* Esta nota fue originalmente publicada en 2018.
Concholepas concholepas con mayo, preparadas como un carpaccio, un chupe o sencillamente con salsa verde (cebolla y cilantro). ¡Benditos locos! ¿Qué sería de nuestro menú costero sin este noble molusco? ¿Y unas machitas (Mesodesma donacium) a la parmesana, al pil-pil o preparadas como un ceviche? Otro plato insustituible del vacacionante playero.
Pero lamentamos (o no tanto) contarles que ambos productos entraron en veda hace un año. Y no hay nada que hacerle hasta 2022. Sí señores, ¿cinco años sin comer locos ni machas? Pero para que sus paladares no se entristezcan, hoy en El Definido les explicamos por qué son importantes las vedas, y las razones por las que deberíamos respetarlas.
Las vedas no son antojadizas, sino que se fundan en investigaciones serias y concluyentes sobre el estado de la vida marina en nuestras costas. Así, Subpesca prohíbe extraer o capturar un recurso hidrobiológico (una especie que vive en el agua) en una zona, durante un tiempo específico. La idea es preservar las especies, promoviendo su reproducción y recuperación.
Existen tres tipos de veda:
¿Y cuánto duran? Depende de las circunstancias de la especie. La extracción del erizo, por ejemplo, siempre está prohibida desde octubre a febrero. Pero también hay algunas que se establecen por sólo un mes, seis meses, un año o más.
El tema hoy día es que dos de los mariscos más apetecidos están en veda: la macha y el loco. Y no se trata de una veda de un par de meses, ¡si no de cinco años!
En agosto de 2017, Subpesca estableció la veda extractiva para la macha en tres regiones del país hasta 2022. ¿No las podremos comer? Sí, pero siempre y cuando no hayan sido capturadas, comercializadas, transportadas, procesadas o almacenadas en las regiones de Valparaíso, O´Higgins y El Maule.
Únicamente se pueden extraer en ciertas áreas de excepción definidas por las Subpesca, entregadas a pescadores artesanales y comunidades indígenas.
La medida es importante, porque se calcula que los bancos de machas del país se han visto disminuidos en un 70% desde la década de los ochenta. De los 48 que existían en 1980, sólo quedaban 14 en 2016, según Gabriel Jerez, biólogo marino de la Unidad de Recursos Bentónicos de Subpesca.
Añade que en estas tres regiones, los bancos de machas han estado inactivos durante los últimos diez años por causas humanas y naturales. Aluviones, el movimiento natural de la arena, pero también la contaminación de las playas, circulación de vehículos sobre la arena, las construcciones de edificios muy cercanos a la costa y la desviación de cursos de agua dulce hacia el mar.
Además, entre Valparaíso y El Maule hay presencia de machas juveniles, en edad de reproducción, y por eso mismo se decretó su protección.
¿Qué riesgo corre quien viola esta normativa? Apriétense los cinturones, porque si Sernapesca los pilla con una tonelada de machas, tendrán que pagar una multa de 46 UTM ($2.160.000). Además, tendrán que cerrar su local, les decomisarán el transporte y, obvio, las machas.
La veda del loco fue un cachetazo con el que muchos comenzaron el 2018. Desde el 1 de enero y hasta 2022, se estableció la veda extractiva de nuestras queridas Concholepas concholepas, así como su comercialización, transporte, elaboración y almacenamiento. Y ojo, que la medida es válida desde Arica y Parinacota hasta Aysén. ¿Entonces no habrán locos en ningún restaurant ni caleta?
Tal como en el caso de las machas, también existen para los locos zonas de excepción. Por ejemplo, “parcelas marinas” de locos (lugares de cultivo) de propiedad de asociaciones de pescadores artesanales -en conformidad con la norma- quienes podrán seguir extrayéndolos y vendiéndolos sin problemas. Existen más de 800 de estas áreas de manejo a lo largo del país.
El objetivo de la medida, es conservar la especie y también velar por su uso sustentable, evitando la disminución de su población en áreas de libre acceso, fortaleciendo el control y fiscalización de los robos, y dificultando el traslado desde las áreas de manejo hacia áreas de libre acceso (hay gente que los roba de las parcela y los lleva a estas zonas para aparentar que fueron extraídos ahí).
El director nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, dijo que "el loco es un recurso que está en una situación de colapso muy fuerte (…) y está sujeto a una extracción ilegal permanente".
Los pescadores furtivos que sean sorprendidos extrayendo locos, arriesgan multas que van desde los 14 a los 18 millones de pesos por tonelada.
Según el director nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, el loco que generalmente se encuentra en ferias, calles o en condición de “canasteo” –es decir en el mercado informal- es la mayoría de las veces ilegal. En cambio, el loco que viene con rótulos, con envases y cuenta con documentos tributarios (boleta), tiene un porcentaje de legalidad mucho más alto, es decir, ha sido extraído en áreas de excepción. ¡Así que vivo el ojo cuando compren locos para el chupe! Porque es de suma importancia mantener la sustentabilidad del recurso en Chile, para que en el futuro no suframos con la extinción de productos como estos (la macha no es un recurso tan “contrabandiado” como el loco, pero es igualmente importante estar atentos).
Si quieres saber qué otros productos del mar se encuentran actualmente en veda, visita este link de Subpesca o esta nota de Emol. Y si sabes de alguien que está extrayendo o vendiendo machas o locos sin los permisos requeridos, puedes llamar al fono Sernapesca (800 320 032) y realizar tu denuncia, si te parece pertinente.