“Se necesitan recién egresados con dos años de experiencia”
Suena contradictorio, pero es un tipo de anuncio de oferta de trabajo que ya hemos visto en algunos lados. En el fondo, los empleadores quieren a alguien “novato”, pero que tampoco lo sea tanto. Algo así como alguien que literalmente salió de la universidad con dos años de experiencia encima.
Ideal para pagarle un poquito menos, pero que además conozca el tejemaneje del asunto.
Pues bien, existe una iniciativa que no siempre es aprovechada por quienes pueden y que les ayudará a quienes siendo jóvenes encontraron un trabajo (en el que no les pagan tanto). Estamos hablando del Subsidio al Empleo Joven, un beneficio que se entrega desde 2010.
Básicamente es como un bono que ayudará a aumentar tu sueldo. Se puede entregar tanto de forma mensual como anual y el monto dependerá de lo que ganes, pero puede alcanzar el 20% de tu renta bruta. Además, tu empleador también recibirá un subsidio que corresponderá al tercio de lo que tu ganes.
¿Por qué? Bueno, para fomentar que los empleadores contraten a gente joven (aunque el beneficio les llegará siempre y cuando estén pagando tus cotizaciones previsionales).
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