Al comenzar el día quizás revises en tu teléfono móvil si alguien te habló o envió algún mail durante la noche. Una de las primeras cosas que verás si estás conectado con LaBot, es un mensaje saludándote y contándote de qué hablarán el día de hoy.

Esperará de tu parte algún “acuso de recibo”, aunque sea un simple “Ok”. O quizás te hará una pregunta como por ejemplo “¿crees que deba casarme algún día?”. En ese caso, ella misma te ofrecerá opciones de respuesta. “Cosa tuya, robota” es también una opción. Entonces, te propondrá hablar de matrimonio, hijos y política. Si aceptas, comenzarás a recibir datos, cifras y una breve revisión histórica a estos temas. Luego te seguirá planteando preguntas.

Si no quieres más información o estás muy ocupado para leer todo, es tan simple como que no respondas. Si respondes, esta diligente robotita te seguirá informando hasta agotar sus datos del tema y luego ofrecerá algún otro con qué seguir.

Ésta es LaBot, un robot programado para informar. Al decidir conectarte con ella, accedes a que te mande noticias, datos, gráficos y análisis breves sobre política y actualidad. La idea de sus creadoras es que podamos comprender mejor nuestro país y el mundo que habitamos en conjunto. ¿Y quiénes son estas personas?

Se trata de tres periodistas: Paula Molina, magíster en Políticas Públicas de la Universidad Adolfo Ibáñez y ganadora de la beca Nieman de Harvard; Andrea Insunza, Directora del Centro de Investigación y Publicaciones de la Universidad Diego Portales y magíster de la Universidad de Columbia; y Francisca Skoknic, máster en Administración Pública y ex subdirectora del Centro de Investigación Periodística (Ciper).

Pero, ¿qué significa esto de los bots?

“Bot” es la abreviación de la palabra “robot”. En este caso no se trata de cualquier robot, sino de una (sí, de género femenino) robot conversacional. O sea que este programa informático nos permite mantener una conversación sobre diversos temas.

Puede hacerte preguntas sobre temas de actualidad, pedir tu opinión o preguntarte por tus gustos, siempre con el fin de abrir la conversación, y entregarte mejor contenido, que estará lleno de interesantes datos e información por su parte.

El programa que desarrollaron sigue el modelo y usa el código de Politibot, un robot de noticias fundado en España por Politibot Innovación. Paula Molina, una de las creadoras de LaBot, contó a El Definido cómo fueron dando forma a esta idea.

“Las tres somos periodistas y hemos probado innovaciones en distintas áreas, Francisca Skoknic estuvo en Ciper, Andrea Insunza en la Universidad Diego Portales y yo en la Radio Cooperativa y la BBC. Además, las tres hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en conferencias sobre periodismo. En general el periodismo los últimos años habla mucho de innovación, yo estuve un año en Harvard y la conversación allá era sobre cómo adaptarse al mundo digital”, señaló. “Decidimos hacer algo juntas, explorar distintos formatos y ver qué nos gustaba más. En ese momento estábamos viendo Politibot, que es un chat de noticias de España, y Quartz, que también entrega noticias por chat. Me interesó, porque la experiencia de mis hijos con Quartz fue muy buena, era natural para ellos comunicarse y recibir información en ese formato. Decidimos partir por ahí, seguir innovando en distintas formas de contar historias, y ahí nació la robot”.

¿Y cómo funciona?

Primero, debes tener instalado uno de los servicios de mensajería que usa la robota para comunicarse. Estos son Telegram (una aplicación similar al conocido WhatsApp) y Facebook Messenger. En ellos, la puedes agregar como amiga, siguiendo las instrucciones señaladas en su sitio web.

LaBot sólo iniciará una conversación si te diriges a ella y quieres iniciar un diálogo. Si en algún momento ya no quieres comunicarte más con ella, sólo debes borrarla de la red social o servicio de mensajería que estés usando. ¿Y qué pasa entonces con la información como tu nombre, edad o IP a los que puede haber accedido según la red social o servicio de mensajería que uses?

Tranquilo, si bien los desarrolladores del programa son españoles, la información y su “personalidad” provienen de Santiago de Chile, por lo que LaBot cumple con la legislación nacional sobre vida privada y datos personales contenida en nuestra ley. Además, sus servidores los provee Politibot Innovación y cumplen con la legislación sobre protección de datos aplicable en la Unión Europea. Sus términos de uso nos aseguran que LaBot no tiene archivos en ninguna localización en la que la normativa no garantice seguridad para nuestros datos.

Humanizando a los robots

Como dijimos, no es obligatorio que contestes todo lo que te pregunta LaBot. De hecho, si no quieres contestar o prefieres cambiar de tema, no se va a ofender ya que es un programa informático y no tiene sentimientos. Sin embargo, Paula Molina nos indica que sí esperan que la robota se vaya humanizando, de manera similar a como le pasó a Eva, la simpática robotita de la película Wall-E.

“Los robot por default son masculinos, cuando dices ‘el robot’ en realidad no dices algo neutro, estás diciendo un robot masculino. Nosotras queríamos que fuera una robot, pensamos en qué robot nos inspiraba y llegamos a la película Wall-E. Yo soy muy fanática de la forma en que se ve la tensión entre tecnología y humanidad en esa película. El personaje de Eva era un robot femenino que me pareció muy interesante porque tiene muchas herramientas, es capaz de procesar información muy rápido pero a medida que avanza la película va humanizándose, va creciendo, se va flexibilizando”, nos explicó.

“La Bot aprende y se equivoca. Es raro, porque cuando ella se equivoca en realidad nos equivocamos nosotras, pero así vas aprendiendo. La robot, en la medida que nosotras aprendemos a programarla mejor y comprendiendo cómo interactúan los usuarios con ella, claramente va a ir mejorando”, agrega.

Aquí entran en juego las preguntas que LaBot va planteando, pero las creadoras aclaran que los estudios y estadísticas que buscan mejorar a la robot y optimizar la experiencia de los usuarios, se realizan en base a datos disociados de forma irreversible, o sea, ellas (las creadoras) no podrán saber qué usuarios eligieron una opción u otra y en ningún caso hacen preguntas sobre medios de pago o contraseñas. Además, LaBot está programada para conservar en sus sistemas nuestros datos personales identificativos de cada usuario durante un año a contar desde la última vez que hablemos con ella. Una vez transcurrido ese tiempo, olvidará quién eres y si quieres volver a hablar con ella tendrás que partir de cero.

Comprender mejor el mundo

“LaBot es una muy buena robot para explicar cosas”, nos indica Paula. “Eso es muy bueno porque vivimos en un mundo complejo que tiene mucha información disponible, y nuestro tiempo para procesar información no es infinito. Entonces, ¿cómo le puedo dar datos respecto al financiamiento de la política a las personas de manera que sea útil para ellos y que no sea una tabla de Excel grande o un montón de números que quizás no tienen tiempo para leer? La robot tiene una manera perfecta, le va preguntando a la gente quién creen que tiene más (financiamiento), quién creen que tiene menos, quién creen que ganó”, añade.

Paula nos explica también que esta característica de las personas de “humanizar” todo, sólo amplía el potencial de LaBot, haciéndola susceptible de ser llevada a otros ámbitos, más allá de lo netamente periodístico. “Las personas humanizamos todo, y súper rápido. Si uno se enamora de una esquina de una casa o de un paisaje, imagínate con un robot que de alguna manera te está hablando, lo humanizas inmediatamente y eso tiene un potencial interesante porque estamos pensando en el robot para otras áreas, por ejemplo para educación, porque estableces una relación de una cierta confianza con la información que te da el robot o con lo que el robot va a enseñarte”.

Quizás en este punto te preguntes de dónde sacan estas tres periodistas tantos datos y explicaciones sobre asuntos tan complejos como las elecciones, para poder entregárselos a los usuarios de LaBot, y si no nos estarán puro contando cuentos.

“Ocupamos datos de fuentes abiertas y confiables. Cuando el trabajo ha estado enfocado en las elecciones, Servel ha sido una importante fuente de información, y el mayor trabajo que hay que hacer es resumirla bien y hacer los cruces necesarios”, nos explica Paula, “Nos interesa mucho trabajar con los datos que tienen las universidades y centros de pensamiento, les pedimos que nos ayuden con cruces cuando éstos son muy complejos. Por ejemplo, en Servel tiene información sobre cuántas mujeres fueron electas, y Lupa Electoral (asociada a Espacio Público) sobre su financiamiento, eso había que cruzarlo. Lo que hacemos es seguir estándares de periodismo clásicos, todo debe ser chequeable y transparente, entregando los créditos a las personas o instituciones que corresponden”, agrega.

¿Qué información te gustaría a ti obtener a través de un robot?