”, asegura Stäger. Pone como ejemplo una apendicitis que cuesta un millón de pesos: si tu plan dice 100% cobertura, pero tiene un tope de 200 mil pesos, tendrías que pagar la diferencia.
4. Priorizar la consulta médica, el día cama y los honorarios médicos quirúrgicos (HMQ). Estadísticamente estas son las prestaciones con mayor frecuencia y gasto dentro del total utilizado de los planes. Es por eso que dentro de tantas prestaciones que hay que evaluar en un plan, hay que echarle un vistazo a estas, ya que te darán una buena idea del plan. De todos modos, lo más-más importante es la hospitalización (día de cama). Más vale pagar de vez en cuando una consulta médica más cara, pero tener buena cobertura en caso de accidente, porque eso sí que podría salir salado, ¿no?
5. Optar por un plan con maternidad reducida si no se tiene planificado tener un hijo en los próximos 12 meses. Por ley, todos los planes de Isapre para mujeres deben tener un mínimo de cobertura del 25% de bonificación ante las prestaciones vinculadas a parto normal y cesáreas (en 2014 el embarazo dejó de ser preexistencia). Sin embargo, si decides ser madre, te puedes cambiar a uno con mayor cobertura de parto, o incluso te puedes cambiar al momento de quedar embarazada. Pero ojo, porque en este caso la cobertura será menor dependiendo de lo tarde que hagas el cambio de plan y de la fecha de parto.
6. Preexistencias menores podrían no ser un impedimento para ingresar a una Isapre. Cada Isapre tiene su propia controlaría médica que evalúa quién entra y quién no. Por eso, Stäger explica que no hay que rendirse si en una Isapre no te dejan entrar, porque hay algunas que son más flexibles que otras o que te dejan entrar con algunas condiciones. Otro punto importante que hay que tener en cuenta es cuál es la cobertura para esa preexistencia.
7. Evaluar si conviene entrar como cotizante o como carga. Si eres independiente o todavía no trabajas, puedes cotizar y preguntar si puedes entrar al mismo plan pero como carga, ya que es más económico que como cotizante. Para esto no hay límite de edad y tampoco es necesario que sea un familiar, aunque las Isapres no están obligadas a aceptar el ingreso de una carga (se les llama carga médica).
8. Estar atenta a los posibles cambios en su plan de salud asociados a su edad o la de sus hijos. Esto es muy importante. Stäger recomienda revisar la posibilidad de cambiarse de plan a los 40 años y cuando tu hijo/a cumple los dos años. ¿Por qué? “A la hora de contratar un plan, la Isapre aplica un factor de riesgo al afiliado y cada una de sus cargas dependiendo de su sexo y edad. Como este factor se mantiene durante todo el tiempo que se tenga contratado el plan, es conveniente evaluar un cambio de plan cuando la mujer cumple los 40 años o cuando los niños cumplen los 2 años por ejemplo, ya que al cumplir estas edades los factores de riesgo disminuyen considerablemente”, explican los fundadores de Queplan.cl.
En los últimos años se ha cuestionado bastante las diferencias que existen entre hombres y mujeres en los planes de Isapres e incluso Rafael Caviedes, presidente de la Asociación de Isapres, coincide en que debería existir un sistema más justo en cuanto a las diferencias de tarifas entre hombres y mujeres.
A fines del año pasado, la Ministra de Salud, Carmen Castillo, aseguró que este año se presentaría un proyecto de ley para reformar el funcionamiento de las Isapres, y que sería tramitado durante el próximo gobierno. Sin embargo, en julio de este año, se descartó enviar el proyecto, porque los plazos no se dieron: “No la vamos a ingresar. Todo el estudio que se hizo es un insumo importante que va a servir para el próximo gobierno, y esperamos que se considere en una reforma a la salud”, explicó la ministra.